Sector automovilístico

La venta de vehículos repunta en Málaga por la mejora en los plazos de entrega

El mercado crece en Málaga un 17% y podría rondar a final de año las 24.000 matriculaciones, pero continúa un 30% por debajo de 2019 - El sector espera que la inflación se modere para dar confianza al comprador particular, que sigue agazapado - Los 'rent a car' suben un 55% sus compras

El interior de un concesionario. | L. O.

El interior de un concesionario. | L. O. / josé vicente rodríguez. málaga

José Vicente Rodríguez

José Vicente Rodríguez

Las matriculaciones de coches en Málaga volverán a quedarse este año bastante lejos de las cifras prepandemia, pero el sector de los concesionarios empieza a ver el futuro con algo más de optimismo tras unos ejercicios muy complicados debido a la crisis de los microchips, a los estragos de la inflación en el bolsillo de los compradores y a la incertidumbre del cliente ante el incierto futuro a medio plazo de la combustión. Hasta el mes de mayo, Málaga acumula más de 9.900 ventas de vehículos nuevos, una cifra que supone un crecimiento del 17% con respecto al mismo periodo del año pasado, pero que está todavía un 32% por debajo del nivel que se registraba en 2019, antes de la irrupción del Covid.

Las previsiones de la Asociación Malagueña de Automoción (AMA-Asomauto) y de la patronal Faconauto son alcanzar en torno a las 25.000 matriculaciones a cierre del ejercicio, un nivel que se quedaría a medio camino entre los nefastos años de la pandemia (en 2020 se vendieron menos de 20.000 turismos y todoterrenos) y los 32.000 o 34.000 que marcan el estándar de Málaga en un año de economía normalizada.

¿Qué ha mejorado en este 2023 respecto al pasado ejercicio para que las ventas estén mejorando? Según explica el presidente de AMA-Asomauto, Carlos Oliva, la razón principal estriba en que se está resolviendo al fin la acuciante falta de stock de coches disponibles que ha aquejado a los concesionarios, una vez que las fábricas de las grandes marcas han superado los problemas de abastecimiento de materias primas que sufrieron hasta el pasado año.

Y es que la escasez de semiconductores y microchips, claves de los automóviles actuales (cada coche lleva de media unos 1.500 componentes) se estaba traduciendo en una mayor tardanza de los concesionarios a la hora de entregar el vehículo al comprador final, con esperas medias en torno a los seis meses, además de casos concretos de coches con equipamientos especiales donde los plazos se iban incluso al año.

«Esos plazos se han mejorado ya bastante, y ahora podemos hablar de plazos de entrega de entre tres y cuatro meses, lo que anima más a los compradores, que durante el pasado año se refugiaron el mercado de segunda mano a comprar su vehículo ante la perspectiva de tener que esperar tanto a recibir un coche nuevo. En el sector estábamos convencidos de que, a poco que tuviéramos más oferta de vehículos disponibles en tiempo razonable, las ventas mejorarían», explica Oliva.

Un mercado aún incierto

Eso no quita para que el responsable de AMA-Asomauto reconozca que el mercado sigue en un momento de «incertidumbre», y con el comprador particular todavía en posiciones muy cautas.

Una imagen de un concesionario.

Una imagen de un concesionario. / L. O.

De hecho, son los canales de 'rent a car' y empresas los que con su buena marcha están contribuyendo a impulsar las cifras de ventas. En Málaga, por ejemplo, las empresas de alquiler de coches han aumentado un 55% sus matriculaciones este año (1.123 hasta mayo) mientras que las de empresas lo hacen un 9% (cerca de 3.000) , casi al mismo nivel que las de particulares.

Las de particulares, que siempre constituyen el grueso del mercado, han sido 5.800, con un aumento del 16%. No obstante, el sector observa «con preocupación» que este canal de compra está aún un tercio por debajo del ritmo previo a la pandemia.

«Buena parte del incremento de las ventas viene del canal de empresas alquiladoras de vehículos, lo que es una buena noticia porque indica que el turismo va bien. No obstante, estas operaciones no son las que aportan una mayor rentabilidad a los concesionarios. Nosotros lo que necesitamos es al comprador particular, y esperamos poder ir recuperándolo a largo de 2023 y asentarlo en 2024, ahora que la inflación parece empezar a estabilizarse», apunta Oliva.

Inflación, tipos y elecciones

La situación de Málaga es la misma que se registra a nivel de España, donde en este 2023, hasta el mes de mayo, se acumulan 404.337 unidades vendidas, un 26,9% más que el mismo periodo del año anterior, si bien todavía un 28% inferior a las ventas que se realizaban en 2019, antes de la pandemia. Las asociaciones de fabricantes de automóviles Anfac y la de distribuidores Faconauto y Ganvam sí destacan que la mejoría en los ritmos de producción está permitiendo responder «con mayor agilidad a los pedidos procedentes de los concesionarios».

El director de Comunicación y Marketing de Anfac, Félix García, espera que el cierre de año pueda estar en 950.000 unidades, 25.000 más de la previsión más optimista que se tenía en enero. Sin embargo, llama a la cautela: «La incertidumbre de ciudadanos y empresas sobre qué coche comprar sigue latente y más ahora, con la convocatoria de elecciones generales que suele paralizar la actividad económica».

«Observamos que el mercado particular no termina de arrancar y está a la expectativa de lo que ocurra no sólo en los comicios, sino también de si la inflación logra contenerse y se estabilizan las subidas de tipos de interés. Estos últimos encarecen la financiación de un vehículo nuevo, lo que no beneficia a la renovación de un parque móvil que ya supera los 14 años de antigüedad», dice.

A su juicio, es necesario recuperar los volúmenes de mercado previos a la pandemia que garanticen tanto la competitividad de la industria como el mantenimiento del empleo que la automoción genera.

Por su parte, el director de Comunicación de Faconauto, Raúl Morales, se felicita por el incremento en las matriculaciones, aunque mantiene la sensación de que la recuperación está siendo «muy lenta y muy mediatizada por una menor capacidad de compra por parte de las familias que tienen menos renta disponible y menos capacidad de ahorro».

La directora de Comunicación de Ganvam, Tania Puche, destaca que las ventas de turismos nuevos encadenan cinco meses en positivo, sobre todo por el tirón de las empresas alquiladoras, y en mayo se sitúan en el entorno de las 90.000 unidades mensuales, acercándose al volumen natural de mercado.

«No obstante, aunque estamos en un contexto en el que la inflación se modera, las compras de particulares se sitúan un 30% por debajo de los niveles prepandemia. Por tanto, el comprador sigue necesitando, y ahora más que nunca, certidumbre tanto económica como tecnológica, además de acceso a una movilidad más asequible. De ahí la importancia de que, en año electoral, se alcance un horizonte de estabilidad cuanto antes para conseguir recuperar un mercado que en 2023 se volverá a quedar por debajo del millón de unidades por cuarto ejercicio consecutivo», concluye.

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