Hay que mirar bastante hacia atrás para encontrar un inicio de curso político tan convulso e igualmente marcado por el desenlace incierto de unas elecciones generales. Que se lo pregunten, por ejemplo, a un Pedro Sánchez que -con la tregua vacacional ya olvidada y la reunión con Alberto Núñez Feijóo aún fresca- ha bajado al sur para hacer visible la 'vuelta al cole' del PSOE. Cuando los relojes ya habían cruzado el mediodía del primer sábado de septiembre, el presidente del Gobierno en funciones ha desplegado su sonrisa de mandamás socialista para irrumpir en el mitin que le aguardaba en Málaga. En ese preciso instante, con más de media hora de retraso y cientos de personas esperándolo de pie con móvil o abanico en ristre, se desplegó un aplauso de varios minutos que amenizó el avance por la sala de Sánchez. El ambiente ilustró el vigente ambiente de optimismo que envuelve a los socialistas tras la 'resistencia' en las urnas del 23 de julio. La euforia socialista envolvió desde su llegada a quien espera alargar su condición de inquilino estelar de La Moncloa.
El líder del aparato de Ferraz fue recibido en un océano multitudinario teñido por el rojo de las banderas de la formación progresista. Además, reinaba con gigantescas letras mayúsculas un eslogan. La expresión guiñaba al coleccionista de vidas políticas que viene a ser este madrileño enfocado en su juventud al baloncesto, sin perder de vista los lacónicos mensajes de la reciente campaña del 23J: "Siempre adelante".
Una vez más, en un microcosmos malagueño en el que reincidía como el del Hotel NH, Sánchez puso el piloto automático para atravesar la misma autopista fotogénica colapsada de militantes. Hubo, a su paso, una tormenta que descargó selfies, besos de autómata y abrazos imposibles.
La del líder nacional del PSOE sería la quinta y última intervención prevista en una puesta de largo con marcado acento andaluz y malagueño. En el cartel le acompañaban la vicesecretaria general del PSOE y ministra de Hacienda María Jesús Montero, el líder andaluz Juan Espadas, su homólogo malagueño Dani Pérez y la recién elegida diputada nacional por Málaga Mari Nieves Ramírez.
Expectación
Una notable presencia de público se hizo notar desde un par de horas antes de la cita en las inmediaciones del céntrico alojamiento, al que regresaba el líder socialista en un intervalo de pocos meses. De hecho, la estructura del auditorio tuvo que ser modificada para atender al mayor aforo posible. En la respuesta recibida por la convocatoria se hicieron palpables el balón de oxígeno y la mejoría del estado de ánimo que los comicios de julio han deparado a los socialistas. Cuando los resultados electorales no son malos, todo cambia. Muchos de los que no acudieron a los anteriores mítines, estaban de vuelta.
En la antesala del inicio del acto, saltó a la vista un ambiente de colas y expectación que superó al propiciado por sus dos anteriores visitas a la capital malagueña, cuando en la precampaña de las elecciones municipales acudió en ambas ocasiones a apoyar al candidato socialista a la alcaldía de Málaga, Dani Pérez. La segunda de ellas, que tuvo lugar el 2 de mayo, coincidió con el aniversario de la fundación del PSOE materializada por el 'primer' Pablo Iglesias.
Un escenario conocido
Desde hace algo más de medio año, desde el pasado 12 de febrero para ser exactos, era la tercera vez que Sánchez protagonizaba un acto en la capital malagueña. Y para todos ellos, incluido el de este primer sábado de septiembre, se ha elegido el mismo escenario.Se trata del hotel NH de Málaga, situado junto al caudal seco del río local por excelencia. De un páramo urbano que parte a la ciudad en dos mientras invoca el agua inexistente del Guadalmedina.
Vísperas en Mijas
El periplo costasoleño de Pedro Sánchez comenzó el viernes por la noche en Mijas. Allí afloró la versión más cercana de ese líder político que, de un tiempo a esta parte, se prodiga en ambientes 'estratégicos'.
El presidente del Gobierno en funciones se dejó ver por el Cala Mijas Festival y la aparición simbolizó su apoyo a la música indie. Su estampa, con ropa informal y actitud distendida, recordó sus incursiones de antaño en las atmósferas alternativas del FIB de Benicassim.
Esta vez, bajo los albores nocturnos del fin de semana malagueño, Sánchez disfrutó de los temas de bandas como The Strokes, Lory Meyers o 'Cariño'.
En sus redes sociales, el dirigente socialista aprovechó la percha de este evento para reivindicar a España como "un país con un enorme talento musical" y "el primer destino turístico mundial de festivales de música".