La inflación continúa marcando el ritmo de los alimentos en Málaga, un factor que ha provocado que la cesta de la compra se haya encarecido un 10% respecto al año pasado. Así lo revela la estadística del Instituto Nacional de Estadística sobre el Índice de Precios de Consumo (IPC).
En particular, el último dato de inflación muestra que los alimentos se han encarecido en Málaga un 9,9% en el último año y las bebidas no alcohólicas un 11%. Una subida que se debe al repunte de los carburantes y combustibles.
Como consecuencia, algunos de los platos básicos han visto duplicado su precio como la tortilla de patatas o una tostada. Ahora, elaborar una tortilla de patatas cuesta un 52,5% más que hace un año, mientras que un bizcocho o una tostada han aumentado un 42,5% y un 12%, respectivamente, por la subida del precio del aceite de oliva en el mes de agosto.
El alto coste que supone elaborar una tortilla se debe a que el aceite subió un 52,5%, las patatas y los huevos también notaron incrementos del 18% y 12,3%, respectivamente, según los datos del INE.
Por su parte, realizar un bizcocho es un 42,5% más caro por el incremento del precio del azúcar, el segundo producto que más aumentó su precio en agosto. Sumado al 12% del aumento del precio de la mantequilla, más en el coste de aceites y grasas; además del coste de la harina y otros cereales, que se encarecieron un 0,7%.
Hacerse el desayuno también es más caro que hace un año, debido al aumento del precio del pan, en un 4,5% más, a lo que debe sumarse el precio de la mantequilla.
No obstante, a la hora de cocinar hay que tener en cuenta que el precio de la electricidad cayó un 49,6% en agosto frente al mismo mes del año anterior.
En tasa interanual (agosto de 2023 sobre el mismo mes de 2022), los alimentos que más han subido de precio son el aceite de oliva ( +52,5%); el azúcar (+42,5%); el arroz (+21,6%); los productos de confitería (+18,2%) y las patatas (+18%).
El aceite de oliva ha duplicado su precio desde marzo de 2021 (+114,8%) y se ha encarecido un 8,7% en agosto de este año respecto al mes de julio.
Otros alimentos que también han visto disparado su precio, respecto a hace un año, son la carne de cerdo, un 15,6% más costosa; la leche: el litro cuesta el 14,1% más de lo que valía hace un año; preparados alimenticios: la subida de precio es del 13,1%; el agua mineral, refrescos y zumos: adquirirlos supone desembolsar el 13,1%; los preparados de legumbres y hortalizas: 12,3% más costosos; así como los lácteos, cereales, legumbres y hortalizas frescas, que son un 10% más caras que el año pasado.
En contraposición, las estadísticas del INE muestran que los productos y servicios que más se han abaratado en agosto de 2023 en relación con el mismo mes de 2022 son la electricidad (-49,6%); el transporte combinado de pasajeros (-47,7%); otros aceites (-33,9%); el transporte de pasajeros en metro (-27%) y el transporte de pasajeros en autobús (-25,7%).
También en el lado de los descensos, el grupo de vivienda recortó su tasa anual más de tres puntos, hasta el -18%, como consecuencia de que el precio de la electricidad subió menos que en agosto de 2022.
La organización de consumidores Facua denuncia que el incremento de precios de los alimentos es intolerable. «Reclamamos al Gobierno que intervenga los precios y márgenes de beneficio de los productos básicos, en aplicación de la Ley de Comercio de 1996.
La mitad de los alimentos afectados por la rebaja del IVA ha subido desde enero, cuando según el Real Decreto Ley solo podían hacerlo los que tuvieran incrementos de costes, y siempre con subidas acordes a esos incrementos», argumenta Rubén Sánchez, su portavoz.
CCOO y UGT piden rebajar el precio de los alimentos
Ante la escalada del precio de los alimentos, CCOO y UGT han destacado la necesidad de intervenir sobre los márgenes «excesivos» de las empresas para frenar la subida de los precios de productos de primera necesidad después de que en agosto los precios de los alimentos encadenaran 17 meses de alzas de dos dígitos.
Por ello, desde CCOO piden intervenir los márgenes excesivos de la cadena alimentaria, mientras que UGT ha reclamado activar «urgentemente» mecanismos que limiten los beneficios «desorbitados» cosechados en algunos sectores empresariales a fin de garantizar «precios asequibles y justos».