La Opinión de Málaga

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Polémica

Las tiendas de animales, abocadas al cierre con la nueva Ley de Bienestar Animal

La Ley de Bienestar y Protección Animal entrará en vigor el próximo 29 de septiembre, con el objetivo de poner fina la crueldad y el maltrato animal, además del «abandono y el sacrificio cero»

La ley de protección animal pone en jaque a las tiendas de mascotas de Málaga

La Ley de Bienestar Animal en 22 preguntas prácticas

Un establecimiento especializado en animales en Málaga L.O.

De nada han servido las numerosas protestas y quejas de los animalistas, y es que la polémica Ley de Bienestar y Protección Animal entrará en vigor el próximo 29 de septiembre.

Ha pasado ya más de un año desde que fuese impulsada por Ione Belarra, una significativa normativa que tiene como objetivo cambiar el panorama legal con respecto a las mascotas, poner fin a la crueldad y el maltrato animal en nuestro país, además del «abandono y el sacrificio cero».

Pero, durante más de 365 días, la ley ha estado sujeta a debate y polémica, entre animalistas y propietarios de tiendas de animales.

Por un lado, la ley pone en jaque a las tiendas de animales, que ven cómo su negocio está abocado al cierre. Pero, ¿cómo afecta realmente esta ley a las tiendas de animales? Según esta ley se prohíbe a los establecimientos la venta y comercialización de cualquier ser vivo, excepto peces, que no son considerados mascotas. De esta manera, la venta de los animales de compañía queda regulada, estando autorizados a realizarla sólo los criadores que tengan los permisos pertinentes. Un listado de animales que abarca aves, cotorras, agapornis o mirlos. Ni pequeños roedores como cobayas, chinchillas, ratones o conejos. Tampoco tortugas y, por supuesto, ni reptiles exóticos ni arañas.

En cuanto a los perros y gatos, se podrán seguir adquiriendo solo a través de criadores registrados. Por lo que, de aprobarse la Ley de Bienestar Animal, muchas tiendas de mascotas de Málaga se verían obligadas a cerrar. Como la tienda de animales ‘Los Corazones’, que regenta Juan Molina. Este malagueño lleva una década dedicado a la venta tanto de accesorios como de pájaros, agopornis, ratones y hamsters.

Ahora, con la ley a la vuelta de la esquina, no sabe cómo podrá seguir manteniendo su negocio: «Espero de verdad que no se aplique, porque sino en poco más de un mes me vería obligado a cerrarlo», lamenta.

En su tienda, Molina también vende accesorios pero mantener abierta la persiana sólo con esto «no es suficiente»: «No es rentable, hay mucha competencia como Amazon y otros grandes almacenes. No es rentable vender un kilo de pienso», recalca.

El cierre supondría «el remate, tras un año duro», cuenta Molina. La inflación y los altos costes de la luz han afectado a su pequeño negocio, llegando a duplicar los costes.

En Málaga, desde que comenzó a plantearse el anteproyecto, Carmen Manzano, presidenta de la Protectora de Animales de Málaga, manifestó su descontento reiteradamente. Sus razones para estar en contra de esta se debe a que «no protege a todos los animales por igual: Es inadmisible que salga. No se protege a los perros de caza, los que más lo necesitan», denuncia.

Seguros obligatorios

La nueva ley cuenta con otras novedades como son un seguro obligatorio para perros, que a partir de esa fecha deberán tener todas las razas, y no sólo los potencialmente peligrosos, como hasta ahora.

Esta póliza consiste en un seguro de responsabilidad civil, que proteger al propietario del animal en caso de que éste produzca un daño a un tercero, como una mordedura, provoque un accidente o realice desperfectos en bienes ajenos. Y esta es la diferencia básica con un seguro convencional para animales.

Como en otro tipo de seguros, existe una amplia gama de pólizas para perros y también otras mascotas, dependiendo de la raza y de las prestaciones que incluya dicho seguro.

El capital asegurado depende de la compañía con la que se contrate el producto y de la raza del perro y cubrirá tanto las lesiones corporales como los daños materiales. En general, éste se sitúa entre los 60.000 euros y los 300.000 euros.

El precio más básico podrá ir de los 25 a los 40 euros anuales, teniendo en cuenta que el seguro de responsabilidad civil para perros potencialmente peligrosos (PPP) ronda actualmente los 62 euros.

La otra gran novedad es la famosa ‘formación’ para tener perros. Se indica en el artículo 36 del anteproyecto de ley que «las personas titulares o responsables de los perros tendrán que haber realizado un curso de formación acreditado».

«Lo del seguro y el curso aún aún está sujeto a reglamento y eso aún no está pendiente. No está reglamentado», explica Carmen Manzano.

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