Un seminario del propio alumnado para enseñar Filosofía más allá del currículum

La Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Málaga ha acogido el proyecto ‘Seminario de Filosofía Contemporánea’, del alumno Álvaro Márquez Guerrero. Una propuesta que ha contado con el apoyo del Centro de Investigación de Jóvenes Filósofos de Málaga y la Asociación para la Promoción de la Filosofía y la Cultura en Málaga (FICUM).

Esta iniciativa del propio alumnado nació con la intención de enseñar Filosofía de otra manera. «Pretendemos mostrar a alumnos de cursos inferiores, yo junto a amigues mies del grado, que se puede estudiar y leer cosas más allá de lo que se da en clase, no hay que cerrarse en el currículum que te imponen», explica Márquez.

Álvaro, más conocido como Milo Galiano, dio con la idea de empezar los seminarios durante sus vacaciones de verano. Comprobó que, sin la presión de tener que cumplir con una programación curricular de las materias, podía leer, estudiar y pensar en la Filosofía «en condiciones» y de forma tranquila. Cuenta Milo que esta manera de disfrutar del conocimiento «es algo que el grado no permite. No es un problema de la UMA, sino problema del propio proceder académico y sus requisitos», afirma. Él, junto a sus compañeros de cuarto curso, quisieron llevar esta alternativa a los estudiantes de cursos inferiores, e incluso a gente ajena a la universidad que tenga curiosidad por esta materia.

Gracias a la ayuda e interés por el alumnado de Alejandro Rojas, director de FICUM y del Centro de Investigación de Jóvenes Filósofos de Málaga y profesor titular de la UMA, los alumnos cuentan con todas las herramientas que necesiten para impartir el curso. «Alejandro nos hace de puente; ayudándonos en la reserva de aulas, poniendo ‘el sello’ de la Universidad de Málaga y en la comunicación con el propio departamento», dice Galiano, quien además asegura que pese a depender de la Universidad y del departamento de Filosofía, nadie interfiere en los contenidos del seminario más que los mismos alumnos.

Filosofía Contemporánea

En el seminario, que terminó a finales de noviembre, se han trabajado distintos autores. La elección de los mismos ha sido completamente libre por parte de los alumnos, teniendo en cuenta la materia de estudio de cada uno de ellos. «La idea era decirle a mis compañeros: ¿qué autor queréis enseñar?». En torno a esto, Milo moderó las clases y trazó un hilo conductor entre los autores para dar un cierto sentido el seminario. El resultado final fueron 12 sesiones, dos por autor, en las que se trabajaron textos, capítulos o libros enteros de un mismo autor.

Con este Seminario de Filosofía Contemporánea han intentado entender cómo se ha ido estructurando una de las corrientes de pensamiento filosófico del siglo XX. «Comenzamos a finales del siglo XIX con Nietzsche, pasando por la Escuela de Frankfurt, luego pasamos a las nociones de la Francia de los 50 y 60, con Deleuze y Foucault, y acabamos llegando a la contemporaneidad más cercana a nosotros, con Paul B. Preciado».

Según cuenta Galiano, comenzar con Nietzsche no fue casual: «él propone una serie de posicionamientos sociales en la Alemania, y por supuesto la Europa de la época que genera todo el devenir histórico que hemos visto en el siglo XX: las guerras, las ideologías, las corrientes económicas, incluso las nociones de historia y tiempo».

De este modo comienza un viaje por el pensamiento filosófico occidental que desemboca en el español Paul B. Preciado, el filósofo que estudia la forma que tenemos de comprender la sexualidad.

Las sesiones dedicadas a Preciado fueron impartidas por la alumna Mirella Font. Así como Joaquín Cabezas trabajó a Nietzsche, Ignacio Vázquez a Theodor Adorno y Walter Benjamin, el propio Milo Galiano a Deleuze y Nassim Bekkai El Gahoudi y Jaime Utreras a Foucault.

La filosofía en la actualidad

Pese al éxito del seminario, es innegable que la Filosofía no es considerada una materia importante en la sociedad actual. «Es cierto que siempre ha sido un ‘saber burgués’, siempre ha sido para la gente poderosa que tiene mucho capital, ya sea social o económico», explica Galiano. Y al respecto, añade que «por desgracia o por azar la Filosofía realmente es bastante clasista, porque necesitas unas condiciones materiales que te posibiliten estar atentos a las condiciones de ‘el ser’, por ejemplo. Se te tiene que dar la posibilidad de leer y estudiar».

La buena noticia es que esta tendencia está cambiando gracias al aumento de espacios donde estudiar Filosofía, como foros, podcast, canales de Youtube, grupos de lectura y más. «Sí que es posible que la Filosofía llegue a la gente. No se trata de que todo el mundo sea filósofo, sino de que las personas se interesen por ciertas cuestiones que, en el día a día de alguien que trabaja 20 horas diarias, no tiene la posibilidad de replantearse».

Para entender el mundo

Porque, aunque no lo creamos, la Filosofía forma parte de nuestra cotidianidad de manera permanente. Al preguntarle a Galiano la manera en que esta materia puede ayudar a los problemas actuales que realmente preocupan a la gente, como la crispación política o la crisis climática, él no duda en que la Filosofía, «no es que pueda ayudar, es que esos son temas propiamente filosóficos y de ningún otro tipo de saber más». «Para comprender la ecología, para comprender la geopolítica, las tecnologías… primero deberíamos empezar a comprender otros preceptos como ¿qué es el mundo?, ¿qué es el ser humano? Pasos previos necesarios que entender antes de llegar a una ecología o un pensamiento sobre el ser humano en la geopolítica y la organización ética del ser humano en la sociedad», añade.