Crónicas de la ciudad

Los arroyos de Málaga, ideales para ‘salvar’ los muebles

Del estado comatoso de nuestros arroyos, auténticos vertederos al aire libre, da buena cuenta el ‘ajuar’ extraído el sábado por voluntarios de Andalimpia en sólo 300 metros del Jaboneros

Basura y enseres retirados del cauce del arroyo Jaboneros por voluntarios de Andalimpia el sábado.

Basura y enseres retirados del cauce del arroyo Jaboneros por voluntarios de Andalimpia el sábado. / Andalimpia

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Hay palabras en desuso en nuestra lengua que están llenas de musicalidad. Es el caso de ‘chamarilero’, que parece ir acompañada de tintineo de cristales. 

Un chamarilero -según la RAE, la persona que se dedica a comprar y vender «objetos de ocasión y trastos viejos»- seguramente habría sacado petróleo el sábado pasado, si se hubiera pasado por la avenida de Hernán Nuñez de Toledo, en El Palo.

En la acera más pegada al arroyo Jaboneros, una veintena de voluntarios de la asociación Andalimpia había almacenado todo un ‘ajuar’, extraído del cauce en dos horas de trabajo y en un tramo de sólo 300 metros.

Lo encontrado en este rincón de Málaga Este es, a fin de cuentas, una muestra más del estado comatoso en el que se encuentran los arroyos de la capital, en su tramo urbano, al igual que el río Guadalmedina

A la falta de civismo de un importante cuerpo de borricos con DNI con el que debemos convivir, hay que sumar la tradicional incapacidad municipal de limpiar los arroyos con una periodicidad que se aparte de la expresión popular «de higos a brevas»

Otro momento de la limpieza en un tramo del arroyo Jaboneros por voluntarios de Andalimpia.

Otro momento de la limpieza en un tramo del arroyo Jaboneros por voluntarios de Andalimpia. / Andalimpia

Cierto que son muchos frentes y muchos cauces, pero el presupuesto municipal supera los mil millones de euros y algo habrá que hacer para no dejar el mantenimiento de estos espacios, bastante más periódico que el municipal, en manos de un grupo de voluntarios de Andalimpia que, a través de esta asociación, hace lo que buenamente puede. 

Y demuestran que es mucho, porque entre ellos hay personas jubiladas y también participan en ocasiones menores de edad que no ostentan una fuerza hercúlea y que, sin embargo, son capaces, en sólo dos horas de tiempo, de sacar del cauce decenas de metros de cables, sofás carbonizados, ordenadores despanzurrados, ruedas de neumáticos, una maleta arrollada por alguna riada del pasado, ferrallas varias, la pantalla de una lámpara de pie, colchones, una silla con ruedas...

Y por supuesto, centenares de bolsas de plástico y decenas de botellas de vidrio y de latas.

El cauce del arroyo Jaboneros, un paraíso con basuraleza.

El cauce del arroyo Jaboneros, un paraíso con basuraleza. / Andalimpia

Este paraíso de los chamarileros en el que se han convertido los arroyos merecen mucha más atención municipal, empezando por el río Guadalmedina y su costra de toallitas de baño.

Si veinte personas en sus ratos libres y de las edades y profesiones más variadas son capaces de tanto, ¿qué no podrá hacer todo un Ayuntamiento de Málaga con personal capacitado? Ánimo.

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