Sanidad

Sanciones y cierres de bares y comercios en Málaga: Estos son los motivos sanitarios más frecuentes

Desde 2021 hasta la actualidad, este servicio del Ayuntamiento de Málaga ha realizado más de 12.000 controles

Un chiringuito en Pedregalejo.

Un chiringuito en Pedregalejo. / Arciniega.

Ana I. Montañez

Ana I. Montañez

Málaga

La semana pasada, el Ayuntamiento de Málaga informó del decreto de cese de actividad del conocido chiringuito El Cabra de Pedregalejo «por riesgo grave e inminente para la salud pública».

Una noticia que impactó de lleno en las redes sociales y se coló en todas las conversaciones de sobremesa, poniendo el foco en el servicio de Sanidad y Consumo del Ayuntamiento de Málaga. Una tarea de inspección tan poco conocida como necesaria, como apunta la concejala del Área de Comercio, Elisa Pérez de Siles, que también llama a la calma al asegurar que decretos de cese como el de este reconocido establecimiento malagueño «no es lo habitual».

Según datos municipales, Sanidad y Consumo ha realizado 12.180 inspecciones desde el 2021 hasta la actualidad en establecimientos alimentarios, lo que incluye a la hostelería y la restauración, comercios de alimentación e industria de alimentación, un registro que va a parte de los controles permanentes que se desarrollan en matadero avícola.

De este trabajo de vigilancia resultaron 165 expedientes sancionadores por incumplir la normativa sanitaria.

Incidencias

Las principales incidencias que encuentra este cuerpo inspector en los establecimientos malagueños son una documentación incompleta sobre la gestión de la seguridad alimentaria; una inadecuada conservación y limpieza de locales, equipos y utensilios; deficiencias en el control de las temperaturas de los alimentos; deficiente etiquetado de los productos; deficientes hábitos higiénicos; y anomalías en el control de plagas.

Los chiringuitos de Pedregalejo, llenos

Los chiringuitos de Pedregalejo, llenos / Arciniega

En el caso del chiringuito de Pedregalejo que se ha cerrado, el servicio de Sanidad y Consumo constató una «manifiesta» falta de limpieza y mantenimiento de instalaciones; presencia «masiva» de cucarachas, «tanto vivas como muertas»; sin agua caliente sanitaria; malas prácticas de higiene y elaboración, como inadecuada descongelación de alimentos, alimentos sin protección en cámaras y sin fecha de elaboración; falta de inscripción en el registro autonómico; y falta de documentación.

Por estos motivos, este servicio municipal decretó el cierre inmediato del establecimiento como medida cautelar en coordinación con la Policía Local.

El servicio

El Servicio de Sanidad y Consumo del Ayuntamiento de Málaga está conformado por 13 inspectores para la vigilancia y control de los establecimientos alimentarios, además de un jefe de servicio y otros tres inspectores dedicados al control permanente en el matadero avícola.

También dispone de cinco empleados dedicados a tareas de tramitación, mediación o arbitraje de las quejas y reclamaciones de los consumidores.  En total, son 28 trabajadores.

Según informa el consistorio, se está reforzando el servicio, para lo que está previsto que «a corto y medio plazo la plantilla se duplique, es decir, se incremente con al menos otros 12 inspectores y veterinarios conforme a ofertas de empleo ya convocadas, reposición de jubilaciones y excedencias, y de acuerdo a lo previsto en el marco de la relación de puestos de trabajo (RPT)».  

Varios camareros jóvenes sirven a los clientes en las terrazas de los restaurantes en el Centro de Málaga.

Una terraza en un establecimiento del Centro de Málaga. / Álex Zea

Entre sus funciones están supervisar los registros y autorizaciones del local; comprobar las condiciones de las instalaciones, equipos, maquinaria y transporte: su correcto diseño, adecuación, mantenimiento y conservación; revisar las materias primas e ingredientes, y otros productos utilizados en la preparación y fabricación de los alimentos; evaluar la manipulación de alimentos y elaboración, almacenamiento y conservación de los productos finales, incluido el comportamiento higiénico de los manipuladores de alimentos, la correcta dotación de equipos higiénicos y sanitarios y de productos relacionados con la limpieza de los locales.

 Los inspectores revisan la trazabilidad de los productos alimenticios: facturas, albaranes, correcto etiquetado de los alimentos (incluyendo la información sobre alérgenos) y, en su caso, la distribución que han tenido y la documentación relacionada con los sistemas de gestión de la seguridad alimentaria: control del agua potable, plan de limpieza y desinfección, plan de control de plagas, plan de mantenimiento de instalaciones y equipos, control de temperaturas de conservación de los productos, plan de eliminación de residuos y todos los registros que se derivan de estos planes.

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