Málaga cede en mes y medio un tercio de toda su agua embalsada

Los siete embalses de la provincia malagueña han comenzado la segunda quincena de agosto al 20%. Es la media que presentan sobre su capacidad total, después de haber cedido unos 61 hectómetros cúbicos en las últimas seis semanas. Ahora mantienen 122 hectómetros que son unos 30 menos de los que sumaban hace justo un año.

La sequía ha forzado a prolongar las medidas de ahorro en plena temporada alta. La situación es grave, como señalan los técnicos de la Junta de Andalucía, y sólo hay garantías de suministro hasta el inicio del próximo invierno. Y eso que la comarca de la Axarquía ha impulsado medidas pioneras en España para reaprovechar en el regadío el 100% de las aguas recicladas procedentes de las grandes estaciones depuradoras de Vélez-Málaga, Rincón de la Victoria, Torrox o Algarrobo.

Pero con todo ese esfuerzo solidario, los recortes y restricciones como la imposibilidad de utilizar duchas o lavapiés en las playas, el ritmo de desembalse en plena temporada alta no dista mucho al de antes de la sequía actual. Es cierto que las autoridades han permitido, a diferencia del verano anterior, riegos de emergencia con agua embalsada tanto en la comarca de la Axarquía, como en el Valle del Guadalhorce, si bien es cierto que el cupo de visitantes que cada verano llega a la Costa del Sol no deja de subir.

Más visitantes

De hecho, el Aeropuerto Málaga-Costa del Sol ha vuelto en julio a superar todos los máximos de pasajeros y vuelos que en más de un siglo haya registrado. En algunas jornadas del mes pasado hubo más de 600 operaciones entre salidas y llegadas, de manera que se rozó la saturación de las instalaciones aeroportuarias, como el propio sector turístico señalaba hace apenas unos días a través de sus principales patronales.

No es menos cierto que Málaga es de las provincias más dinámicas del país en términos de crecimiento demográfico. Esa lucha contra la despoblación que en la provincia avanza de manera ejemplar, en contraposición a otros territorios, lleva pareja una constante necesidad de encontrar nuevos recursos. Y con tres ejercicios con lluvias por debajo de la media histórica, los motivos para que la preocupación crezca están más que justificados.

Estado de los embalses

Si el conjunto de los embalses malagueños ha cedido en mes y medio un tercio del agua almacenada, de manera que vamos camino de iniciar septiembre con niveles inferiores a los de antes de marzo pasado (cuando las lluvias de Semana Santa propiciaron un punto de inflexión positivo), hay pantanos que incluso han perdido porcentualmente una cuota bastante más elevada.

Por ejemplo, la presa del Limonero, situada en el término municipal de Málaga capital, ha pasado en mes y medio de encontrarse al 32% a situarse en el 17%. Ha perdido casi la mitad del agua almacenada, hasta quedarse en 3,9 hectómetros cúbicos frente a los 6,2 de hace justo un año. Y también ha cedido un 10% de su aforo el embalse de Casasola, ubicado en el término de Almogía. Ahora mantiene 5,4 hectómetros (25%) por los 7,2 de hace 12 meses.

A principios del verano, el embalse de Guadalteba aportaba 66 de los 185 hectómetros cúbicos que permitían afrontar con solvencia esta temporada alta. Pues bien, esta presa ha cedido en seis semanas dos tercios de ese caudal. Ahora se encuentra al 14%, con 21,6 hectómetros frente a los más de 54 de hace justo un año. Y en ese mismo porcentaje está la presa del Guadalhorce, que ha pasado de estar al 29,5% a mantener 16,4 hectómetros. La Concepción ha cedido otros seis hectómetros hasta situarse en el 54% y La Viñuela acumula 26 hectómetros (16%).

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