Mirando atrás

Ruiz de Luna: 15 años de un museo en la sala de espera

Este año se cumplen tres lustros de la adquisición municipal, para un futuro museo, de 336 piezas artísticas de la prestigiosa saga Ruiz de Luna de ceramistas de Talavera; afincada en Málaga desde 1962. La familia pide al menos al Ayuntamiento un lugar para que las piezas puedan rotar y contemplarse por fin

Foto familiar de los Ruiz de Luna hacia 1945, con (1) Juan Ruiz de Luna Rojas, (2) Juan Ruiz de Luna Arroyo, (3) Juanjo Ruiz de Luna Serrano y (4) Amparo Ruiz de Luna Serrano.

Foto familiar de los Ruiz de Luna hacia 1945, con (1) Juan Ruiz de Luna Rojas, (2) Juan Ruiz de Luna Arroyo, (3) Juanjo Ruiz de Luna Serrano y (4) Amparo Ruiz de Luna Serrano. / Archivo familiar

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

En noviembre de 2009, el Ayuntamiento de Málaga adquiría por 205.000 euros, 336 piezas artísticas de cuatro generaciones de los Ruiz de Luna, la famosa saga de ceramistas original de Talavera de la Reina (Toledo), una ciudad en la que, por cierto, en un antiguo convento agustino del XVII se encuentra el Museo Ruiz de Luna.

Entre lo adquirido a esta familia de grandes artistas, instalados en Málaga desde 1962, había murales, bocetos, cuadros, retablos, cerámicas; así como el histórico libro de firmas de la fábrica de Talavera, con dedicatorias de ilustres de la época como Mariano Benlliure, Miguel de Unamuno, Juan Belmonte, Valle-Inclán o Sorolla

Una de las piezas del fondo municipal, en la exposición temporal ‘Ruiz de Luna. De Talavera a Málaga’, celebrada enel MUPAM en 2016. En concreto, se trata de un medallón en relieve de inspiración italiana, realizado por Juan Ruiz de Luna Arroyo en los años 40.

Una de las piezas del fondo municipal, en la exposición temporal ‘Ruiz de Luna. De Talavera a Málaga’, celebrada en el MUPAM en 2016. En concreto, se trata de un medallón en relieve de inspiración italiana, realizado por Juan Ruiz de Luna Arroyo en los años 40. / Arciniega

El Consistorio anunció entonces que el museo para albergar esta adquisición se emplazaría en un edificio de nueva planta en calle Císter. Unos años antes, en las elecciones municipales de 2003, los populares ya prometieron el Museo de Cerámica Ruiz de Luna de Málaga. Este equipamiento cultural volvió a aparecer en el programa electoral de 2007, que precisaba que, «además de la exposición de piezas se incorporará al Museo un horno, para apreciar la manera como se realiza este tipo de artículos».

Como recuerda esta semana Juan Luis Sánchez Ruiz de Luna, sobrino y hermano, respectivamente, de los ceramistas Amparo y Carlos Ruiz de Luna, fallecidos en 2015, «cuando murió mi tía, el alcalde nos prometió en el cementerio, a los sobrinos que estábamos allí, que el museo iba a salir adelante»

Filtro con peana de los años 30, obra de Juan Ruiz de Luna Arroyo.

Filtro con peana de los años 30, obra de Juan Ruiz de Luna Arroyo. / Archivo familiar

Precisamente, Juan Luis Sánchez Ruiz de Luna fue el encargado de realizar en 2009 el catálogo de las 336 piezas para la compra por el Consistorio. Los nuevos fondos municipales explica que se enviaron al almacén del MUPAM.

Ahora, ante este patrimonio artístico que lleva tres lustros sin salir a la luz -con la salvedad de una exposición temporal en 2016 en el propio MUPAM, con una pequeña selección de piezas-, Juan Luis transmite al Ayuntamiento de Málaga el punto de vista de su familia: «Ya no aspiramos a tener un Museo Ruiz de Luna, pero sí a que, al menos, haya un sitio medianamente estable en el que las piezas se puedan ir viendo de forma rotatoria», remarca.

Amparo Ruiz de Luna, en su taller de calle Bodegueros, en 2013.

Amparo Ruiz de Luna, en su taller de calle Bodegueros, en 2013. / Arciniega

El resurgir de la cerámica

Como explica, la tradición de la famosa cerámica de Talavera de la Reina, que tuvo su auge durante los siglos XV y XVI, se perdió «con la Guerra de Independencia». 

A partir de ese momento, destaca Juan Luis Sánchez Ruiz de Luna, la alfarería quedó limitada a «cacharrería y botijos», pero se abandonó ya la vertiente artística. 

Sin embargo, en 1908, su bisabuelo, Juan Ruiz de Luna Rojas (1863-1945), en unión con Enrique Guijo puso en marcha la sociedad Ruiz de Luna, Guijo y Cía, para recuperar la tradición de la cerámica renacentista. «La primera fábrica fue el Alfar del Prado, llamado así por la Virgen del Prado, patrona de Talavera», cuenta su bisnieto.

Una de las salas del Museo Ruiz de Luna en Talavera de la Reina (Toledo).

Una de las salas del Museo Ruiz de Luna en Talavera de la Reina (Toledo). / Museo de Cerámica Ruiz de Luna

Convertido Juan en único propietario de la fábrica en 1915, su obra se fue extendiendo por España, Europa y América; sin olvidar la cita de la Exposición Iberoamericana del 29 en Sevilla, al tiempo que se dedicaba a formar técnica y culturalmente a sus trabajadores; una de sus mayores preocupaciones.

En 1942, mermado de fuerzas, dejó esta industria a sus hijos, entre ellos a Juan Ruiz de Luna Arroyo (1899-1980), quien entre sus maestros tuvo al pintor Joaquín Sorolla.

Traslado a Málaga

Como en 2013 contaba a La Opinión su hija Amparo Ruiz de Luna, su padre estaba asociado en Talavera con su hijo Juanjo (hermano de Amparo), uno de los artistas presentes en el fondo del Ayuntamiento. «Como ellos tenían mucho trabajo en la Costa del Sol, se vinieron aquí, a Málaga, porque además mi madre era sevillana y quería mucho a Andalucía».

Juan Luis Sánchez Ruiz de Luna recuerda que el primer taller en Málaga de su abuelo Juan Ruiz de Luna Arroyo «estaba en su casa en la Alameda de Colón». 

El prestigioso ceramista Juan Ruiz de Luna Arroyo.

El prestigioso ceramista Juan Ruiz de Luna Arroyo. / Archivo familiar

Tras la temprana muerte de su hijo Juanjo en 1966, cuatro años más tarde abrirá el taller definitivo en la calle Bodegueros. Su hija Amparo también se sumará a la empresa artística. «Yo iba a los talleres con mi familia cuando era chica y me ponía con el barro», contaba a La Opinión en 2013.

Amparo Ruiz de Luna se convirtió en una celebridad gracias a sus belenes verticales, un prodigio de arte y equilibrio. Con los años, se sumó al taller su sobrino Carlos, que combinó la tradición con la modernidad.

Carlos Ruiz de Luna, en pleno trabajo.

Carlos Ruiz de Luna, en pleno trabajo. / Archivo familiar

El Parque de Málaga, los Jardines de Pedro Luis Alonso, el zócalo del camarín de la Virgen de la Victoria, el desaparecido Café Central, el Parque de La Paloma en Benalmádena... La obra de los Ruiz de Luna se encuentra por toda la provincia, además de por toda España y numerosos países, China incluida. Dos años antes de su fallecimiento, Amparo Ruiz de Luna confesaba a este diario: «No quiero morirme sin ver antes el museo»

A lo largo de esta semana, este periódico intentó, sin éxito, que la concejala de Cultura o algún responsable del Área de Cultura respondiera a la familia Ruiz de Luna. 

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