"Calculamos que el IMEC abrirá en 2028 o 2029; es un centro que generará aún más atracción tecnológica hacia Málaga"

El presidente y director ejecutivo del prestigioso IMEC de Lovaina (Bélgica), Luc Van den hove, ha sido uno de los grandes protagonistas del acto de apertura del ‘Global Photonics Economic Forum’, un foro que reúne durante dos días en Málaga a las principales empresas del emergente sector de la tecnología fotónica. Van den hove ha hablado sobre los retos de la industria de los microchips y su relación con la fotónica y ha hecho también algunas referencias al futuro centro que el IMEC (siglas en inglés del Centro Interuniversitario de Microelectrónica) abrirá en el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA), lo que situará a Málaga entre los grandes referentes europeos del campo de la microelectrónica. En esta entrevista con La Opinión de Málaga, explica las claves de la elección de la capital malagueña y algunos detalles de este ambicioso proyecto. 

La primera pregunta, teniéndole a usted aquí, es fácil, ¿por qué han elegido a España, y en concreto, a Málaga, como la primera fábrica que el IMEC va a abrir en el mundo al margen de su sede de Lovaina?

Actualmente, con la Ley de Chips europea, hay una atención y una conciencia general de que la tecnología de los microchips se ha vuelto estratégicamente muy importante y, por eso, creo que hay muchos países que realmente quieren involucrarse fuertemente en este campo. España también quiere tener su propio negocio de microchips para tener parte en este ámbito. El IMEC tiene su ubicación principal en Bélgica, pero debido tras el Acta Europea de Chips, realmente queremos posicionarnos en otros países para ser todavía más un actor líder europeo en este ámbito. Ahí es donde hemos encontrado una conexión y un gran interés por parte de España. Ha sido una alianza muy buena para ambas partes: por un lado, nuestra necesidad de posicionarnos más en el contexto europeo y, por otro, el deseo de España de estar en el sector de los microchips. El IMEC ya otras ubicaciones en Europa y fuera de ella. Tenemos una presencia importante también en los Países Bajos y centros de diseño en Cambridge (Gran Bretaña) y EEUU. Pero el futuro centro de Málaga será el primero en el que tengamos una infraestructura de fabricación externa fuera de Bélgica.

¿Qué les atrajo de la ciudad?

¿Por qué Málaga? Bueno, pues porque realmente analizamos múltiples ubicaciones, pero tenemos la impresión de que Málaga realmente se está convirtiendo en un lugar muy pujante, con un compromiso muy fuerte para atraer talento y construir un ecosistema en este dominio de alta tecnología. Estamos muy impresionados con el ecosistema que se está construyendo en la parte tecnológica. Hay un compromiso muy fuerte por parte del Gobierno central, de la Junta de Andalucía y del Ayuntamiento de Málaga. Y hemos encontrado esa combinación muy atractiva. Hemos mirado en otros países, pero vemos que España quiere ser uno de los grandes actores en este campo, también con el PTA de Málaga y sus empresas. Todo está a un nivel muy alto para que podamos llegar e instalar una fábrica aquí.

La Junta adquiere los terrenos del PTA que albergarán el centro de microelectrónica IMEC

Ha destacado la importancia del ecosistema tecnológico de Málaga. Grandes empresas como Google han llegado en los últimos años. Todo eso es importante, supongo.  

Sí, el ecosistema es muy importante y creemos también que aquí hay una visión muy fuerte y compromiso de las administraciones. Cuando combinas ambas cosas, eso crea una fuerza muy buena para que seamos un pilar que se suma a todo lo que ya se ha hecho. Con el IMEC, pensamos que va a haber una oportunidad para crear aún más atracción de iniciativas de alta tecnología. Vamos a invertir y ser parte del ecosistema de Málaga.

¿Fue entonces una decisión fácil elegir este emplazamiento?

Sí, creo que fue una elección bastante obvia y fácil. Por supuesto que hay más países que están dando alta prioridad a la tecnología de chips en Europa como Bélgica, Francia y Alemania, pero está claro que España también le ha dado una prioridad máxima, asignando una parte muy significativa del presupuesto europeo a este campo. España también es un país muy agradable; nos gusta el clima, nos gusta la buena comida, nos gusta la gente, así que creo que no tendremos problemas para encontrar suficiente gente para venir a trabajar al IMEC de Málaga (ríe). Eso es también muy importante.

¿Cuáles son los retos en los próximos años de la industria de los microchips y cómo contribuirá a resolverlos el IMEC de Málaga?

Los objetivos de la futura industria de los semiconductores son casi infinitos porque las aplicaciones son infinitas. Ahora estamos viendo el aumento masivo de la Inteligencia Artificial (IA) pero creemos que habrá muchas nuevas oleadas de aplicaciones en el dominio de la Realidad Virtual (VR) o Realidad Ampliada (AR) o en el ámbito de la salud. Recientemente también hemos visto muchas aplicaciones automotrices (industria de la automoción y la movilidad) que requerirán de innovaciones tecnológicas. En Bélgica trabajamos con nuestra línea piloto, pero muchas estas aplicaciones utilizarán nuevos materiales, nuevos sustratos y esto es lo que queremos hacer aquí, desde Málaga: habilitar estas futuras aplicaciones en AR, VR y salud. Así, el IMEC de Málaga contribuirá al crecimiento de las tecnologías de microchips en otros sectores. 

Málaga transformará una de sus incubadoras en un laboratorio de microelectrónica vinculado al IMEC

¿Hay estimación de cuándo podría estar en funcionamiento?

A nosotros nos gustaría que fuera lo más rápido posible, pero depende también de los plazos y permisos de las administraciones para que arranque la construcción del proyecto. El año que viene se podría empezar el diseño del centro y lo que necesita. Pero para que la construcción de la fábrica esté terminada pueden pasar tres o cuatro años más, por lo que será para 2028 o 2029. Eso no significa que vayamos a estar parados todo este tiempo: comenzaremos en paralelo el desarrollo de talentos y la capacitación de personas para poder arrancar antes incluso de la que la factoría esté lista.

Se habla de unos 450 empleos, ¿será más o menos esa cifra?

Bueno, dependerá mucho exactamente de la velocidad a la que crezcamos. El equipo inicial cuando abra la fábrica estará formado por unas 100 personas, pero, por supuesto, en los años siguientes seguiremos creciendo. Trabajaremos con la Universidad de Málaga para tener doctores que puedan unirse a nosotros.

¿Y se tiene idea ya la inversión que será necesaria?  

De eso preferimos no comentar nada aún, porque depende de muchos factores.

Suscríbete para seguir leyendo