Medio Ambiente
¿Está Málaga a salvo del Guadalmedina?
El ingeniero técnico industrial y académico de Ciencias Manuel Olmedo, coordinador de las fuerzas de salvamento en las inundaciones del 89, vuelve a cuestionar que no se tomen más medidas hidrológicas en el río, en este contexto de cambio climático, para evitar una avenida extraordinaria que anegue Málaga. En 2023 presentó una solución técnica.

El Guadalmedina, durante las inundaciones de noviembre de 1989. / La Opinión
Si se llegara a ejecutar el Plan Litoral sin tomar antes medidas preventivas en el Guadalmedina, en caso de una avenida extraordinaria, «lo primero que se inunda es el paso inferior del Paseo de los Curas, además del aparcamiento de la plaza de la Marina, y la inmensa mayoría de aparcamientos próximos al río», advierte Manuel Olmedo Checa.
Este académico de Ciencias e ingeniero técnico industrial lleva casi medio siglo -desde 1975- estudiando el río Guadalmedina. Además, mientras trabajaba en el departamento de Proyectos y Obras de la Gerencia de Urbanismo le sorprendieron las inundaciones de 1978, en plena tarea en el arroyo de los Ángeles. «Vino una avalancha y las piezas metálicas que soportaban los cajeros y el techo del encauzamiento taponaron al minuto: el agua se fue, casi en su totalidad, al barrio de La Trinidad», recuerda.
Años más tarde, en noviembre de 1989, coordinó a unos 3.000 hombres, entre personal municipal y del Ejército, durante las famosas inundaciones del otoño. Como recuerda, «entre el 14 de noviembre y el 8 de diciembre se desbordaron en seis ocasiones todos los arroyos del término municipal de Málaga y el río Guadalhorce».
El Guadalmedina, recuerda, ese martes 14 de noviembre del 89 «venía de banda a banda, aunque su nivel no es el que tiene hoy; y venía así, sólo con las aportaciones de los arroyos de la margen derecha, porque el río, curiosamente, fue la línea divisoria entre la zona en la que llovió y la que no. Además, el aliviadero del Limonero no entró en servicio porque la presa, por fortuna, estaba vacía a causa de una sequía importante antes; pero es que además, no llovió en la cuenca del Guadalmedina».
El ingeniero técnico industrial, autor en 2000 de la publicación ‘Guadalmedina vs. Málaga’, editada por la entonces Sociedad Malagueña de Ciencias, ya abogaba ese año por una solución hidrológica para el río. El cambio climático, advierte, hace que urja una solución.

Manuel Olmedo, junto al cauce del Guadalmedina, el año pasado. / A.V.
Los puentes plaza
Por eso, considera que el proyecto de los puentes plaza «es muy bueno y el alcalde hace lo que puede: solucionar la cara externa del Guadalmedina, porque la interna no es de su responsabilidad».
Por este motivo, recalca que la solución hidrológica «es un problema del Gobierno central y la Junta de Andalucía», al tiempo que se pregunta cómo, hace 24 años, Celia Villalobos pudo presentar un plan Guadalmedina que planteaba una respuesta al riesgo de avenida; en ese caso un túnel de 11 km. y 10 metros de diámetro al Peñón del Cuervo, como aliviadero del embalse del Limonero, «y que tenía toda la fiabilidad técnica del mundo, realizado por el ingeniero de Caminos José Luis Manzanares». El plan, sin embargo, se guardó en un cajón.
Manuel Olmedo asegura además sentirse muy preocupado por un estudio encargado el año pasado por la Junta de Andalucía, que daba al Guadalmedina, sumados todos los arroyos, unos 400 m3 por segundo de capacidad. Sus cálculos personales difieren por completo de este informe: en una entrevista concedida el año pasado ya sostuvo que, sumados todos los arroyos y el alivio del embalse, podría llegarse a los 850m3 por segundo, en un cauce que sólo podría conducir 600 m3.
‘Morning glory’
En su opinión, la solución más barata y eficiente sería construir dos aliviaderos independientes tipo ‘morning glory’ en el embalse del Limonero, con salida del agua cauce abajo, mediante un túnel bajo el Guadalmedina. Esta propuesta la presentó el año pasado con el aval de cinco ingenieros y dos arquitectos.
«En Noruega se cayó una presa el año pasado; acaba de haber graves inundaciones en Centroeuropa y en Estados Unidos han tenido, en estos últimos 15 días, 600 muertos y se declaró el estado catastrófico en siete estados. Esto es lo que tenemos. Por eso, tengo la responsabilidad moral de ponerlo encima de la mesa», remarca.
Y una última apreciación: si todo es tan seguro, Manuel Olmedo considera «una contradicción» de la propia Junta, el que el embalse del Limonero cuente con una sirena , «para avisar» en caso de algún problema o urgencia. «¿Cuando debería pitar?», se pregunta.
Respuesta de la Junta
Fuentes de la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul respondieron el pasado viernes al académico malagueño y aseguraron que «el diseño de la presa y su aliviadero, así como las normas de explotación del embalse, proporcionan la suficiente garantía para la gestión de las avenidas extraordinarias que pudieran producirse».
Estas fuentes se remitieron al ya mencionado estudio de 2023 , titulado en concreto ‘Informe sobre máxima avenida de diseño a utilizar en el encauzamiento del río Guadalmedina a su paso por la ciudad de Málaga», y remarcaron que la Junta de Andalucía «se basa en sus conclusiones».
Por último, indicaron que la presa del Limonero «se mantiene baja para tener más capacidad para absorber las crecidas tras las lluvias intensas».
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