Servicio funerario  

Ser enterrado es más barato que ser incinerado: casi 300 euros menos

Málaga cuenta con un espacio especial para el depósito de cenizas en Parcemasa, el Jardín del Recuerdo, un espacio natural donde las familias pueden plantar un árbol en memoria de su ser querido

Los malagueños prefieren ser incinerados a enterrados.

Los malagueños prefieren ser incinerados a enterrados. / Álex Zea

Chaima Laghrissi

Chaima Laghrissi

Desde enero hasta el 6 de noviembre de este año, Parcemasa, la empresa funeraria de Málaga, ha registrado un total de 4.209 servicios funerarios, con un predominio claro de las cremaciones sobre los entierros.

De estas cifras, 3.576 fueron incineraciones, lo que representa un notable 84% del total, mientras que las inhumaciones fueron 633, apenas un 15% del total de servicios funerarios. Estos datos reflejan la creciente preferencia de los malagueños por la incineración en lugar del entierro, una tendencia que se ha consolidado en la última década. La creciente preferencia por la incineración en Málaga está en sintonía con la tendencia general en España, donde, según el III Observatorio de los Servicios Funerarios (OSF), elaborado por Sigma Dos, el 77,7% de los españoles también opta por la incineración.

Este estudio que contó con una muestra de 2,150 personas mayores de 40 años residentes en España, resalta la transformación en las costumbres funerarias y de despedida. Más de tres cuartas partes de los encuestados, el 77,7%, prefieren la cremación frente a la inhumación. De aquellos que eligen la incineración, un 74,2% desea que sus cenizas sean esparcidas en un entorno natural, mientras que un 17,1% opta por conservarlas en un columbario o nicho.

Málaga, en particular, cuenta con un espacio especial para el depósito de cenizas en Parcemasa, el Jardín del Recuerdo. Este es un espacio natural donde las familias pueden elegir un árbol entre los ejemplares existentes o plantar uno nuevo en memoria de su ser querido. En los últimos años, ha crecido notablemente la venta de concesiones de parcelas en este jardín, y entre las especies de árboles más solicitadas destaca el olivo, símbolo de fortaleza y longevidad.

MLG 01/NOVIEMBRE/2018.- CEMENTERIO DE PARCEMASA. .-ARCINIEGA

Según la OCU organizar un funeral en España tiene un coste medio de unos 3.700 euros. / ARCINIEGA

Personalización

Las preferencias funerarias no solo han cambiado en cuanto a la forma de despedir a los seres queridos, sino también en cómo se llevan a cabo los velatorios. El 89,2% de los encuestados en el informe del OSF considera el velatorio como un homenaje a la vida del fallecido.

Además, un 83,8% opina que estos deben personalizarse para reflejar los gustos y la personalidad de la persona que se ha ido. Entre las opciones preferidas están la música que le gustaba al fallecido, que cuenta con la aceptación del 66% de los participantes, y la proyección de álbumes fotográficos digitales que honran su memoria.

La digitalización, además, se consolida como un área de innovación en el sector funerario. Según el estudio, un 70% de los encuestados consideraría útil un servicio para eliminar la huella digital del fallecido y un 34% contrataría uno para gestionar su despedida en redes sociales. En un sentido más amplio, un 41% de los encuestados piensa que los servicios funerarios deberían integrar aún más tecnología para responder a las necesidades de las familias de manera moderna y accesible.

Atención psicológica

En este contexto de cambio y personalización, Parcemasa destaca también por un servicio único en el país: la atención psicológica gratuita para familiares que atraviesan un proceso de duelo. Desde su implementación, ha sido una ayuda invaluable para muchas familias malagueñas, quienes encuentran en el apoyo profesional un recurso necesario para afrontar la pérdida.

Ser incinerado es más barato que ser enterrado: casi 300 euros menos

Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), organizar un funeral en España tiene un coste medio de aproximadamente 3.700 euros. Sin embargo, esta cifra puede incrementarse notablemente si se incluyen servicios adicionales o en función de la ciudad donde se realice la ceremonia.

En Málaga, la inhumación es más barata que la cremación. Un entierro ronda los 551 euros, frente a los 802 euros que cuesta la cremación.

Entre los distintos elementos del servicio funerario, como las flores, la cremación o el uso de tanatorio, el gasto más significativo es el del ataúd. Un modelo básico suele rondar los 1.200 euros. También el coste del cementerio (inhumación y tasas de alquiler) es considerable, alcanzando una media superior a los 660 euros, lo cual lleva a algunas personas a optar por la incineración, una opción más económica que tiene un precio medio de poco más de 600 euros.

El alquiler del tanatorio es otro gasto a tener en cuenta, con un coste medio de unos 500 euros. Además, otros servicios adicionales como las esquelas, las flores (una corona mediana cuesta más de 100 euros), el coche fúnebre o la preparación del cuerpo pueden impactar aún más en el presupuesto final. Una opción para reducir estos gastos pasa por donar el cuerpo a la ciencia sin recuperarlo para darle sepultura. Esta opción permite evitar los gastos de entierro. Los gastos no terminan con el entierro o la incineración. Después también habrá que hacer frente al pago de impuestos.

Por un lado, es necesario presentar la declaración de la renta de la persona fallecida. Además, este tipo de declaraciones tienen la peculiaridad de que no pueden presentarse de forma conjunta. La persona fallecida tributará individualmente salvo que falleciese el 31 de diciembre. La obligación de presentar el IRPF recae sobre sus herederos y la normativa para estar obligado a declarar en la renta es la misma que para cualquier otra persona. Por eso, es habitual que los fallecidos no tengan que rellenar el IRPF.

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