Los Desayunos de La Opinión
Campos de golf: cada vez más sostenibles y en busca de rentabilidad y nuevos públicos
Expertos reunidos por La Opinión debaten acerca de la gestión de estos recintos deportivos en la actualidad mientras luchan para quitarse "etiquetas" sobre el uso del agua y otros aspectos que perjudican la imagen que se tiene de este deporte

Francisco Aymerich, Ángel Acha, Germán Bautista y Álvaro Aymerich| / ÁLEX ZEA

La situación actual que atraviesa el segmento del golf en el contexto turístico y económico de la Costa del Sol; la evolución en la gestión de los campos de golf; las iniciativas que pretenden acercar a este deporte a las nuevas generaciones y al aficionado local; las controvertidas medidas en el uso del agua para el riego de los campos; la aplicación de medidas sostenibles en los mismos, la relación con las diferentes administraciones y algunas de las principales reivindicaciones de los campos de golf de la provincia a corto y medio plazo fueron algunos de los temas a debate en una nueva edición de los Desayunos de La Opinión.

Los invitados al debate, en un momento del mismo. | | ÁLEX ZEA
Acudieron al encuentro de nuestro periódico Ángel Acha Sánchez, director general del Grupo Guajes, propietario de Añoreta Golf; Germán Bautista Santamaría, director corporativo del Grupo Guajes; Ignacio Sánchez, director del Real Club Guadalhorce; Francisco Aymerich, director general y presidente de Alhaurín Golf y Álvaro Aymerich, director de Operaciones de Alhaurín Golf.
La primera cuestión fue dimensionar el papel de la actividad golfística en el conjunto de la economía y el turismo malagueño, un deporte con dos vertientes muy diferenciadas. Por un lado, la parte deportiva que genera mucha satisfacción en los usuarios y calidad de vida porque ayuda a la salud. Francisco Aymerich recalcó que el golf "también es un creador de valor, de valor básicamente externo desde el punto de vista turístico e inmobiliario" . Para el director de Alhaurín Golf "hay que entender el golf no sólo como un deporte, sino como una industria que tiene el problema de que es una industria que genera mucho hacia afuera y poco hacia adentro. Es decir, es una actividad que requiere muchos recursos, mucha inversión, que no tiene gran rentabilidad pero sin embargo genera mucho al vecino, al sector turístico y al inmobiliario".
Para Ángel Acha, de Añoreta Golf, este deporte ha servido para "ayudar a la desestacionalización del turismo gracias al gran trabajo, entre otros, de Turismo Costa del Sol, de la Diputación malagueña. El problema -continuó Acha- es que el golf no es reconocido como una industria porque genera valor a terceros: de cada 10 euros que destina el turista solo uno va destinado al campo", comentó.
Ignacio Sánchez, del Real Club Guadalhorce, coincidió con Acha en el tema de la desestacionalización y destacó que "el golf es un motor fundamental en la Costa del Sol y el flujo constante de jugadores, que es brutal en toda la costa, hace que muchísimos campos puedan sobrevivir".
Una gestión más transversal
Los campos de golf han ido evolucionando con el paso de los años al igual que ha cambiado su manera de gestionarlos: se ha pasado de una gestión eminentemente deportiva a otra más transversal con un alto grado de profesionalización. "La gestión evoluciona en función de quién esté detrás", señaló Ángel Acha, quien dijo que normalmente los propietarios de campos también tienen otras propiedades "porque no podrían subsistir si fuera su única vía de ingreso". El representante de Añoreta Golf comentó que esa profesionalización ha traído "mucho más análisis de experiencia de clientes como de procedimientos internos. Antes, el gerente iba más por el campo y por el juego y ahora va más por el servicio al cliente y en busca de ellos para que el negocio funcione".
Ignacio Sánchez se refirió a la gestión de un campo comercial con la de un campo social: "La gestión como tal es relativamente parecida. Al final el gestor tiene que pensar que el club tiene socios y tiene jugadores. La evolución de la sociedad ha provocado que el hecho de ir a un campo de golf sea muy diferente ahora de lo que era hace años. Ahora impera la comercialidad y la búsqueda del cliente externo", aseguró.
Otro de los puntos de debate fue dilucidar cómo se puede captar a un cliente más joven, no tan volcado en el turista extranjero, quizá con menos poder adquisitivo para romper ese estereotipo que indica que el golf es un deporte para ricos.
Las estadísticas dicen que sólo un 0,6% de la población española ha jugado alguna vez al golf, una cifra muy alejada de la que se da en otros países como Gran Bretaña y EEUU, donde las cifras alcanzan hasta el 9 y el 16%, respectivamente. "Desde el punto de vista del turismo, el golf va viento en popa, sobre todo en la Costa del Sol, la llamada Costa del Golf, pero si miramos datos de licencias federativas tenemos en España bastantes menos que hace una década, en 2014", subrayó Francisco Aymerich, quien hizo hincapié en la necesidad de mejorar la comunicación externa para transmitir la idea de que por poco dinero se puede practicar el golf: "Hoy en día se puede jugar al golf en un campo pequeño por 15, 25 o 35 euros. El golf es más barato que la caza, la hípica y mucho más barato que el esquí" .
Para Ángel Acha el mayor problema en este sentido es la dificultad que entraña este deporte. "El golf es un deporte difícil de jugar. Y qué ocurre, que mucha gente se inicia y rápidamente lo deja". Acha apostó por la iniciación grupal a edades tempranas y citó un caso de éxito de un acuerdo que tiene Añoreta Golf con un colegio cercano al recinto deportivo y que se ha traducido en la obtención de varias becas para jugar en los EEUU por parte de algunos de los estudiantes.
Un deporte muy saludable
Ignacio Sánchez cree necesario "abrir los campos a la gente" a través de diferentes programas, actividades y jornadas de iniciación que ya están funcionando en Málaga. "El golf es un deporte saludable en el que puedes ir con diferentes generaciones de una familia a practicarlo y en el que un jugador mejor puede jugar contra otro menos bueno porque existen unas reglas que le ayudan a que compitan en igualdad de condiciones".
Quizá uno de los aspectos de los que más se está hablando en los últimos tiempos es la compatibilidad de la actividad golfística con preceptos sostenibles, de respeto al medioambiente donde la gestión del agua, ese bien tan escaso en territorio malagueño, ha dañado mucho a la imagen de los campos de golf, acusados en muchas ocasiones de derrochar este elemento tan valioso.
Aymerich señaló una triple vertiente hablando de sostenibilidad: ambiental, económica y social. Desde el punto de vista social "el golf aporta empleo directo, indirecto y mucho valor social a los municipios que albergan campos de golf". En la económica, según el responsable de Alhaurín Golf queda mucho por hacer porque la mayoría de los campos estaban ligados a promociones inmobiliarias que una vez superado el periodo de comercialización, con éxito algunas y otras no, han hecho proliferar los denominados "campos zombis", en su mayoría, propiedad de los bancos. El responsable de Alhaurín indicó respecto al uso de aguas regeneradas para el riego que, de momento en su campo, siguen regando con aguas subterráneas, no aptas para el consumo humano porque han tenido que asociarse con comunidades de regantes para poder financiar entre todos la acometida de la estructura que les conecte con la depuradora más cercana para empezar a regar con regenerada.
Para Aymerich, respecto a la sostenibilidad medioambiental "hay una concienciación enorme que en muchos campos hace que se vaya por delante incluso de los requerimientos que la Ley impone". Y alabó el progreso en la labor de los greenkeepers, los profesionales que se encargan del mantenimiento de los campos.
Ángel Acha reivindicó "que todos los campos, por igual, deberían cumplir con la normativa medioambiental que ordena la Administración, y quien lo incumpla debería tener consecuencias". "En el año 2000 -afirmó Ángel Acha- fuimos el primer campo de golf de toda la provincia de Málaga en regar con agua regenerada gracias a la conexión que hicimos con la depuradora, lo que nos supuso una inversión muy importante que arrastramos durante muchos años y que nos supuso un descenso en los ingresos".
Medidas sostenibles
Ignacio Sánchez, del Real Club Guadalhorce, afirmó que en su club, "paulatinamente, vamos incorporando acciones y medidas para ser más sostenibles. Ya tenemos una planta fotovoltaica que genera entre 80 y 100 kilovatios y en la que ya generamos la energía que necesitamos para el funcionamiento del campo". Respecto al tema del riego, en Guadalhorce, Sánchez afirmó que están tratando de reducir las zonas regables para que sean las menores y solamente las que afecten al juego. "Al final lo que andamos buscando en un futuro cercano es que el campo sea sostenible por sí solo", aseguró Sánchez.
Tras hablar de la sostenibilidad, el debate se trasladó al análisis de las relaciones entre las administraciones y el sector del golf. Ángel Acha calificó de "un ejemplo no sólo para Europa sino para el resto del mundo" cómo se ha gestionado el nivel de colaboración entre el sector del golf y las instituciones públicas, sobre todo la Diputación malagueña a través de Turismo Costa del Sol y los ayuntamientos donde se sitúan los principales campos de golf de la provincia, "que entendieron desde el primer momento que si no van de la mano la parte pública y privada esto no funciona y se tardarían muchísimos años en construir un destino consolidado en materia de golf como es la Costa del Sol".
A pesar de este panorama de intenso trabajo conjunto entre las instituciones y el sector del golf, los contertulios señalaron que todavía quedan grandes cuestiones pendientes que afectan frontalmente al desarrollo de este segmento como es denunciar "que tenemos al no ser considerados una industria y por lo tanto no formar parte del sector turístico. Esta circunstancia provoca que el IVA del golf sea del 21% mientras que en el sector turístico es del 10%, por lo que el golf está soportando más del doble de lo que soporta el resto del sector turístico", denunció Ángel Acha.
"El IVA es muy importante para poder seguir siendo motor de la industria turística. Cada año la cifra de visitantes aumentaba y nos destacábamos respecto a otros destinos, pero ahora hay destinos resurgiendo y otros emergentes y el IVA va a ser determinante. No reclamamos la bajada para ganar más dinero sino para ser más competitivos y mejorar nuestro producto y apostar más por la calidad y no tanto por la cantidad", dijo.
Para Francisco Aymerich, otra cuestión a estudiar es el cuantioso IBI que pagan estas superficies deportivas "que se está aplicando más por superficie que por otra cosa, con lo que estamos pagando unas cantidades desorbitadas sin que se tenga en cuenta que este recinto deportivo solo tiene una única posibilidad de explotación".
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