Entrevista | Rafael Sánchez Durán Director general de Endesa en Andalucía, Extremadura, Ceuta y Melilla

«Para traer el IMEC a Málaga fue clave la garantía de un suministro eléctrico independiente en Campanillas»

"El IMEC, con una petición de potencia equivalente a la de una ciudad de entre 60.000 y 75.000 habitantes, tendrá un sistema exclusivo en la subestación de Campanillas para aislarlo de cualquier perturbación de la red"

El director general de Endesa en Andalucía, Extremadura, Ceuta y Melilla, Rafael Sánchez Durán.

El director general de Endesa en Andalucía, Extremadura, Ceuta y Melilla, Rafael Sánchez Durán. / L. O.

José Vicente Rodríguez

José Vicente Rodríguez

Rafael Sánchez Durán, director general de Endesa en Andalucía, Extremadura, Ceuta y Melilla desde agosto de 2020, comenta en esta entrevista con La Opinión de Málaga la situación actual de las redes de distribución eléctrica y la necesidad de aumentar su capacidad de potencia para absorber el gran volumen de peticiones de nuevos proyectos industriales y residenciales que van a llegar la provincia. Sánchez Durán es también presidente de la Comisión de Energía de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) y vicepresidente de Economía Circular en la Fundación Innova IRV, institución que ha sido clave en el futuro desembarco del prestigioso centro IMEC de Lovaina (Bélgica) en el Málaga TechPark (PTA), donde abrirá un centro de diseño de microchips para 2028 o 2029.

Las solicitudes de nuevos suministros de energía eléctrica gestionadas por e-distribución, la filial de redes de Endesa, están creciendo este año a su ritmo más alto desde el fin de la pandemia. En los nueve primeros meses de 2024, en la provincia de Málaga se han gestionado más de 8.300, ¿hay repunte de la demanda en España? 

Lo que estamos viendo a nivel peninsular es que el agregado de demanda eléctrica hasta octubre está prácticamente plano (asciende a un 0,9% respecto al mismo periodo del año anterior); no hay crecimientos tras fenómenos como la pandemia, la Guerra en Ucrania o incluso la propia crisis del 2008. La demanda eléctrica no está creciendo al ritmo que necesita el proceso de la transición energética por diversos motivos. Sin embargo, la Costa del Sol es una de las zonas de mayor crecimiento en los últimos lustros dentro del territorio andaluz. Como dato de referencia, la demanda subió este verano un 6% sobre el verano de 2023, lo que es un síntoma de la salud de la zona tanto en la atracción de industrias o empresas electrointensivas como también de población, con un efecto llamada por esa reindustrialización. Son más de 200 solicitudes semanales: peticiones de nuevos suministros para promociones de vivienda, empresas que recalan en la provincia... Son noticias muy positivas, que reflejan un claro elemento de atracción.

Crece además la potencia asociada a esas solicitudes de nuevas instalaciones. Apuntan ustedes a la necesidad de ampliar la capacidad de la red eléctrica.

Correcto. Hay zonas que tienen ya una problemática de capacidad importante, y lo estamos sufriendo precisamente en la Costa del Sol. Este verano ha sido un momento crítico porque se están esperando unos activos de la red de transporte en la parte occidental, en Benahavís, donde tenemos una infraestructura ya terminada, con cuatro líneas de 66 kilovoltios y una subestación transformadora. Eso nos está frenando la posibilidad de crecimiento en estos momentos. Así que hemos pasado una consulta a la CNMC donde le pedimos instrucciones, porque hasta que esa subestación de transporte de Red Eléctrica no esté implementada en la zona, todo lo que estamos dando se puede decir que es como a crédito. Es decir, que podemos dar un nuevo suministro que, en momentos de punta de consumo, no tenga asegurado el dimensionamiento adecuado de red. De hecho, eso está frenando cinco o seis proyectos en esa zona que, por el tamaño de potencia que piden (todos por encima de los cinco megavatios) están sujetos a la necesidad de esa subestación.

¿Qué tipo de proyectos son? 

En el actual plan estratégico de Endesa queremos que la red no sea un problema. Me explico. Estamos viendo el fenómeno de las fuentes de energía renovables (solar, eólica e hidráulica) que reducen la dependencia de combustibles fósiles (petróleo y gas), pero hace falta que esa energía no solo se produzca, sino también que se consuma. Y el elemento fundamental es la red. Es decir, si tengo muchas renovables pero no soy capaz de encontrarles una conexión a grandes proyectos electrointensivos, la generación fotovoltaica pierde valor. ¿Qué propone Endesa? Que si el cuello de botella son las redes , hay que aumentar las inversiones. Hemos presentado un plan en España de 9.600 millones de euros para 2025-2027, con un aumento del 8% respecto al plan anterior. Pero lo verdaderamente importante es que en ese plan las redes de distribución crecen un 45%.

Inversiones "anticipatorias" en Andalucía

¿Qué le están pidiendo en este sentido al Gobierno?  

En España siempre hemos crecido en el campo energético de forma vegetativa, con un índice que autoriza al Ministerio y que depende del PIB. Así, en condiciones normales, no necesitas de grandes infraestructuras, pero la realidad es que España es un país de destino de inversiones. Hay muchísimos proyectos internacionales que quieren venir, pero se encuentran con este cuello de botella para conectar la fábrica ¿Qué planteamos al Ministerio? Que siga planificando el ritmo tradicional pero que nos deje anticipar inversiones para esta transición hacia lo renovable. Así, si viene una fábrica que necesita 50 megavatios, se la podrá atender aunque no sea en el sitio que inicialmente preveía. Pensamos que estas inversiones anticipatorias podrían llegar a los 4.000 millones de euros en ese horizonte 2025-2027. Y Andalucía podría llevarse el 40%-50% de esas cantidades para planificar esta reindustrialización y no perder oportunidades. A nosotros, lo que no nos gusta es rechazar proyectos. Y es un poco lo que está pasando en el sector. Lo peor que se puede encontrar un industrial es que le digas que no puedes enchufar su proyecto. Se están perdiendo oportunidades, cuando somos una tierra rica en sol y energías renovables.

El Gobierno está tramitando una nueva planificación de la red de transporte de energía eléctrica para el periodo 2026-2030 ¿Espera que se atiendan las necesidades?

Sí, ese es el marco. Red Eléctrica es también un peticionario, igual que nosotros. Ellos piden para la alta tensión y nosotros pedimos para la media tensión. Pero todos vamos con la misma dirección. El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, en su horizonte hasta el 2030, establece un volumen de inversiones que es el doble de lo que se esté invirtiendo ahora mismo. O sea, que el plan está bien, pero de lo que se trata es de cumplirlo. Tenemos aún un largo recorrido para hacer la transición energética, no solo desde el punto de vista de las energías que se generan, sino también desde el lado del consumo. Lo que puede pasar al final es que se ralentice el ritmo de despliegue de las renovables porque le falta demanda a la que aportar esa energía renovable.

¿Todos los nuevos proyectos piden energía renovable?

Todos piden mucha potencia y energía renovable y barata, que es también un componente fundamental. Y por una razón muy sencilla. En Andalucía, en latitudes como la de Málaga, por cada metro cuadrado de suelo de placa fotovoltaica, estamos produciendo casi 5 kilovatios/hora al día. Eso hace que seas capaz de ofrecer el doble de energía que en Alemania. Un industrial que viene a una zona va buscando dónde la misma tecnología produce más. Es algo que ayuda enormemente en la conversación con los proyectos que puedan venir.

El caso de Antequera

Antequera es una de las zonas con más demanda. Se habla del interés del sector de Data Center o del hidrógeno, por ejemplo, tras la apertura del Puerto Seco en la primera parte de este año.  

Sí, lo que ocurre es que algunos de los proyectos que se plantean tienen más credibilidad que otros. Si alguien quiere ampliar una fábrica y necesita más consumo eléctrico, para nosotros eso tiene una credibilidad del 100%. Sin embargo, los proyectos de centros de datos o de plantas de hidrógeno van dando vueltas y no aterrizan. Esas peticiones las hacen en Antequera como también, por ejemplo, en Zaragoza. Entonces hay que aplicarles un factor de incertidumbre; no son propuestas tan firmes como la que mencionaba antes de una fábrica que se amplía. Si a un proyecto de centro de proceso de datos le dices que vas a tardar dos años en darles los megavatios que pide, pues automáticamente se van a pedirlos a otro país por si se los dan antes. 

Entiendo que necesitan antes un compromiso de esos proyectos para tomar sus peticiones en valor. 

Así es. De hecho, el Ministerio exige a ese industrial, por todas esas inversiones, que depositen unos avales de 40.000 euros por megavatio solicitado. Ese dinero no va a Endesa, sino a la Administración, y sirve para reafirmar el compromiso con mayor seguridad y credibilidad. En ese diálogo con el Ministerio, hablamos también con la comunidad autónoma, a la que le llegan multitud de peticiones de proyectos industriales, y contrastamos esa información para que la planificación de energía obedezca a proyectos firmes, reales. Puerto Seco está atrayendo un volumen enorme de actividad y Endesa lo que puede hacer es tener una demanda preventiva para cuando allí empiecen a llegar peticiones de oferta. Anticiparse en el tiempo, simplemente.

Rafael Sánchez Durán es también vicepresidente de Economía Circular en la Fundación Innova IRV.

Rafael Sánchez Durán es también vicepresidente de Economía Circular en la Fundación Innova IRV. / L. O.

El desembarco del IMEC

Una gran noticia para Málaga es la futura llegada del centro de diseño de microchips del IMEC al PTA, que se materializará en 2028 o 2029, ¿ha tenido que hacer Endesa un plan especial para el suministro eléctrico de esta infraestructura? Usted es además vicepresidente de Economía Circular en Innova IRV, que ha sido fundamental para que el IMEC haya decidido venir.

Todo se hizo con mucha discreción por parte de Innova IRV y el PTA cuando se iniciaron las conversaciones con el IMEC. El proyecto era de un atractivo enorme y no queríamos que se nos escapara esta gran oportunidad. Nuestro papel ha sido muy discreto pero de mucho compromiso con esta llegada. Obviamente, el IMEC nos pasó los requisitos de potencia y de la calidad de onda. Fabricar un microprocesador tiene elementos muy sensibles a cualquier alteración externa o anomalía. Eso nos obligaba a dar al IMEC una solución (primero inicial y luego definitiva) que prácticamente les aísle de cualquier perturbación de la red. La zona del PTA se alimenta desde la subestación de Campanillas, junto a una serie de clientes agroindustriales. Se trata entonces de construir allí un nuevo elemento de red, con una entrada y salida que independice la alimentación del IMEC respecto al resto de la red. Es una solución técnica que le da robustez a su propia energía. El IMEC, que tiene una petición de potencia de 50 megavatios (equivalente a la demanda de una ciudad de entre 60.000 y 75.000 habitantes), va a disponer de un sistema dedicado en exclusiva para su fábrica.

¿Cómo fue el proceso en este apartado hasta asegurar el ‘sí ‘del IMEC a Málaga? 

Lo que interesaba era asegurar el compromiso en su apuesta, para reservarles ya así la potencia que van a necesitar. Ellos requerían estabilidad de frecuencia y tensión, y sobreprotecciones ante desequilibrios, flicker y armónicos. Todos esos elementos técnicos son lo que hacen que la fábrica tenga una infraestructura de máxima calidad y potencia para su actividad de microelectrónica, que es de las más exigentes que hay en sus requisitos. También los asesoramos para que, dentro de la propia fábrica, pongan elementos de protección (baterías, condensadores) para que la actividad sea de la máxima calidad. Fue un proyecto de éxito, porque encontrar la solución eléctrica fue la clave para amarrar el proyecto del IMEC. Cuando se les garantizó este suministro independiente es cuando el tema también quedó resuelto, tras muchas reuniones. Y acabaron haciendo su petición en firme. Esa potencia está ya reservada para el IMEC. En su primera fase se atenderá desde la media tensión (unos tres megavatios) y después, una vez que empiece ya a avanzar, se irá trabajando en la solución definitiva. Pero en todo este proyecto que se ha tenido que realizar para el IMEC influye más la calidad garantizada del suministro que el propio tamaño en sí.  

¿Qué supone para Málaga, a su juicio, un proyecto así? ¿Nos pone en primera línea de un sector tan emergente como los microchips?  

Es un fenómeno parecido a lo que pasó con las Smart Cities en 2008. No había proyectos en España, nada más que el de Málaga. Y eso provocó un efecto llamada de todo el mundo de las TICs. Se trata de entrar primero a jugar en una liga, ahora con el caso de la microelectrónica. La gente, una vez que empiezan estos proyectos, viene a ver lo que se está haciendo y eso acaba siendo un polo de atracción. Entonces, más allá del empleo que pueda tener el IMEC, lo que se va a crear es una cadena de valor a su alrededor en el campo de la microelectrónica, que tiene un enorme potencial. Y tendremos a la Málaga tecnológica compitiendo a nivel internacional en esta nueva liga.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents