Parque del Oeste: Los vecinos rechazan cualquier muro

«El objetivo es que no lo hagan más ni en este ni en otros parques», cuenta Rosa Ortuño, vecina del Parque del Oeste.

Rosa se encuentra a pocos metros de la entrada al polémico Festival de las Linternas, un espectáculo privado de origen chino, que ha rodeado de grandes planchas negras la parte central del Parque del Oeste y parte de la zona sur, hasta acotar casi la mitad del mayor parque urbano de Málaga.

A su lado están Yolanda Rodero y Rocío Santos Gil, también vecinas del entorno, quienes, como Rosa, forman parte del Movimiento Vecinal Parque del Oeste, un colectivo que, como explica Yolanda, comenzó a gestarse el pasado 20 de octubre: «Surge de manera espontánea, ese día empezaron a poner todas estas vallas y dijimos: qué ha pasado aquí; me llegó un whatsapp y ya nos reunimos unas decenas de personas».

Como destaca, los paneles que rodean el espectáculo se desmontarán «a finales de marzo», por lo que, en total, estarán cinco meses cortando el Parque del Oeste.

«La estructura del parque la han roto totalmente, lo han cercenado», lamenta Rocío Santos Gil, que precisamente el jueves intervino en el pleno municipal para trasmitir el malestar de los vecinos.

OpiniónVíctor A. Gómez

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Por su parte, Yolanda Rodero precisa que «han cogido la parte central y dejado dos puntas inconexas», lo que ha provocado que muchas personas mayores y niños de la parte norte colindante con el parque tengan mucha menos zona verde (en la parte norte están las zonas deportivas y el parque canino), y no pueden acudir a la parte sur, «porque tienen que cruzar dos carreteras y hay un cambio de rasante peligrosísimo».

«Se sienten engañadas»

Las representantes de este movimiento aprovechan para subrayar el malestar de muchos colectivos vecinales de la Carretera de Cádiz, «porque en ningún momento se les comunicó que esto iba a ser así; les dijeron, en una reunión informal, que iban a poner un espectáculo de luces, pero en ningún momento se dijo nada de vallas; por eso, varias asociaciones se sienten engañadas», indica Yolanda Rodero.

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Pacíficos y apartidistas

Esta vecina quiere también calificar de «graves», las palabras de la concejala de Servicios Operativos, Teresa Porras, «que nos ha tildado de violentos; no somos en absoluto violentos, somos pacíficos y rechazamos cualquier tipo de violencia, también la suya». «Además, decir que han tenido que poner estas planchas porque hemos roto las que eran de malla no es verdad; como tenemos todo recogido con fotos y vídeos, estas planchas se han puesto antes de que empezaran las concentraciones; es una manera de calumniar a las vecinas y vecinos».

Por su parte, Rosa Ortuño recalca que las protestas vecinales no han causado ningún incidente, como demuestra la ausencia de parte policial alguno.

También aprovechan para remarcar el carácter apartidista del movimiento: «Aquí estamos gente de todos los colores; lo que nos mueve es el parque, el atropello que nos parece el cerrar un parque público».

Como destacan, el cierre provoca molestias como contaminación lumínica, ruidos, falta de aparcamiento los fines de semana y presencia de gorrillas; además de casi nula repercusión en los bares y restaurantes del entorno: «Esto se supone que iba a beneficiar a los bares pero dentro hay también cosas para consumir alimentos», señala Rosa Ortuño.

A su lado, Rocío Santos Gil incide en que, el que a una de las zonas con más habitantes de Málaga se le prive durante cinco meses de una buena parte del Parque del Oeste tiene consecuencias en la salud física y mental, «porque tener estos espacios significa vida».

Por todo ello, informan de que seguirán con las reuniones cada miércoles, y con las concentraciones de protesta los domingos. «Nuestra intención es que, si no lo van a desmontar ya, ni se les ocurra montarlo el año que viene», subraya Yolanda Rodero, que propone que se instale, por ejemplo, en el recinto ferial, «y no fastidian a nadie».

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