Consumo

El precio del aceite de oliva vuelve a subir ante la falta de precipitaciones

El coste del virgen extra retoma la tendencia alcista, porque la cosecha no ha aumentado «en cantidades que justifiquen nuevas bajadas en origen»

Los precios del aceite de oliva retoman con la cuesta de enero las subidas, después de meses de sucesivas bajadas y ante la posibilidad de que la sequía continúe a lo largo de 2025.

Los precios del aceite de oliva retoman con la cuesta de enero las subidas, después de meses de sucesivas bajadas y ante la posibilidad de que la sequía continúe a lo largo de 2025. / l.o.

Fran Extremera

Fran Extremera

El precio del aceite de oliva ha interrumpido con el inicio del nuevo año su tendencia a la baja. Nuevos repuntes auguran un invierno tensionado por dos motivos que los propios productores y organizaciones agrarias justifican a este periódico. Las fuertes precipitaciones de finales de octubre y del pasado mes de noviembre no han permitido sacar a los embalses de la coyuntura de sequía extrema que padece la provincia de Málaga y, en términos globales, la cosecha de aceituna ha mejorado levemente a la del ejercicio anterior, de manera que sus bajos rendimientos «no justifican nuevas bajadas en origen que impidan a los agricultores hacer frente a los costes de producción».

El Sistema de Información de Precios en Origen del Aceite de Oliva (Pool Red), la referencia en el control de costes en origen (lo que se le paga al agricultor cuando deja la aceituna en el molino o almazara), registró el pasado 3 de enero, fecha de su última actualización, incrementos de precio para todas las variedades. El que más subió fue el virgen, que aumentó 47 céntimos en una semana, de 3,51 a 3,98. El extra virgen se ha colocado esta semana en 4,25 céntimos, cuatro céntimos más que el anterior registro, mientras que el lampante (que luego se refina) ha subido 22 céntimos, hasta los 3,78 euros, según ha publicado esta semana El Periódico.

Es una mala noticia para los bolsillos de las familias malagueñas, porque en plena cuesta de enero ya han visto cómo suben otros productos básicos, así como capítulos como el energético dentro de su economía doméstica. No obstante, el sector agrario insiste en que si se repiten las borrascas y mejora el estado del campo volverán a barajarse nuevos cambios a la baja en el precio del aceite de oliva virgen extra. Pero al mismo tiempo destacan que se trata de un producto con inmejorables cualidades nutricionales y que siempre será la mejor alternativa frente a otros aceites menos saludables.

Para el secretario general de UPA Málaga, Francisco Moscoso, es fundamental que los agricultores puedan cubrir los costes de producir un aceite de oliva que es cada vez más preciado en todos los rincones del mundo. Así pretende lanzar un mensaje de calma tanto al propio sector olivarero como a los consumidores finales. Insiste en que 2024 ha demostrado una vez más la fidelización de los ciudadanos a una grasa vegetal que es la «más sana y saludable» de todas las que son utilizadas para el consumo humano.

Comparativa con Italia

«La reciente tendencia descendente no era lógica ni razonable, sobre todo cuando se situaba por debajo del umbral de rentabilidad para los agricultores en el caso del olivar tradicional. No podemos competir con otro tipo de cultivo, cuyos costes de producción son mucho más bajos. Además, ¿cómo es posible que en Málaga, en Andalucía y en España, volvamos a hablar de bajadas de precio en origen cuando en otros países como en Italia se mantienen firmes y defienden una media de seis euros por litro?», se pregunta Moscoso.

El testimonio de este portavoz sindical coincide con el de otros productores consultados. Cooperativistas que forman parte del gigante del aceite de oliva en España, el grupo Dcoop, argumentan que la bajada de precios en origen tenía una base de alguna forma artificiosa, como consecuencia de unas perspectivas que no se han cumplido. Las fuertes lluvias del inicio del otoño han dado a dos meses sin precipitaciones significativas, de manera que la sequía, como la propia Junta de Andalucía ha insistido en alertar, sigue tan presente como durante los tres últimos años hidrológicos.

UPA abunda en que hasta finales del mes de noviembre el aceite de oliva producido en la provincia de Málaga ascendía a 10.182 toneladas, de las que casi 7.800 se habían obtenido en las 41 cooperativas existentes, mientras que el resto, algo menos de 2.400 toneladas, estaban en poder de las 35 almazaras industriales, según datos oficiales facilitados por el Ministerio de Agricultura.

Una vez superado al completo el último mes de 2024, siendo diciembre el periodo de máxima actividad en la recolección de la aceituna, la cosecha no puede calificarse de «positiva», ni en términos de rendimiento ni en cuanto a toneladas recolectadas. Los balances oficiales se conocerán dentro de pocos días, pero todo apunta a que la mejoría respecto a hace un año no será tan importante como se aventuraba a finales del mes de octubre o incluso semanas antes del paso de una primera DANA por la provincia.

El propio Francisco Moscoso hace hincapié en que la situación que ha vivido el mercado español, con precios en origen a la baja, era «absolutamente incomprensible», como consecuencia directa, a su juicio, de la «fragmentación del sector y de la especulación, como grandes males del aceite de oliva. «Hay quien sólo busca el interés de unos pocos en lugar de defender el interés general».

Y apunta a ciertas declaraciones o a acciones que pueden hacer daño, «como se ha demostrado en los últimos meses, cuando se pusieron de golpe en el mercado producciones de 400.000 toneladas de olivar en seto, nacionales o portuguesas, que hicieron creer, de manera equivocada, que iba a sobrar aceite», finaliza este portavoz sindical.

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