Urbanismo revisará la protección del 10 de Hoyo de Esparteros

Fuentes de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) informaron esta semana de que la ficha del número 10 de Hoyo de Esparteros «está siendo analizada en el marco de la actualización de edificios protegidos que está llevando a cabo el Ayuntamiento».

Además, señalaron que la ficha se modificará «si la normativa así lo permite». Por otro lado, también informaron de que la concejala de Urbanismo, Carmen Casero, se reunirá con el propietario del inmueble, Francisco Anaya, que lleva desde 2022, reclamando esa cita.

La Gerencia Municipal de Urbanismo responde así a la denuncia de Francisco Anaya, publicada el pasado lunes en La Opinión, según la cual su inmueble, construido en el año 2000, mantiene en el actual Catálogo de Edificios Protegidos del PGOU la protección arquitectónica de primer grado que recibía el edificio anterior, que según la propia ficha de edificios del Pepri Centro estaba datado hacia 1850.

Como informó Francisco Anaya, este inmueble del XIX, declarado en ruina, fue demolido hacia 1990. También en Malaka.Net, la página de información patrimonial, que se nutre de datos oficiales, consta la contradicción de que el 10 de Hoyo de Esparteros esté datado como un inmueble del «XIX-XX», pero su año de construcción sea el 2000.

Para Francisco Anaya, esta situación está provocando que lleve años sin poder alquilar el local de 237 m2 de superficie útil que posee en los bajos del inmueble.

Como el pasado lunes declaraba a La Opinión, «la demanda que tengo aquí por el local es de hostelería, y al tener protección arquitectónica I, la fachada no la puedes tocar y no puedes hacer una evacuación de gases». También explicó que, el alto grado de protección, le impide agilizar la licencia de apertura con una declaración responsable.

«Un atropello»

Al conocer la respuesta de la Gerencia Municipal de Urbanismo, Francisco Anaya manifestó a La Opinión que lleva desde «finales de 2022» con sendos carteles de protesta en la fachada, sobre la protección arquitectónica y otro crítico con la reforma de Hoyo de Esparteros, a raíz del Hotel de Moneo.

También lamentó que cuando acudió a arreglar este problema a la GMU, «me encontré con un muro» y subrayó que, «para mí, no alquilar el local supone perder más del 50 por ciento de mis ingresos; estoy desesperado».

Francisco Anaya recordó que basta con acudir al Registro de la Propiedad y consultar «la división horizontal» de su edificio, para concluir «que el notario ha tenido la licencia de ocupación, que implica que se ha ejecutado la obra con respecto a la licencia de obra; no hace falta buscar la orden de demolición del edificio anterior del año 90».

El propietario subrayó que la obligación de la concejala de Urbanismo «es levantar la protección arquitectónica, porque lo que me están haciendo es un atropello», y volvió a criticar lo que considera «Urbanismo a la carta», a la hora de reformar Hoyo de Esparteros, con motivo de la construcción del hotel de Moneo.

En su opinión, el hotel ha recibido un trato de favor, presente en la ausencia de bancos y árboles alrededor, en su altura diferente al resto de edificios y además, la reforma urbanística ha inclinado la plaza, lo que ha provocado que en la DANA de noviembre se inundaran su local y otros comercios, denuncia.

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