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Anovo vuelve a trabajar en su sede original del PTA

Ha trasladado ya el 80% de su actividad al gran edificio de la entrada del parque, que fue suyo hasta 2005 y al que vuelve en régimen de alquiler

El edificio al que se traslada Anovo, a la entrada del PTA de Málaga.

El edificio al que se traslada Anovo, a la entrada del PTA de Málaga. / Alex Zea

José Vicente Rodríguez

José Vicente Rodríguez

La compañía Anovo, especializada en servicios de reparación de dispositivos para los grandes operadores y fabricantes, ha regresado al edificio del Parque Tecnológico de Andalucía (PTA) que fue su sede original y que tuvo que abandonar hace casi 20 años por la mala situación económica que atravesaba por aquel entonces. El emblemático inmueble está ubicado en la avenida Juan López Peñalver y es uno de los primeros que recibe al visitante cuando entra al Málaga TechPark. Anovo ha alcanzado un acuerdo con el Grupo Aristeas, actual propietario de esta planta, para ocupar en alquiler casi 15.000 metros cuadrados de superficie, realizando además una inversión de 2,5 millones para adaptar las instalaciones a sus necesidades.

Anovo, que este pasado año ha facturado más de 90 millones de euros, venía ocupando en estos dos últimos años dos naves alquiladas en el propio PTA. Una de ellas ya la ha abandonado, trasladando a unos 450 empleados al nuevo emplazamiento. Pero otros 150 trabajadores (del área de negocio que Anovo tiene con Vodafone) se han quedado por el momento en la otra nave, situada en la antigua sede de Isofotón, que ahora es de los dueños de Primor.

"Comenzamos el traslado el pasado verano y desde octubre ya venimos trabajando en nuestra nueva sede, aunque todavía no tengamos el cartel puesto. Actualmente, en este arranque de 2025, podemos decir que el 80% de nuestra actividad ya ha sido desplazada a ella", confirma a este periódico el CEO de Anovo, José García, que en junio de 2024 adelantó a este periódico la noticia del regreso a este emplazamiento.

El inmueble tiene un uso mixto que lo hace versátil. El proyecto de rehabilitación que en su momento realizó Aristeas ha conllevado la rehabilitación de un primer edificio de 3.752 metros distribuidos en dos plantas, dedicado a oficinas, y un segundo edificio de 7.330 metros dividido en dos módulos, para el resto de usos. Dada la edificabilidad remanente, Aristeas ha desarrollado además un tercer inmueble industrial de 7.000 metros.

Un espacio más amplio y flexible

"El hecho de cambiarnos a esta sede nos mejora en productividad y en eficiencia porque no tenemos suficiente espacio en las actuales naves. Ahora vamos a tener flexibilidad para adecuar espacios, dado que el volumen de pedidos de cada cliente nos cambia de un mes a otro. Tendremos además el almacén al lado, que hasta ahora lo mantenemos externalizado. Y se trata de un edificio sostenible. Se han instalado placas fotovoltaicas para hacer que la nave esté muy cerca de ser autosuficiente energéticamente", comenta el CEO.

El 2025 será un año de transición debido al escenario en que se mueven las grandes operadoras de telecomunicaciones. Anovo, de entrada, se moverá en cifras de facturación y empleo algo inferiores a las del pasado año, aunque será la evolución del ejercicio la que marque las pautas. "Nosotros, de momento, tenemos mucha ilusión en estas nuevas instalaciones, desde la que también intentaremos encarar nuevos negocios logísticos y tecnológicos", apunta.

Otra imagen del inmueble al que se traslada Anovo, a la entrada del PTA de Málaga.

Otra imagen del inmueble al que se traslada Anovo, a la entrada del PTA de Málaga. / Alex Zea

Una sede con mucha historia

Además de la mejora de instalaciones, el cambio tiene también para Anovo un fuerte componente sentimental. El inmueble, uno de los más grandes del PTA, disponía de una superficie original construida de más de 11.000 metros cuadrados sobre una parcela de 40.000 metros. Entró en funcionamiento en 1995 como la nueva factoría de Alcatel Citesa y su inauguración oficial se produjo el 26 de octubre de ese año con la presencia del rey Juan Carlos I. Anovo, heredera de Alcatel, lo tuvo que vender al PTA en 2005 para aliviar su apurada situación económica.

La extinta Vitelcom lo adquirió en su momento álgido para ampliar su producción de fabricación de teléfonos. Pero Vitelcom entró en concurso de acreedores en 2007 y la planta acabó en manos de Unicaja. En 2020, el banco lo vendió al Grupo Aristeas. Ahora, una Anovo muy distinta a la de 2005 vuelve a usar el edficio como sede.

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