Los puertos deportivos de Málaga alargan su auge y afianzan el 90% de ocupación

Los puertos deportivos de la provincia de Málaga han firmado en 2024 uno de los mejores años de su historia y han cerrado el año con una ocupación media a lo largo del año del 75% y de más del 90% en los meses de temporada alta que les han permitido incluso rozar en algunos momentos el lleno absoluto. Los puertos, al igual que el sector turístico en general, viven una época de bonanza por la pujanza del mercado de navegantes extranjeros (completamente recuperado de la pandemia) y el segmento del chárter náutico, es decir, el alquiler de embarcaciones por parte de clientes y turistas para todo tipo de actividades de ocio. Para este 2025, las expectativas, de entrada, son también positivas.

«El 2024 ha sido uno de nuestros mejores años. Al igual que otros segmentos turísticos, se normaliza el crecimiento del negocio de los puertos deportivos y la demanda de amarres en los puertos deportivos andaluces volvió a aumentar, favorecida por ese positivo comportamiento del mercado turístico», explica a este periódico Manuel Raigón, presidente de la asociación Marinas de Andalucía (que engloba a la mayoría de puertos de gestión indirecta autonómicos y de interés general, tanto de empresas públicas como privadas).

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El cliente británico, que hace unos ejercicios estuvo más retraído por el Brexit y la pandemia, se ratifica como principal usuario extranjero de los puertos malagueños (en torno a un 70%), seguido de franceses, alemanes y el cliente nacional. «La cuota de clientes británicos sigue siendo significativa. Es uno de los mercados más importantes para la Costa del Sol. Y se observa un aumento de navegantes de países como Alemania, Francia y Países Bajos. Buscan experiencias náuticas y disfrutan de las instalaciones y servicios de Málaga», señala.

El mercado de alquiler, clave

El reto de los puertos deportivos durante esos años ha sido, por un lado, fidelizar a aquellos nuevos clientes nacionales que, con motivo de las restricciones de viaje que hubo en la pandemia, probaron la alternativa del turismo náutico y se engancharon. Por otro lado, la impresión es que cada vez hay más personas que no tienen barco en propiedad pero que se sacan la licencia de navegación y eligen el alquiler para uso lúdico o deportivo.

«Muchas personas siguen optando por alquilar embarcaciones en lugar de comprarlas. El alquiler permite disfrutar de la navegación sin los gastos y responsabilidades asociados a la propiedad de una embarcación. Además, el alquiler de embarcaciones es muy demandado para actividades recreativas como la pesca, las visitas turísticas y los deportes acuáticos», señala.

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En 2024, el mercado de alquiler de embarcaciones en Andalucía bajó el 15% en comparación con el año anterior, pero el sector sigue valorando su impacto. «A pesar de esta disminución, el interés por el alquiler de embarcaciones sigue siendo fuerte», apuntan en Marinas de Andalucía.

Además, el perfil de estos «nuevos navegantes» es de personas jóvenes que participan incluso en regatas o en actividades de pesca. Se puede alquilar un barco pequeño desde algo más de 200 euros al día para varias personas. El rango de precios depende, por supuesto, de cada barco, sus características y su tamaño. De hecho, hay embarcaciones cuyo alquiler diario cuesta varios miles de euros. Los atraques de barcos para alquiler en los puertos todavía son minoría, pero van alcanzando un peso cada vez más visible.

El gran reto ahora se centra en el mercado extranjero y consiste en captar la atención de empresas de alquiler de embarcaciones que operan en Croacia, Grecia y Turquía para que atraigan a los clientes náuticos de estos destinos a las costas andaluzas y malagueñas.

«Entre nuestros objetivos estratégicos, está la promoción Internacional. Gracias a la colaboración con la Junta de Andalucía, a través de Turismo Andaluz, se ha facilitado la promoción conjunta de los puertos andaluces en ferias internacionales, optimizando costes y reforzando la marca ‘Andalucía’ como destino náutico. Estas acciones son fundamentales para que las empresas de alquiler que operan con clientes emergentes en la náutica pongan foco en nuestra costa. Solo Málaga dispone de 160 kilómetros de costa», recuerda.

Los puertos deportivos superan el 90% de ocupación y constatan el auge del alquiler de barcos

Captar en el Mediterráneo

Raigón, también gerente del grupo Marinas del Mediterráneo, afirma que esa apuesta tiene que fundamentarse en tres pilares en colaboración con la Junta de Andalucía: una mejora de las infraestructuras y servicios del destino; mayor presencia promocional de Málaga y Andalucía en los salones náuticos; y una apuesta por la digitalización que ofrezca al cliente y a cualquier visitante al puerto una mejor experiencia en su estancia.

«Se está trabajando en todo ello y estoy satisfecho y agradecido por la aceptación y receptividad de los asociados y las administraciones portuarias implicadas», expone. En 2024, Marinas de Andalucía ha crecido además con la incorporación de los puertos de Sotogrande en Cádiz, la marina de megayates IGY en el puerto de Málaga y Marina Motril, en Granada.

Para 2025, los puertos deportivos esperan mantener la línea de este pasado año aunque Raigón reconoce que se aprecia «una moderación» del ritmo de crecimiento del mercado. Esta tendencia, a su juicio, se puede acentuar a corto y medio plazo, en un escenario de pérdida de vigor de la economía e incierta situación geopolítica (conflictos bélicos en Ucrania y Gaza), algo que afectaría también al mercado náutico.

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«De momento, es cierto también que la Costa del Sol, por las circunstancias internacionales actuales, está recibiendo a más navegantes que en otros momentos irían a otros mercados», detalla. En cuanto a las acciones de promoción, Marinas de Andalucía acudirá en 2025 a los salones náuticos de Palma de Mallorca, Southampton (Reino Unido) y La Rochelle (Francia).

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