Sanidad

Testimonio de un paciente trasplantado de hígado: "Ves el mundo de distinta forma"

Manuel Miranda (71 años) asegura que ha “vuelto a nacer” después de haber recibido dos trasplantes hepáticos en el Hospital Regional de Málaga 

Manuel Miranda y su mujer Francisca Soria

Manuel Miranda y su mujer Francisca Soria / L.O.

Arancha Tejero

Arancha Tejero

La donación de órganos salva cientos de vidas cada año y Manuel Miranda Mola es la prueba de ello. En su caso, además, no fue uno, sino dos trasplantes hepáticos los que le permitieron seguir adelante y poder llevar, a día de hoy, una buena vida. 

“Yo siempre digo que esta ya es la tercera vida que me dan”, afirma el malagueño, que tras su experiencia decidió unirse a la Asociación de Enfermos y Trasplantados Hepáticos de Málaga, Almería, Ceuta y Melilla (ATHEMA), de la que hoy es el vicepresidente, para poder ayudar y acompañar a otras familias que pasan por este proceso. 

Es muy duro y no lo sabes bien hasta que lo vives”, sostiene su mujer Francisca Soria Rufino, que, como ella dice, ha estado con él “toda la vida y ayudándole en todo lo que pueda”. 

Casi tres décadas de lucha

Manuel comenzó a estar enfermo en 1991, con tan solo 38 años. En su caso, el problema venía por una enfermedad hereditaria y asegura que ha sido “una lucha muy dura”.  “Me estuve manteniendo ahí en la línea de que estás mal, pero no tan mal como para un trasplante porque tienes que tener una serie de requisitos”, relata.

De manera que, durante muchos años, estuvo sufriendo las consecuencias de la enfermedad, hasta que en el 2010 comenzó a tener una serie de problemas “más gordos” y decidieron mandarle a la unidad de trasplantes. Ahí aguantó durante cinco años, hasta que en diciembre de 2015, al fin, sonó el teléfono con la ansiada noticia: “ya te toca”.

Sin embargo, la historia de Manuel no terminó ahí, ya que el trasplante de hígado no funcionó bien. “No se hizo amigo mío y estuve dos años muy mal hasta que me dieron la solución de volver a trasplantarme”.

Segundo trasplante

Fue entonces en octubre de 2017 cuando ya logró por fin acabar con el sufrimiento de tantos años y “volver a nacer”, como destaca su mujer. “Me hicieron el segundo y cuando salí estaba como nuevo. Fue de la noche al día y ves el mundo de distinta forma, le das importancia a lo que realmente tiene”, cuenta Manuel, al que se le dibuja una sonrisa cada vez que recuerda lo que sintió cuando salió del quirófano aquella segunda vez.

Trasplante de órganos

Trasplante de órganos / L.O.

“La primera vez fue muy mala y cuando yo entré a la UVI daba miedo. Y en el segundo me lo encuentro con un plato de garbanzos y tuve que ir a decirle a la enfermera que se habían equivocado”, comparte Francisca, que insiste en que cuando le vio tan bien y hablando sin problemas pensó: “Dios mío, si es que ha vuelto nacer mi marido de verdad." A día de hoy, el propio Manuel asegura que se encuentra “muy bien”, a pesar de algunos problemas propios de la edad o del trasplante

Ilusión y miedo

Ambos coinciden en que el proceso del trasplante se vive con mucha ilusión, pero también con mucho miedo. “Es un miedo a lo desconocido, porque desconoces por completo lo que es”, señala Manuel, que subraya que el momento en el que estás en el quirófano esperando a que te pongan la anestesia y lo preparen todo para la intervención “es tremendo”. 

“Además de la entrada y salida al quirófano, es el sufrimiento de saber que a la hora pueden decirte que ese hígado no es para ti y echarte para atrás”, rememora Francisca, que agradece que en el caso de su marido, en ambas ocasiones, tuvieron la suerte de que funcionase. 

Eterno agradecimiento

Asimismo, ambos reiteran lo eternamente agradecidos que estarán siempre a los donantes y sus familias que, en el momento más duro de sus vidas tras perder a un ser querido, tienen la generosidad y solidaridad de decir sí a la donación y, en definitiva, a salvar vidas.

“Agradecimiento al donante, a la familia del donante y, por supuesto, al equipo médico. Desde el primer médico, a la coordinación de trasplantes hasta la limpiadora de planta. Porque ahí todos se vuelcan contigo”, concluye Manuel, que recuerda que, desde la asociación, están siempre disponibles para ayudar y apoyar a los pacientes y sus familias en lo que necesiten.

En el caso del Hospital Regional de Málaga, destacan por ser líderes nacionales en trasplantes de riñón y los segundos de España en trasplantes hepáticos. En 2024, el centro alcanzó la cifra récord de 337 trasplantes (un 20% más que en 2023), de los que 85 fueron de hígado, 10 de páncreas y 242 de riñón.

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