Un 10% de pisos turísticos sube el precio del alquiler un 31% en Málaga

Con un 10 por ciento de viviendas turísticas con respecto a las totales, el precio en Málaga de las viviendas en alquiler o compra es un 31% más alto.

Este dato es el más llamativo de un estudio, todavía por publicar, coparticipado por el Instituto Andaluz de Investigación e Innovación en Turismo (IATUR), del que forma parte Enrique Navarro, catedrático de Análisis Geográfico Regional de la UMA, quien subraya que «sí hay correlación directa entre el alquiler y la vivienda turística».

El estudio analiza, entre 2016 y 2023, la relación entre viviendas de uso turístico y de alquiler o compra en dos ciudades andaluzas con importante aumento de los pisos turísticos, Málaga y Sevilla -en la primera, las viviendas de uso turístico han aumentado en número un 2.142 por ciento en 8 años, indicó-; así como en dos de las ciudades españolas donde menos subía el alquiler y contaban con menos viviendas turísticas: Jaén y Teruel.

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En el caso de Málaga, por cada 10% de viviendas de uso turístico que aumenta sobre las viviendas totales, el metro cuadrado sube 3,29 euros. En el caso del entorno de la plaza de la Merced, con la mayor concentración de pisos turísticos (960), el aumento sería de 18 euros el metro cuadrado.

El experto compartió este y otros datos la pasada semana en la sede de la Academia Malagueña de Ciencias en la calle Moratín, en la conferencia ‘Es urbanofilia, no turismofobia. Reflexiones sobre un modelo turístico’, dentro del ciclo ‘Debates en Moratín’.

Más negocios turísticos

Además, también hizo referencia a la transformación de los locales comerciales en todo el área del Pepri Centro entre los años 2019 y 2022 -salvo 2020, el año del confinamiento-.

Enrique Navarro explicó que se ha registrado una «intensificación de la actividad turística», hasta el punto de que el 44 por ciento de los negocios son «nuevos negocios turísticos» y de ellos, el 40 por ciento alojamiento -«porque cada vez más viviendas turísticas se están poniendo en los bajos», precisó- y el 36 por ciento, hostelería.

Por otro lado, de los negocios no turísticos como moda, comida o productos especializados, «el 71 por ciento ha pasado a turístico». Esta situación, llamó la atención, está provocando que el Pepri Centro sea un espacio con poca diversificación comercial y, por tanto, «un espacio menos vivo para los residentes».

El catedrático de la Universidad de Málaga también hizo hincapié en los efectos que el turismo tiene en la población y recordó que es «justo cuando se rehabilita el Centro» que comienza el fenómeno turístico -años 2005-2008- que «ha sido el que se ha aprovechado de esas ayudas». Por eso, manifestó que «entra un poquito de rabia que, precisamente cuando se había preparado el Centro para el disfrute de los residentes y para que volvieran, ha ido cayendo el número».

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Turismo de calidad

Durante la conferencia, Enrique Navarro se refirió en varios ocasiones al turismo de calidad, un mantra repetido por los políticos que, estimó, «hay que debatir, porque yo estaré apostando por el turismo de calidad y los hoteles de cinco estrellas; pero a la vez apuesto constantemente por crecer, y cantidad y calidad es algo sumamente complicado».

Además, en relación con el turismo de lujo avisó de que «no crea oficios y sueldos de lujo: está más que demostrado que un hotel de cinco estrellas no paga más a los camareros». Por otro lado, recordó que este tipo de turismo trae un consumo «más insostenible del agua», en una zona con un serio problema de sequía, algo que a su juicio hay que compensar.

También quiso hacer una llamada de atención a la idea de atraer grandes empresas y nómadas digitales: «Bienvenidas sean esas empresas, pero el problema está en cómo lo compensamos, porque el efecto negativo que no nos están contando es el encarecimiento del nivel de vida y la desigualdad que está creando. Deben entrar otras políticas para intentar atenuar ese impacto negativo», remarcó.

Al respecto de impactos negativos, por otra parte alertó de que la eliminación de las viviendas turísticas traerá una «elitizacion»: a menor oferta de plazas , «se va a encarecer el precio de Málaga al haber menos oferta».

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Enrique Navarro subrayó que el turismo «forma parte del ADN de Málaga», pero hay que «repensar el crecimiento». A este respecto recordó cómo el Ayuntamiento de Málaga ha tenido, desde 2007, estudios de flujo de turismo, «porque estábamos viendo lo que pasaba en Barcelona pero no quisieron estudiarlo porque no era un problema (...) hasta hace pocos meses».

El catedrático abogó por políticas turísticas que tengan en cuenta a ese más de 40% de andaluces que no puede salir de vacaciones más de 6 días al año, así como pensar en el decrecimiento turístico, algo que, aseguró, «lo podemos ver ahora o dentro de 20 años pero lo vamos a ver». Por último, remarcó que, en el futuro, el problema no será el turismo «sino la emergencia climática y si siguen arremetiendo los temporales tendremos problemas».

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