Crónicas de la ciudad

Pasear en Málaga por una huella de las inundaciones del 89

Un tramo de la calle Caída, como se conoce este trozo desplomado en 1989 por las fuertes lluvias, pervive todavía al pie de uno de los bloques de Monte Pavero, lleno de basura y al lado de una parcela selvática.

Los restos de la calle Caída en Monte Pavero, junto a la actual calle Albacete, esta semana.

Los restos de la calle Caída en Monte Pavero, junto a la actual calle Albacete, esta semana. / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Hay zonas de Málaga que, sólo en teoría, constan como urbanizadas, pero en realidad, las obras se hicieron mal, dejaron flecos que el paso del tiempo no ha hecho que remitan, sino que continúen como irregularidades; al parecer indetectables para nuestro Ayuntamiento, y eso que en nuestra administración municipal, entre funcionarios de carrera y adheridos a la causa hay más gente que en la guerra. 

Es lo que ocurre con un tramo de Monte Pavero que, en realidad, se bifurca misteriosamente. Se trata de una parte de la calle Albacete

La irregularidad procede de las famosas inundaciones otoñales de 1989, que pusieron a prueba las infraestructuras de Málaga y que en Monte Pavero provocó el desplome de un trozo de calle; pues no hay que olvidar que el barrio se construyó sobre una loma y que el terreno arcilloso motivó que al pie se instalara el llamado tejar de Pavero

El derrumbe provocó que la calle dañada se conociera como calle Caída, y que no pudiera conectar, precisamente, con la calle Albacete. La situación duró, aproximadamente, hasta el año 2008, cuando por fin se eliminaron los efectos de las inundaciones del 89, casi dos décadas después. 

Sin embargo, como decimos, la huella del 89 continúa con flecos: hay un tramo de la calle Caída que no se cayó con todo el equipo; en concreto, el lateral izquierdo de esta vía siguió su camino al pie de uno de los bloques. 

Vista aérea de los restos de la calle Caída en Monte Pavero.

Vista aérea de los restos de la calle Caída en Monte Pavero. / Google Maps

Las vistas aéreas de Monte Pavero muestran muy bien cómo la calle Albacete parece bifurcarse, porque esta lengua primitiva de asfalto nunca se retiró. 

Trepar al desnivel

La situación, en nuestros días, sigue igual de pintoresca. Para quienes quieran pasear por la huella de unas inundaciones de hace 36 años, sólo deben trepar por el desnivel de tierra, al pie de uno de los bloques y recorrerán lo que queda de calle Caída.

Eso sí, mejor ir con mascarilla, porque personal no autorizado y sin escrúpulos tiene pespunteado todo el paseo con porquerías varias. Es una zona agreste en la que lo único civilizado son varios comederos para gatos.

Los restos de la calle Caída de Monte Pavero, al pie del desnivel, con el solar con plantas delante.

Los restos de la calle Caída de Monte Pavero, al pie del desnivel, con el solar con plantas delante. / A.V.

Contribuye a que perdure esta inédita situación urbanística la existencia de una amplia parcela al pie del desnivel, porque sólo es accesible para exploradores con machete, con el fin de que se abran paso entre las tupidas plantas. Lástima que este bosquete también cuente con basura espurreada sin ton ni son que aparece, como flores venenosas, entre el follaje.

Conociendo el percal, hasta que esta parcela no se urbanice, tendremos esta huella de las inundaciones de 1989 en este rincón de Monte Pavero. Como mínimo. 

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