Biografía

La vida y las obras del ‘alcalde prodigio’ de Málaga

El investigador Juan de Dios Segura Baena publica ‘Francisco García Almendro. Un alcalde y su tiempo’, que rescata la figura de este abogado malagueño de familia humilde, hecho a sí mismo, alcalde de Málaga durante el Desastre de Annual, además de hermano mayor de Fusionadas y de la Virgen de la Victoria

El alcalde Francisco García Almendro, en Marruecos, visitando el frente.

El alcalde Francisco García Almendro, en Marruecos, visitando el frente.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Málaga

Salvador Rueda le dedicó, en 1921, un poema titulado ‘El alcalde prodigio’, y eso que su paso por la Alcaldía de Málaga apenas duró de 1920 a 1922. El libro ‘Francisco García Almendro. Un alcalde y su tiempo’ (Ediciones del Genal), del investigador malagueño Juan de Dios Segura, rescata ahora su figura.

Como explica el autor de la obra, el nombre del abogado y cofrade Francisco García Almendro (Málaga, 1874-1958) lo escuchó en Melilla hace cuatro o cinco años, cuando recababa datos sobre el Desastre de Annual, para un futuro libro. «Una periodista me aconsejó que me informara sobre un personaje malagueño que allí había tenido un peso específico muy grande y que era muy querido en Melilla; y luego otra persona me lo reiteró», cuenta a este diario.

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El alcalde Francisco García Almendro, en Marruecos, visitando el frente. / a.v.

Así, fue interesándose por el personaje y descubrió al alcalde, líder de la facción monárquica, que reconvirtió Málaga, en esos años bélicos, en un gigantesco hospital de campaña para acoger a los heridos; un esfuerzo cívico que le valdría a Málaga el último título en su escudo, hasta la fecha: el de ciudad ‘Muy Benéfica’, obtenido en 1922.

«Incrementó la red de asistencia sanitaria de la ciudad con los llamados ‘hospitales de sangre’, como una de las naves que cedió el constructor Antonio Baena Gómez en El Perchel», destaca el autor.

Reconvirtió Málaga, en esos años bélicos, en un gigantesco hospital de campaña para acoger a los heridos

Juan de Dios Segura resalta que la fuente principal para el libro ha sido el archivo familiar, gracias al nieto y bisnieto de este alcalde, los abogados Francisco García Carazo y Francisco García Gómez, respectivamente, a quienes quiere agradecer su amabilidad. «Su despacho sigue exactamente igual, es un museo, sigue tal y como lo dejó él, por voluntad de su familia», destaca.

3 | L.O.

García Almendro, a la derecha, saluda a un herido, en la alegoría del Salón municipal de Plenos. / l.o.

Familia humilde

La investigación le ha permitido descubrir a un malagueño de familia humilde, hecho a sí mismo, hijo de Diego García, uno de los molineros del Acueducto de San Telmo, y que ya en Primaria llamó la atención de sus profesores. «Sacaba notas muy brillantes y le aconsejaron a su padre que hiciera todo lo posible porque Francisco estudiara, porque iba a dar mucho rendimiento».

De esta forma estudia en el Instituto Gaona y lo hace como alumno libre en Granada para cursar Derecho, mientras lo compagina con el trabajo en la notaría malagueña de Basiliso García de Alcaraz, que lo apoyará en sus estudios: «Por la mañana trabajaba en la notaría y por las tardes prepara la carrera de Derecho», cuenta el investigador, quien señala que Francisco García Almendro se convertiría en un abogado de prestigio «nacional»: «Si él coge un caso en el Supremo, lo gana».

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En 1942, en la coronación de la Virgen de la Victoria. / l.o.

Abogado y cofrade

Juan de Dios Segura subraya que el abogado «utilizó el Derecho y su profesión al servicio de los demás, con unos servicios impresionantes a la clase trabajadora y a la clase dirigente de Málaga».

El libro repasa también su marcada faceta de servicio público como presidente de la Cruz Roja y, en el ámbito cofrade, como hermano mayor de Fusionadas y de la Virgen de la Victoria, una etapa esta que culminaría con la coronación de la Patrona de Málaga en 1942.

Casado con Rafaela Grana, malagueña de la burguesía comercial de la ciudad, su hijo mayor fue Francisco García Grana, quien siguió sus pasos como abogado, alcalde, cofrade y presidente de la Cruz Roja. El autor quiere ahora escribir un libro sobre García Grana, el hijo del ‘alcalde prodigio’.

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