Anadie: "Todavía no he encontrado la manera de hacer una canción por la que no haya transitado"

La cantante malagueña Anadie lanza mañana 'Un Cigarro en la Sien', el segundo single de 'Amor, Bestias y Escaleras', un EP con el que seguir descubriéndose a sí misma y a su fiel y creciente base de fans

Anadie, cantante malagueña

Anadie, cantante malagueña / Álex Zea

En 2022, Anita La Valiente, conocida también como Anadie, se lanzó de cabeza a la música y tres años después cree que es lo mejor que pudo hacer. Hace un año publicó su último EP, 'Efectos Secundarios de ser un Ángel', con el que sintió que "salía desnuda a la calle". Ahora, a medio camino entre Málaga y Madrid, la artista malagueña trabaja en su próximo EP, 'Amor, Bestias y Escaleras', con el que entra en una nueva era y sigue descubriéndose a sí misma mostrando una versión algo más divertida y desenfadada. El primer single del disco, 'Tequila y Flechas', salió en enero y el resto verá la luz en abril, cuando espera mudarse definitivamente a la capital para seguir creciendo como cantante y firmar nuevos proyectos. 

“Mi idea es seguir produciéndome yo, como yo me llevo y como yo entiendo mi sonido no lo hace nadie”, confiesa Anadie. Y es que realizar la producción de sus canciones y darles vida y forma se ha convertido en parte de su esencia: “Yo soy muy yo me lo guiso, yo me lo como, llevo toda la vida haciéndolo yo”.

También compone sola. No tiene un lugar específico para ello pero sí dos horas del día: las diez de la mañana y las siete de la tarde. “Es cuando me pilla la sangre más caliente y me funciona mejor el cerebro”, argumenta. Su inspiración es todo lo que vive, define sus letras como “autobiográficas” y confiesa que aún no ha encontrado la forma de hacer una canción por la que no haya “transitado”. Pero para Anadie es necesario dejar pasar un tiempo de cortesía antes de coger papel y boli: “Cuando algo te está rompiendo es poco amable meter el dedo en la llaga, después ya nos ponemos a poetizarlo”. 

El miércoles 19 sale su nuevo single, Un cigarro en la sien' y, después de probar con numerosos géneros y fusionar la cumbia con lo urbano, esta vez su voz estará acompañada únicamente por una guitarra de juguete que siempre tiene por casa y que utiliza cada vez que una melodía aparece en su cabeza. “Tenía ganas de hacer algo más recogido, más íntimo, como muy puro”, nos dice. La canción habla de su relación a distancia y del “delirio de echar de menos”. 

Sin plan B

Siempre ha querido ser cantante, quizás se dio cuenta con siete años, pero intentó tomar otros caminos “más seguros”. En 2022 decidió que apostaría por la música, un "todo o nada sin plan B". Por suerte ha ido acompañada por el camino con sus padres, que le apoyaron, a pesar del vértigo de la incertidumbre, desde que empezó con todo esto. “Son los que más celebran mis logros”, asegura. 

Anita vive rodeada de letras, melodías y acordes, pero, cuando sale del estudio, apenas abre Spotify. “Es una batalla personal que tengo conmigo misma: reencontrarme con la música como disfrute no como trabajo”. Recuerda que empezó a componer porque le encantaba Zahara, confesa que últimamente se encuentra en una etapa de “indie-depresivo” y que en sus auriculares suele sonar Delgao y El Virtual, y de su tierra, Málaga, la cuál describe como "cuna de talento", destaca a Kadriana Massri y Javi Lekker. “Son bastante emergentes pero tienen mucho brillo”. Su colaboración soñada sería con Piezas, rapero que escucha con 12 años, y confía en que algún día saldrá. A pesar de su versatilidad y ambición por recorrer todos los recovecos de la música, Anadie tiene una esencia a la que le es muy fiel, incluso cuando colabora con otros artistas. “Con la colaboración con Foyone creo que quedó muy palpable que me lo traje a mi terreno descaradamente”. Aunque admite que gracias a su mutabilidad consigue amoldarse siempre a lo que demande la otra voz de la canción. 

Su sueño

Ahora coloca su nombre en carteles de festivales como el Galaxy Sound, en Málaga, o el SanSan Festival, en Benicassim, pero no siempre fue así. Recuerda un concierto en una sala muy pequeña de Madrid, hace más de un año; fue la primera vez que sintió que estaba haciendo algo bien, para ella y para los que la escuchan. “Hubo mucho vínculo, fue muy tierno y la gente estaba muy entregada”, dice. Ese era su sueño, y ahora que ya lo ha logrado quiere reestructurar sus ambiciones y “hacerlas un poquito más grandes”. Para ella es muy importante conectar con su público. Le sigue pareciendo “una chalaúra” que alguien se desplace cientos de kilómetros para verla. “Es como una relación parasocial muy fuerte, no nos conocemos pero quiero estar ahí para ellos y que no les pase nada”, cuenta. 

Después de algunos años en la música, las cosas cada vez se ponen más serias. “Estamos todos muy contaminados por los tiempos de entrega tan violentos que nos imponen y nos imponemos nosotros mismos”, asegura. Aún así la cantante cree que lo está gestionando todo bien. "Tengo cabeza y sé rodearme de buena gente". Sigue trabajando en su futuro, experimentando, como siempre nuevos géneros y nuevas formas de hacer música. "Quizá lo próximo sea mezclar samba con techno", avanza. Por alguien también la llaman Anita La Valiente.

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