Economía

Boquerones, sardinas y gambas son el 'flotador' de la pesca en Málaga

La regeneración de las tres especies marinas que suponen más de la mitad de la facturación garantiza la viabilidad de una flota cada vez más amenazada

Varias embarcaciones pesqueras en las instalaciones portuarias de Caleta de Vélez.

Varias embarcaciones pesqueras en las instalaciones portuarias de Caleta de Vélez. / F. E.

Fran Extremera

Fran Extremera

Arrancó la campaña de pesca del boquerón en zonas como el Golfo de Cádiz y ya empiezan a sucederse las previsiones de cara a una temporada estival que volverá a ser de récord histórico en cuanto a ciertas capturas a lo largo y ancho de la Costa del Sol. Por ejemplo, al igual que ocurrirá en Granada o Almería, la gamba prevé máximos inéditos, como en 2024, tanto de facturación como de toneladas. Pero es que, además, con la comarca de la Axarquía con vertido cero desde hace más de un año, boquerones y sardinas también han mejorado los balances de un sector pesquero que cada vez está más amenazado desde Bruselas.

Los científicos de la Universidad de Málaga remarcan esa regeneración de boquerones, sardinas y gambas, que representan cada vez un «flotador más imperante» para mantener productiva la flota en la provincia. De hecho, estas tres variedades suponen el 51% de la facturación anual en cuanto a la suma de todos los puertos pesqueros del litoral costasoleño. Son cerca de 13 millones de euros, que generan un rendimiento global difícil de cuantificar, sumado el beneficio indirecto, como consecuencia del enorme crecimiento del empleo en la hostelería malagueña.

El boquerón ha superado durante estos dos últimos años la barrera de las 1.000 toneladas, a un precio medio en origen de 3 euros por kilogramo. Asimismo, la sardina tampoco deja de romper al alza la cifra de las 2.000 toneladas, a algo más de 1,5 euros por kilo. Y la estrella vuelve a ser la gamba malagueña o del terreno, porque con menos de 500 toneladas, registro inédito en toda la seria histórica, genera un balance anual de unos 6 millones de euros.

Sólo boquerones y sardinas aportan más de un tercio del peso total de las capturas en la provincia. Generan uno de cada cuatro euros facturados para una flota que no deja de ver incrementados ciertos gastos fijos y que, con el alivio del pasado año, registró un importante sobresalto con la elevada crecida del precio del gasóleo industrial a raíz de la invasión en Ucrania.

Visita de Planas a Andalucía

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, se personaba hace unos días en las instalaciones portuarias de Sanlúcar de Barrameda, en la provincia de Cádiz, con motivo de la reapertura de la pesca del boquerón. Allí se reunió con integrantes de la cofradía local de pescadores, después de las graves dificultades que a raíz de la nueva normativa comunitaria ha padecido este sector.

El representante del Ejecutivo central apeló a que las negociaciones lograron en diciembre generar un nuevo horizonte para la pesca del boquerón en el Golfo de Cádiz, donde se podrán capturar durante esta próxima campaña unas 7.000 toneladas, hasta siete veces más de la cantidad total que se pesca en la Costa del Sol.

Asimismo se podrá rozar esa misma barrera de las 7.000 toneladas en cuanto a la cantidad de sardina que se capture este año en el Golfo gaditano, un 16% más que lo pactado hasta diciembre pasado, como ha señalado Planas. El propio ministro recuerda que España pesca en todo el mundo unas 800.000 toneladas, por lo que es la principal flota de toda la Unión Europea.

Defendió la importancia de que el sector español mantenga su capacidad y que se conozca mejor la flota de arrastre. «Creo que necesita ser conocido por aquellos que han hablado de ella. Hay mucha gente que habla del arrastre que no es del sector pesquero, que debería conocer mejor las características técnicas de cómo se practica y las consecuencias que tiene desde el punto de vista de las capturas y de los fondos marinos y del mar», argumentó.

«En España tenemos muy buenos barcos y muy buenos pescadores, que no solo van a capturar pescado sino que también respetan y cuidan el medio natural», finalizó. Es precisamente este último aspecto el que desde Málaga no han dejado de subrayar los portavoces de este sector primario.

De hecho, en la Costa del Sol los propios pescadores son los encargados de complementar, con acciones de distintas administraciones, la limpieza de las aguas superficiales y de determinados fondos marinos. Y fueron armadores, «los primeros en hacer público el beneficio» que generó en La Axarquía la reutilización en agricultura de las aguas depuradas.

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