MEMORIAS DE MÁLAGA

La Costa del Sol en 1972 y el concurso de SOFICO

En 1972 la famosa constructora que quebró dos años después organizó el segundo certamen de un concurso periodístico en el que algunas decisiones del jurado se pusieron en duda. Participaron numerosos periodistas de Málaga porque el tema era la Costa del Sol

Vista aérea litoral entre Marbella y Fuengirola, Costa del Sol.

Vista aérea litoral entre Marbella y Fuengirola, Costa del Sol. / L.O

A primeros del mes de junio de 1972, el director del periódico Ideal de Granada, con ediciones especiales para Málaga y Almería, Melchor Saiz-Pardo, me llamó por teléfono a la redacción de Málaga para comunicarme que en los meses de julio-agosto se iba a crear una sección con el título ‘Ideal Verano’, dedicada a reportajes y noticias sobre el verano, página que aparecería en las tres ediciones. 

En aquel año yo compartía mi trabajo en Radio Nacional e Ideal, pluriempleo como se decía entonces, y que ahora ha vuelto porque con un solo sueldo es muy difícil salir adelante.

Como es natural atendí su petición y escribí siete reportajes que se fueron publicando durante el período citado. Para dar una idea del contenido de los artículos, que aparecieron ilustrados con fotografías y viñetas de Martín Morales, una figura nacional en esa difícil actividad, voy a reseñar los titulares. 

No fue fácil su elaboración. He aquí algunos de los enunciados: ‘La Costa del Sol vale 150.000 millones de pesetas (entre disparate y realidad)’, ‘El aeropuerto de Málaga (de 3.465 viajeros en 1948 a 2.059.767 en 1971)’, ‘Málaga: Cien mil plazas hoteleras y extrahoteleras a disposición de los visitantes’, ‘780.000 personas se alojaron en hoteles de Málaga y Costa del Sol’, ‘La fiebre de los puertos deportivos (en Benalmádena, tres)’ y ‘El litoral malagueño vale unos cien mil millones de pesetas’.  

Postal de Fuengirola de los años 70, en la que aparecen algunos edificios construidos por SOFICO.

Postal de Fuengirola de los años 70, en la que aparecen algunos edificios construidos por SOFICO. / L.O

Los dos reportajes sobre el valor de la Costa del Sol y el Litoral fueron objeto de polémica. A nadie se le había ocurrido hacer esas valoraciones. Incluso en un artículo publicado en un periódico de Málaga - ‘Sol de España’ - en tono irónico aparecía el siguiente párrafo: «Valorar los terrenos de la Costa del Sol es tan difícil como medir el aire o hacer un círculo cuadrado».

Los cálculos que hice para atreverme a publicar los dos reportajes están recogidos en ambas publicaciones; posiblemente sean erróneos y un economista que se entregue a analizarlos en profundidad llegue a una conclusión distinta a la mía. Pero aquello fue una novedad (año 1972) y, salvo error u olvido, nadie ha realizado un trabajo similar. Para valorar, por ejemplo, los daños causados por Alemania en la II Guerra Mundial (1939-1945) sí se fijó una cantidad: tuvo que pagar a los aliados por esos daños la cantidad de 20.000 millones de dólares.

Y dentro de poco - es un decir - cuando finalice la guerra Ucrania-Rusia, ¿qué indemnización tendrá que abonar el perdedor al ganador?

Terminando: me equivocara o no, mis reportajes fueron objeto de debate.

Desarrollo espectacular

En 1948 el aeropuerto de Málaga registró un total de 3.465 pasajeros y 1.513 vuelos. En 1971, el número de pasajeros que pasaron por el aeródromo malagueño ascendió a 2.059.769 pasajeros y los vuelos sumaron 34.291. 

La provincia de Málaga ofertaba en aquel momento, 1971, unas 100.000 plazas hoteleras y extrahoteleras. En 2024, hasta el mes de agosto 16,8 millones de pasajeros, casi 175.000 vuelos, 158 destinos... 12 puertos deportivos; plazas hoteleras, apartamentos, casas rurales y pisos turísticos, ni se sabe. A final del año, el número de pasajeros ha rozado los 25 millones. Resumiendo, de 3.465 pasajeros en 1948, el aeropuerto de Málaga ha pasado en 2024 a 25 millones, y de los 1.513 vuelos a casi 175.000. Y creciendo peligrosamente porque no vamos a caber. En playas de Málaga capital y provincia hay que acceder al mar por turnos.

En el último de aquellos reportajes (‘Málaga, provincia de contrastes’) se recogían dos datos relevantes: La renta generada en 1969 por los diferentes sectores alcanzó los 34.489 millones de pesetas; había zonas con renta de 8.500 pesetas año, y en la Costa del Sol, 65.000. 

Las diferencias eran, como se ve, notables en aquel año; las del año 2024 no las conozco pero serán también importantes porque hoy Benahavís, que era un pueblecito perdido en el partido judicial de Marbella con unos 800 habitantes, tiene en la actualidad 9.000 y la renta per cápita es la más alta de Andalucía, unos 40.000 euros.  

II Premio Periodístico SOFICO

SOFICO (Sociedad Financiera Internacional de Construcciones, S.A.) de triste recuerdo, quebró en 1974. Afectó a miles de personas. Fue un escándalo. En la empresa figuraban varios ministros del Gobierno, el vicepresidente era un teniente general… Todo eso está en los periódicos de la época.

En el esplendor de sus actividades de construcción, venta y alquiler de apartamentos en la Costa del Sol, con edificios en Benalmádena, inversiones a todo lo largo del litoral, anuncios al filo de la carretera N-340 y otras, creó un Premio Periodístico del que no tengo información de la primera convocatoria, pero sí de la segunda, la de 1972. Convocó su segunda edición con el tema «El fenómeno turístico de la Costa del Sol, en cualquiera de sus manifestaciones o aspectos: historia, organización, funcionamiento, crítica, anécdota, humor, etc.».

«Podrán participar en el concurso - según las bases - artículos, crónicas, reportajes, ensayos, fotografías, dibujos, etc., que sobre el tema indicado se hayan publicado tanto en España como en el extranjero desde el 1 de junio de 1972 hasta el 30 de octubre de 1972, tanto de autores españoles como extranjeros». (Ítem más: Las posibilidades de participar eran múltiples, pues a los reseñados en el párrafo anterior, se sumaron otros inesperados, como los chistes).

El total de los premios ascendía a 400.000 pesetas, una cantidad exorbitante en certámenes periodísticos. El secretario del Jurado tuvo la delicadeza de escribir cartas personalizadas a los periodistas de Málaga invitándoles a participar en el concurso.  La cuantía de los premios y la variedad de opciones para participar eran tantas que muchos profesionales de los medios de comunicación respondimos con nuestra participación, como pudimos comprobar más tarde al hacerse público el fallo.  

Como estaba publicando los artículos sobre la Costa del Sol en aquellas fechas, decidí aprovechar la ocasión y participar. Uno concurre siempre con esperanzas de ganar; es igual que en la lotería: la única posibilidad de ganar un premio es jugar. 

Así lo hice.

Una llamada inesperada

A los dos días del fallo del Jurado y antes de ser publicado, un compañero me llamó por teléfono para comunicarme que me habían concedido un tercer premio dotado con 15.000 pesetas. Yo no sabía que mi compañero formara parte del Jurado… y me extrañó su llamada. Si hubiera sido un primero, bueno; pero llamarme por haber ganado un tercero ...

Alguien se fue de la lengua y reveló un secreto, dejando automáticamente de ser secreto. Salieron a la luz algunas incidencias que pusieron en duda determinados acuerdos del Jurado. 

Escribo esto porque alguno de los miembros de dicho Jurado - eran catorce o quince - comentó algo insólito ocurrido en la primera reunión mantenida. Digo el nombre: Antonio Herrero Losada, director de Europa Press. Al iniciarse la sesión y ver «que todo estaba muy amasado» abandonó la sala y dijo que «para eso no se debió hacerle venir desde Madrid». Le convencieron de que no se fuera cuando estaba casi en la calle.

Serenados los ánimos, propuso para el primer premio de Prensa la colección de los siete reportajes publicados en Ideal-Verano, de la que era autor el que cuenta esta historia.

No se tomó en consideración la propuesta porque ya se habían ¿votado? los tres primeros premios, que recayeron sobre Rafael García Serrano, 50.000 pesetas (Diario Alcázar, de Madrid), Manuel Alcántara, 30.000 pesetas (Diario Arriba, de Madrid) e Iván Fuldaner, 25.000 pesetas (Dallas-Morning News). El Jurado también concedió un premio especial dotado con 30.000 pesetas a Ángel Palomino… quien formaba parte del mencionado Jurado.

También se acordó conceder tres premios de 15.000 pesetas cada uno a José María Gaytán, Guillermo Jiménez Smerdou y Rafael de Loma. SOFICO tiró la casa por la ventana y premió con cantidades diversas a Julián Sesmero, María José Arredondo, Carmen Olalla, Manuel Jiménez, Joaquín Marín, Antonio Parra, José Cano, Gonzalo Fausto, José Luis Mena y así hasta Antonio Mingote por sus dibujos en Blanco y Negro. Total, 400.000 pesetas del año 1973.

Lo más curioso de la convocatoria era el apartado H, que decía «Un premio de 50.000 pesetas para adjudicarlo a un trabajo que, sin haber sido presentado en el concurso, reúna los requisitos de la convocatoria…». O sea, un premio a dedo que le fue concedido a Jesús Vasallo por un artículo (o varios) publicado en el diario Arriba, «presentado por uno de los miembros del Jurado». Misterio sin revelar. El premio especial estaba dado de antemano porque solo un miembro del Jurado lo propuso… y se aceptó ¿por mayoría?

Volviendo al intento de abandonar el Jurado y proponerme sin éxito para el primer premio, después de lo que se comentó decidí escribirle una carta al director de Europa Press, Antonio Herrero Losada, dándole las gracias por la defensa que hizo de mi trabajo. 

A vuelta de correo recibí una carta autógrafa con seis líneas de texto: «En contestación a su cariñosa carta del 29 de diciembre, solo quiero decirle que su colección de reportajes sobre la Costa del Sol constituía, para mí, el mejor trabajo en ese concurso. Enhorabuena. Reciba un abrazo de Antonio Herrero».

Han pasado 52 años de aquello. No lo he contado hasta hoy. Solo tenían conocimiento de lo sucedido mi mujer y el director de Ideal, Melchor Sáiz-Pardo. Si lo cuento ahora es porque hay un documento que lo respalda: la carta autógrafa de Antonio Herrero Losada, a quien no llegué a conocer personalmente.

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