Igualdad

El 8M ya no es refugio para la concordia en Málaga

Vox vuelve a impedir que el Ayuntamiento eleve a institucional la moción aprobada en el Consejo Sectorial de la Mujer mientras PP, PSOE y Con Málaga se enzarzan en la disputa

Celebración del 8M en Málaga.

Celebración del 8M en Málaga. / Álvaro Cabrera

Ana I. Montañez

Ana I. Montañez

Málaga

Antes del inicio de este mandato, el 8M, el Día Internacional de la Mujer, como el 25N, solía ser una jornada en torno a la que los grupos políticos que conforman la Corporación municipal en el Ayuntamiento de Málaga conseguían zafarse de la mochila de argumentario para acercar posturas y mostrar un apoyo sólido y unánime a la lucha por la igualdad y los derechos humanos.

Ya no es novedad pero sí sigue siendo noticia que ese espíritu de concordia para sacar adelante mociones institucionales con el respaldo de todas las formaciones no es posible desde que Vox entró en el consistorio en 2023, al impedir con su voto en contra esa unanimidad necesaria. Afortunadamente, estas declaraciones siguen aprobándose por mayoría aunque no obtengan ese carácter de declaración institucional.

Y resulta especialmente llamativo que no se logre hacer institucional ni la propuesta que presenta el equipo de Gobierno, que se debate y se consensúa en el Consejo Sectorial de la Mujer, en el que están representadas numerosas asociaciones que trabajan activamente por los derechos de las mujeres, por el movimiento feminista y contra la lacra de la violencia de género. 

Una amplia representación para bajar los pies a la tierra, pero fuera del fango político, que da su visto bueno a la redacción del texto que posteriormente los grupos políticos aprueban, con independencia de las mociones que pueda presentar por su cuenta cada partido y en las que sí son esperables los tintes partidistas.

Durante el Pleno ordinario de febrero que se ha celebrado hoy se ha vuelto a comprobar cómo ese acercamiento se ha esfumado y, a tenor del debate, no solo por la postura de Vox, que sigue con el mantra de que “ni machismo ni feminismo” y que se borra de estos acuerdos con el argumento de que no son “soluciones reales”, sino por el desatinado lanzamiento de puñales que han ofrecido tanto la bancada de gobierno como la de la oposición, con PP, PSOE y Con Málaga. 

Enfrentamiento

Un enfrentamiento en el que se ha hablado de Errejón, de Monedero, de Ábalos, del alcalde de Algeciras o de Estepona en lugar de reflexionar sobre lo que queda por hacer y qué papel debe tener la Administración pública como garante de derechos. Un enfrentamiento, en definitiva, que contrasta con la renovación del Pacto de Estado contra la Violencia de Género que ni 24 horas antes había aprobado el Congreso de los Diputados -de nuevo, a pesar de Vox- y, sobre todo, que saca del foco lo verdaderamente importante.

“Hace 15 horas se reunían en esta cámara el colectivo más reivindicativo que tenemos en la sociedad malagueña. El espectáculo que estamos dejando aquí deja mucho que desear. Esas mujeres descargaron de carga política las intervenciones de ayer y nosotros venimos a hacer política”, se ha excusado el concejal de Derechos Sociales, Francisco Cantos, para después lanzarse a la batalla.

“Ninguna institución, organización social, está libre de que se produzcan situaciones machistas en su seno, porque el patriarcado es una estructura que opera en todos los ámbitos. Nosotros actuamos. ¿Qué ha hecho el Partido Popular?”, se defendía la concejal de Con Málaga, Toni Morillas.

“Apoyamos la moción, que es la del Consejo de la Mujer, no del PP. Si fuera del PP, mucho me temo que no fuera así. Intentan sustituir los recortes con el dinero que viene del Pacto de Estado”, acusaba la edil socialista, Rosa del Mar Rodríguez. 

Y mientras tanto, Vox. “Ni somos feministas ni somos machistas, somos igualitarios”, afirmó la edil Yolanda Gómez, que se refería al feminismo como un “negocio muy rentable”.

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