Restauración

El Gobierno pide al Puerto cambios en el proyecto para musealizar la Farola

La Autoridad Portuaria señala que trabaja ya en la actualización y que tras la revisión se licitarán las obras. El faro es un BIC, lo que exige que sea visitable

La Farola de Málaga, en una foto del año pasado

La Farola de Málaga, en una foto del año pasado / Álex Zea

Ana I. Montañez

Ana I. Montañez

Este próximo verano se cumplirán dos años de la declaración de la Farola de Málaga como Bien de Interés Cultural (BIC), la máxima figura de protección del patrimonio español que exige, no solo una atención exquisita a su cuidado y mantenimiento sino, como recoge la Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía, que se garantice su visita pública y gratuita.

Unos meses después de que fuera protegida como BIC, la Autoridad Portuaria activó la contratación pública para la redacción del proyecto y la dirección de las obras de rehabilitación y musealización del faro con el objetivo de convertirlo en un «espacio expositivo».

Ese contrato se adjudicó al estudio Fresneda & Zamora Arquitectura por 65.340 euros, que elaboró el proyecto y se lo entregó a la Autoridad Portuaria. Según fuentes portuarias, este documento se remitió al Ministerio de Cultura para su validación y, con su visto bueno, encargar las obras.

Estas mismas fuentes precisan a este periódico que Cultura ha solicitado que se incluyan una serie de cambios en el proyecto, en los que no abundan pero sí señalan que son «mínimos», así como que el estudio de arquitectura está trabajando ya para incorporar esas modificaciones. «Posteriormente, la Autoridad Portuaria repasará esta redacción y, una vez analizada, lo que sacará a licitación será la ejecución de los trabajos», indican.

El objetivo del Puerto de Málaga es licitar las obras en los «próximos meses» aunque lo cierto es que no maneja un plazo específico para sacar a licitación las obras, que serán supervisadas por Fresneda & Zamora.

Según se extrae delcontrato con el que el Puerto adjudicó la redacción del proyecto de musealización, la idea es otorgar al faro malagueño un «uso de espacio expositivo y cultural público», devolviéndole así su «marcado carácter histórico».

Estos trabajos incluyen el edificio de vivienda y la zona exterior del fuste del faro, que actualmente alberga la señal de balizamiento del Puerto de Málaga. Los trabajos deberán acondicionar la carpintería metálica de las ventanas y las barandillas, así como la pintura exterior de todo el conjunto del faro.

Una década esperando

El interés por que este icono de la ciudad se abra al público no es nuevo. De hecho, ha pasado ya casi una década desde que la Asociación Amigos de los Faros de Andalucía solicitó públicamente su apertura en 2016, previo a la celebración del bicentenario del faro. El entonces presidente de la Autoridad Portuaria, Paulino Plata, llegó a anunciar un proyecto de musealización que nunca se llegó a ejecutar.

En mayo de 2024, el festival de arquitectura Open House Málaga organizó una visita guiada inédita al interior de la Farola que permitió descubrir sus dependencias tanto residenciales como operativas, además de conocer de cerca su funcionamiento, que sigue sirviendo de apoyo a la navegación marítima y aérea.

El festival de arquitectura Open House Málaga ha organizado una visita guiada al interior de La Farola.

El festival de arquitectura Open House Málaga organizó una visita guiada al interior de La Farola. En la imagen la escalera de caracol / Álex Zea

Actualmente, el interior se encuentra afectado por humedades y no conserva muebles originales, salvo los de la cocina, la grifería del baño y los armarios empotrados de las habitaciones -fue durante años el hogar del farero-, a las que se accede por una escalera de caracol con barandilla metálica, construida precisamente para llegar a la segunda planta de uso doméstico.

Las salas de máquinas y de control ofrecen un interesante contraste entre los azulejos hidráulicos originales que conserva el suelo y todo el aparataje, ya de época actual, que mantienen en uso a la Farola. Esto permite que ya no sea necesaria la presencia perpetua del farero sino que se controla en remoto, de manera que solo se accede a la Farola en caso de avería.

Apagar la Farola

Una de sus principales funciones, la que atañe a su señal lumínica, se verá afectada con la construcción de la Torre del Puerto, el proyecto hotelero que se plantea desde hace años en el Dique de Levante, junto a la terminal de cruceros.

Si el hotel rascacielos, de 144 metros -según la última versión- se llega a construir, afectará a la trayectoria del haz de luz, por lo que será preciso construir un nuevo faro, tanto es así que incluso condiciona la expedición de la licencia de obras para levantar el hotel. Esto significaría, de facto, apagar la Farola.

Por este motivo, los impulsores de la declaración BIC de la Farola, Francisco Rodríguez y Matías Mérida, entienden que la Torre del Puerto «es incompatible con el faro» porque colisiona con la Ley de Patrimonio Histórico Español, que prohíbe «toda construcción que altere el carácter de los inmuebles» protegidos.

En este sentido, el profesor de Geografía de la UMA, Matías Mérida, defendía: «El planteamiento general es que La Farola va a seguir siendo faro. En este contexto, cualquier actuación, sea esta [el hotel] u otra que impida, que condicione o limite su operatividad como faro iría en contra del Real Decreto y de la Ley de Patrimonio Histórico frontalmente».

Un faro bicentenario

A propuesta del entonces ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, el Consejo de Ministros acordó el 25 de julio de 2023 la declaración como BIC de la Farola de Málaga. Esta declaración tiene como objetivo la protección patrimonial de los valores históricos, artísticos y técnicos de este monumento, que se levantó en 1817 -a partir del diseño del brigadier de la armada, ingeniero naval y director del Puerto, Joaquín María Pery Guzmán y Guzmán-, sin que ello suponga interferencia alguna en las competencias previstas en la Ley de Puertos del Estado y Marina Mercante. En 1853 se añadió a la torre una base cuadrada que albergaba viviendas para que el personal viviera allí, la cual fue ampliada entre 1909 y 1913 con una segunda planta.

Se trata del tercer faro más antiguo de España, después de la Torre de Hércules en La Coruña y el Faro de Portopí en Palma de Mallorca. Es el único con nombre femenino en todo el país. La Farola ha sobrevivido durante más de dos siglos, en los que se ha sometido a diversas reformas de los aparatos tecnológicos y también restauraciones tras episodios marcados por el deterioro de la edificación, por ejemplo, durante el terremoto que sufrió Málaga en 1884 y en la Guerra Civil española, cuando fue ametrallada.

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