La Laguna de Soliva, en peligro por un Urbanismo ‘fuera de lugar’

Málaga puede perder para siempre una reserva de vida natural, con cerca de 120 especies de aves distintas detectadas, además de un gran abanico de anfibios, y también camaleones, comadrejas, liebres, zorros y mochuelos; si continuaran unos planes urbanísticos que vecinos y ecologistas consideran inexplicables, porque proyectan construir encima de una laguna y, sin embargo, reservan un gran espacio verde justo al lado.

El llamativo planeamiento se encuentra desde hace lustros en Soliva y ha reactivado un movimiento ciudadano nacido hace unos 13 años, en defensa de su laguna, un espacio que, como los Montes de Málaga, la Desembocadura del Guadalhorce o la Laguna de la Barrera -los dos primeros, hoy, parques naturales- también ha surgido de forma artificial.

En el caso de la Laguna de Soliva, muy próxima al antiguo vertedero de Málaga -ya sellado y en proceso de naturalización- apareció hacia 2006 de la extracción de áridos para la construcción, hasta que se alcanzó la capa freática, un caso idéntico al de la Laguna de la Barrera, hoy, parque municipal.

Miguel Ángel Barba, monitor medioambiental y fundador de la Asociación Almijara, lamenta que, cuando hace 20 años nació la laguna, «los técnicos de la Junta ven un boquete de arcilla y dicen: no tiene ningún valor; no vieron su potencialidad».

Reserva

A ese temprano dictamen explica que se agarra la Gerencia de Urbanismo, cuando el paso del tiempo ha convertido ya la laguna en la reserva de una gran variedad de aves, anfibios, reptiles y mamíferos. «Yo tenía detectadas 83 aves distintas, pero varios ornitólogos de Málaga han detectado y fotografiado más de 120, entre especies de paso, migradoras, accidentales, hibernantes y estivales, además de residentes y reproductoras», subraya.

Y eso, pese a que una empresa hace años trató de desecarla bombeando agua con una tubería, sin resultado, porque la laguna no deja de revivir.

Miguel Ángel Barba considera la planificación urbanística actual un despropósito y un derroche: «Aprovecha los recursos que tienes: si cuentas con una laguna, haz el parque ahí», subraya.

División en el Ayuntamiento

El experto resalta la propia división que existe en el Ayuntamiento, con responsables de Medio Ambiente muy conscientes del valor que tiene el espacio y, por otro, la Gerencia de Urbanismo. «Pero lo que nos dicen en la Gerencia es que son cuatro, que tienen mucho trabajo y que es imposible cambiar por eso», lamenta.

El agente medioambiental destaca cómo, junto al cuerpo principal de la laguna hay charcas temporales que, aunque parezcan secas, hay huevos de varias especies criando bajo el barro, así como semillas para el año próximo. Por eso, recalca que una laguna seca no es sinónimo de que haya desaparecido, sino que está latente, hasta que vuelven las lluvias.

Miguel Ángel Barba cree que lo mejor es que fuera declarada parque forestal y se renaturalizara con especies autóctonas. A su lado, Miguel Jiménez, de la plataforma ciudadana en defensa de la Laguna de Soliva, anuncia una próxima asamblea junto a este espacio.

«La zona verde tráetela aquí, sólo hace falta eso», concluye el monitor medioambiental.

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