Crónicas de la ciudad
Disfraz publicitario en las Casas de Campos
La orden municipal de retirada de los paneles publicitarios de un restaurante en las Casas de Campos es de cajón, porque suponía volver al caos publicitario de los años 70 y 80 del siglo pasado.

Los paneles publicitarios del establecimiento, el mes pasado, con la plaza de la Merced al fondo. / A.V.
Lo ‘terrorífico’ de las fotografías y filmaciones de la Málaga de los años 70 y 80 del siglo pasado no estriba en el inevitable paso del tiempo, sino en constatar cómo casi todos los edificios del Centro Histórico se habían disfrazado de anuncios, hasta terminar siendo irreconocibles.
Cualquier parecido con las calles de Tokio, repletas de módulos, cables, focos y escaparates invasivos no era ningún desvarío. Resultaba imposible apreciar la buena arquitectura del Centro de Málaga: los preciosos edificios del XIX, los pocos del XVIII y hasta los regionalistas de XX tenían, marcados a fuego, el disfraz de rigor.
La declaración en 1985 del Centro Histórico como Bien de Interés Cultural con la categoría de conjunto histórico, y la reglamentación del Plan de Reforma Interior del Centro, en 1990, supusieron orden y sosiego al desbarajuste de décadas anteriores.
De esta forma, los malagueños, en los lustros siguientes, pudieron apreciar doblemente los edificios que antes ni merecían un vistazo, gracias a que fueron rehabilitados y, a continuación, desprovistos de toda la quincallería comercial; reducida a lo imprescindible.
Al marqués de Iznate, Antonio Campos Garín, debemos sus famosas Casas de Campos -en plural y no en singular, como aparecen en algunos registros oficiales-, dos bloques diseñados en la década de 1870 por Jerónimo Cuervo, en el solar del antiguo Convento de la Paz, en la plaza de la Merced.
Como saben, en el bloque más pegado a la desaparecida iglesia de la Merced nació Pablo Ruiz Picasso, y no exactamente en la casa ‘natal’ actual.

Vista contigua, desde la calle El Chiclanero, que separa las dos Casas de Campos. / A.V.
Orden de retirada
Como informó La Opinión, el Ayuntamiento reclamó hace unos días a un restaurante la retirada de unas planchas que imitan mosaicos, porque cubren todo el lateral de la Casa de Campos contigua.
Las ordenanzas del Pepri Centro abogan porque la publicidad se diseñe «de forma integrada al resto del edificio» y prime tanto «la discreción» como «el respeto a su calidad arquitectónica».
El edificio, dentro del conjunto BIC y con protección arquitectónica de primer grado, había vuelto a ser disfrazada de anuncio de los 70, con una publicidad poco discreta y respetuosa con el edificio.
Para el profesor de Historia del Arte de la UMA, Francisco Rodríguez Marín, gran parte del valor del inmueble reside en «su unidad estética y que haya llegado hasta nuestros días», y esta intervención supone una «merma de su valor patrimonial». Más claro, el agua de estos días.
Suscríbete para seguir leyendo
- Este es el restaurante de Málaga con el “mejor pescaíto” que tiene pescadería propia: se puede comer por menos de 15 euros
- Juanma Moreno reta a Óscar Puente y se ofrece para hacer el tren litoral de Málaga: 'Si el Gobierno se siente incapacitado, que hable con nosotros
- Un preso de Alhaurín de la Torre se fuga durante una visita a un hospital de la capital
- Estos son los pueblos más felices de España: tres de ellos están en Málaga
- Un acertante de Málaga, premiado con más de 634.470 euros en la Primitiva
- Así será el futuro edificio de apartamentos turísticos de la plaza de las Cuatro Esquinas en El Palo
- ¿Qué va a pasar ahora con la procesión de La Esperanza en Roma tras la muerte del Papa Francisco?
- El PTA aprieta por el metro y el Cercanías tras recordar que el 60% de sus trabajadores vive en Málaga capital