El antiguo colegio de Picasso continúa en el anonimato

Pablo Ruiz Picasso es para los franceses como El Greco para los españoles, parte de su herencia cultural, puesto que allí se formó y desarrolló gran parte de su carrera artística (cerca de 70 años, nada menos). 

Si a eso sumamos que lució, durante buena parte de su vida, un marcado acento catalán, fruto de su fructífera estancia en Barcelona, hay que agradecer que el artista más célebre del siglo XX no se olvidara de Málaga, su ciudad natal, y mantuviera sus raíces.

Y eso que dejó de vivir en ella a los 10 años y nunca volvió a pisarla a partir de 1901. Por eso, escapa al sentido común que continúe en el anonimato uno de los pocos lugares vinculados aún a Pablo Ruiz Picasso en su ciudad natal. 

Pero así funcionan las cosas en Málaga. Hablamos del antiguo Colegio de San Rafael, en el número 18 de la calle Carretería, hoy ocupado por un hostel, después de unas obras de rehabilitación realizadas en 2021 por el conocido arquitecto Salvador Moreno Peralta.

El hostel de Pablo Picasso y Blas Infante

Hasta hace dos años, una mugrienta e ilegible placa de metacrilato instalada en el suelo de calle Comedias ‘informaba’ -es un decir -en español e inglés, a los pocos capaces de desentrañarla, que el edificio había albergado el colegio en el que Picasso estudió de niño. 

De hecho, la placa rezaba literalmente que «ya anciano, el pintor rememoraba las horas que pasaba en las aulas dibujando el mundo a través de sus ventanas».

Placa picassiana ilegible y en dos idiomas en calle Comedias

A comienzos de 2023, el Ayuntamiento retiró la placa por que había perdido toda utilidad informativa; pero como suele suceder, la gigantesca maquinaria municipal se olvidó luego de reemplazarla por algo que sirviera de información al malagueño, visitante o turista. 

En el anonimato

Dos años después de la retirada, el antiguo colegio sigue en el anonimato, y eso que el actual hostel conserva el patio de columnas del antiguo centro, que no era otra cosa que el patio de recreo del colegio, el lugar en el que Pablo Ruiz Picasso jugó con sus compañeros.

El futuro artista, por cierto, solía llevar a clase algún objeto dejado en prenda por su padre, José Ruiz Blasco, para salvar las horas de ausencia paterna.

En tiempos de la concejala de Cultura de Ciudadanos, Noelia Losada, se puso en marcha la iniciativa ‘Málaga hace Historia’, la colocación de placas conmemorativas en rincones de Málaga ligados a personas o instituciones memorables. ¿Tan sobrados andamos como para olvidar el colegio de Picasso que también lo fue de Blas Infante? 

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