La aldea oculta de Málaga considerada la más bonita de España: "Estuvo abandonada durante más de 50 años"

Sus calles empedradas, sus fachadas blancas y sus macetas repletas de coloridas flores. Pasear por los rincones de ensueño de El Acebuchal, en Málaga, es viajar a un pasado en el que la naturaleza y lo artesanal se entremezclan para permitir que la vida se disfrute a otro ritmo, sin prisas y con una dulzura y encanto únicos, y rodeada de una belleza sin igual. Una situación excepcional que ha llevado a esta aldea "oculta" a ser considerado el pueblo perdido más bonito de España.

"Se trata de una aldea fantasma que renació de sus cenizas", cuenta Marisa Gámez, la joven que, a través de su perfil 'Mochileando sobre ruedas', acumula miles de seguidores con sus vídeos en los que recorre el mundo entero en busca de los rincones más mágicos y especiales. Y, entre ellos, ha destacado El Acebuchal, del que destaca que es "el pueblo perdido más bonito de España" y que también ha sido denominado por la revista National Geographic como uno de los once mejores pueblos de la provincia.

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En 1949, esta aldea quedó despoblada de todos sus vecinos tras la Guerra Civil. "Pero renació de sus cenizas gracias al tesón y la ilusión de algunos de sus antiguos habitantes", explica la joven. Así, 50 años más tarde, las familias de esta aldea decidieron regresar y darle vida de nuevo a esta pequeña aldea enclavada en el corazón de la Sierra de Tejeda, Almijara y Alhama

El Acebuchal y su ubicación privilegiada

"Con una ubicación privilegiada, se ha convertido en un paraíso rural, ideal para la desconexión, ya que allí no hay señal de televisión ni cobertura de telefonía móvil", indica la mujer. Actualmente, la aldea, que está situada dentro del término municipal de Cómpeta, a 13 kilómetros, y a tan solo 5 kilómetros de Frigiliana, cuenta con 33 viviendas.

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Entre la riqueza natural que atesora este enclave se encuentra su fauna, "muy variada" y que permite divisar águilas, buitres, aguiluchos, zorros, jabalíes, tejones, ardillas, búhos y cabras montesas. Además, su flora es igual de extensa, rodeada por varias especies de pino, enebros, sabinas, majuelos, retama, tomillo, romero y orquídeas. A lo que se suma su exquisita gastronomía, con platos tradicionales andaluces como el chivo malagueño y sus embutidos caseros.

Rincones para visitar más allá del sol y la playa

Asimismo, la aldea está rodeada por cumbres de mediana altura, pero muy visitadas por los amantes del senderismo, y tiene en sus inmediaciones el Cerro Lucero, su pico más alto, a 1.720 metros de altura.

"Es un lugar recóndito y misterioso lleno de rincones con encanto, calles empedradas y fachadas blancas que contrastan con el colorido de sus macetas", relata la joven. Además, asegura: "Es un pequeño tesoro escondido que nos lleva a viajar al pasado".