Sucesos

Personas afables y cariñosas: así recuerdan en la Carretera de Cádiz a Petro y María, los ucranianos fallecidos

El difunto trabajaba allí desde hace una década y mantenía una gran relación con los vecinos. Ella, a pesar de no frecuentar tanto la zona, es recordada con aprecio

Piso desde el que Petro y María se precipitaron al vacío.

Piso desde el que Petro y María se precipitaron al vacío. / Álex Zea

Rafael del Pozo

Málaga

En Cruz del Humilladero apenas hay gente que le ponga cara a la pareja ucraniana que se suicidó en la calle Madre Teresa de Calcuta. En cambio, Petro, de 64 años, y María, de 60 años eran rostros conocidos en otros distritos de la ciudad. Petro era empleado de mantenimiento en la urbanización Barceló, en la Carretera de Cádiz. Comenzó a trabajar allí hace diez años, cuando llegó a España, tras conocer a José Luis de la Torre, presidente de la mancomunidad, en un reparto solidario de alimentos.

Los vecinos han quedado impactados con la noticia, pues aseguran que Petro era una persona muy cariñosa, que mantenía una relación muy cercana con ellos. Estos, incluso le daban ayuda en el ámbito personal. Tanto el presidente, como Rosario Santos, vecino de la urbanización, cuentan que era frecuencia dejarle ropa que ya no usaban o comida para él y su familia. Petro tenía dos hijos y varios nietos que habitan en una zona rural de Ucrania y les mandaba parte de la ayuda que los vecinos le proporcionaban.

"Era una persona afable y cariñosa. Mis nietas le tenían mucho cariño, siempre les hacía reír y les daba caramelos", cuenta Santos para explicar el trato que mostraba Petro a la gente del lugar. También era habitual que el empleado ucraniano hablara de sus familiares y mostrara fotos de sus nietos a los más allegados. "Sus hijos han estado aquí en época de feria y otras festividades, era un hombre integrado", comenta Santos.

María se dedicaba al cuidado de personas mayores, no era tan conocida en la zona, aunque alguna vez se había dejado ver por allí. Los vecinos que más trato han tenido con ella la califican como una persona cariñosa y muy pendiente de todo.

La última vez que se vio a la pareja en Carretera de Cádiz fue el lunes pasado, día antes del fallecimiento de ambos, cuando María fue a llevarle a su marido un caldo caliente para contrarrestar el fuerte resfriado que este arrastraba desde hacía varios días.

Poco tiempo en su nueva vivienda

La pareja llevaba poco más de un mes como inquilina en una habitación realquilada por una compatriota con dificultades para pagar el alquiler del piso desde el que se precipitaron la mañana del pasado martes. Antes, vivían en otra vivienda pegada al Vialia, en la zona de El Perchel. Se habían mudado porque el precio que pagaban por la habitación era mucho menor, alrededor de los 400 euros. El presidente de la urbanización Barceló comenta que Petro parecía contento con su nuevo hogar, achaca al poco tiempo que llevaban viviendo allí el desconocimiento hacia la pareja en Cruz del Humilladero: "El carácter ucraniano no es el andaluz, son gente más reservada, necesitan confianza para integrarse".

Las alarmas saltaron el martes cuando Petro no acudió a su puesto de trabajo, tampoco contestaba los mensajes ni las llamadas. "Es algo que no había hecho en 10 años", cuenta José Luis de la Torre. Este se enteró de la noticia del fallecimiento de dos ucranianos por la tarde, cuando su mujer, a la que fue a recoger del trabajo, se lo comunicó. A las pocas horas le confirmaron desde la empresa que Petro y María eran los fallecidos. Tras recuperarse del aturdimiento que le causó el anuncio, lo comunicó a los demás vecinos a través de la página de Facebook de la urbanización.

Homenaje desde la urbanización

Tal es el cariño que se le tenía a Petro que hay esquelas en su memoria colgadas por diferentes puntos del recinto. Los vecinos han comenzado a moverse para que se le ponga su nombre a un recinto deportivo de la zona, que iría acompañado de una placa en su memoria. Estos han comenzado una recolecta para recaudar fondos con el fin de que la pareja tenga un entierro digno o de que se pueda abordar la repatriación de los cuerpos a Ucrania, que ascendería a la cifra de los 15.000 euros.

Esa decisión queda en manos de la familia. La hija, que ha vivido en Málaga, volará desde su país y hablará con la Policía para conocer más detalles sobre la situación, pues hay elementos que no le cuadran sobre las circustancias en las que han fallecido sus padres, así se lo ha manifestado a los conocidos de la urbanización con los que ha hablado.

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