Crónicas de la ciudad

Calle Ucrania: continúa, con luz roja, la calle más peligrosa de Málaga

Las ironías del destino han querido que sea en la calle Ucrania, en Intelhorce, donde el peatón tenga muchas probabilidades de acabar en urgencias, al estar unida, como una maldición, a una rauda carretera.

La calle Ucrania, a la izquierda, con sólo un paso de cebra a la mitad. A la derecha, la carretera MA-401, sin pasos de cebra ni semáforos.

La calle Ucrania, a la izquierda, con sólo un paso de cebra a la mitad. A la derecha, la carretera MA-401, sin pasos de cebra ni semáforos. / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

El pasado Domingo de Ramos, el gánster del Kremlin inauguró la Semana Santa con una matanza de civiles en Ucrania. Si la maldad tiene rostro es la cara avinagrada de Vladimir Putin, con permiso del sujeto al frente de Israel, que le sigue muy cerca en el ranking de ‘Herodes del siglo XXI’.

Qué ironía, pues, que sea la calle Ucrania una vía que depara peligro real en Málaga; una auténtica ruleta rusa -con perdón- para el peatón, cuyo premio más liviano es acabar en urgencias si se descuida un segundo.

Se trata de un disparate que, por eso de encontrarse en la periferia de Málaga, sólo se reconducirá cuando se produzca un atropello mortal o cuando se solvente, ‘piano, piano’, la situación administrativa actual.

Por eso, los vecinos de Intelhorce que trabajan en el vecino polígono industrial Guadalhorce, tienen que andarse con todos los ojos posibles cuando se dirigen al trabajo o regresan a casa, si deciden hacerlo a pie.

Final del puente de la Carretera Azucarera-Intelhorce y llegada a la problemática calle Ucrania.

Final del puente de la Carretera Azucarera-Intelhorce y llegada a la problemática calle Ucrania. / A.V.

Suponiendo que vuelven al hogar, el regreso se produce por el puente de la Carretera Azucarera-Intelhorce, que cuenta con su acera correspondiente.

Lo que viene a continuación es un agujero negro, desde el punto de vista de la seguridad vial, porque el viandante se topará con una glorieta y un par de isletas en medio del fragor del tráfico. Como en una partida de videojuego, pisar esas isletas, desprovistas de paso de peatones alguno, será la única manera de alcanzar los primeros edificios de Intelhorce en calle Ucrania con relativa seguridad.

En realidad el problema estriba en que ante el peatón se despliegan cuatro carriles, los dos primeros, los de la carretera MA-401 de Campanillas, sin ningún tipo de paso peatonal al que acogerse, por la propia naturaleza de la carretera.

A continuación, adyacente, y separada por una mediana, se encuentra, la más tranquila calle Ucrania con otros dos carriles, y sólo con un paso de cebra ‘surrealista’ en mitad de la vía, pues conecta con la mencionada carretera, que el peatón debe cruzar a la carrera si estima su vida.

Otra vista de la carretera MA-401 y de la calle Ucrania, a continuación, en Intelhorce.

Otra vista de la carretera MA-401 y de la calle Ucrania, a continuación, en Intelhorce. / A.V.

Tráfico de vehículos pesados

Precisamente estos días, esta carretera cuenta con un tráfico de vehículos pesados de lo más intenso, porque está en ebullición el vecino Distrito Zeta, el nuevo barrio que se está construyendo justo al lado.

Así que el riesgo es mayúsculo con tanto trasiego de camiones, aparte de los conductores que toman la curva de la Carretera Azucarera-Intelhorce como si fueran Fernando Alonso.

Sólo cuando esta carretera se convierta en calle a secas, como extensión de calle Ucrania, acabará esta sinrazón, gracias a semáforos y pasos de cebra. ¿Cuándo?

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