Laboral

Solo el 8% de las contrataciones en 2024 fueron a trabajadores con estudios universitarios

Camarero, peón agrícola, albañil, limpieza o vendedor, las principales ocupaciones

El decano de Trabajo advierte de la tendencia a ocultar la formación para evitar el rechazo por sobrecualificación

Una Oficina de Empleo en Málaga.

Una Oficina de Empleo en Málaga. / La Opinión

Ana I. Montañez

Ana I. Montañez

Málaga

La provincia de Málaga cerró el año 2024 con un total de 568.051 contratos firmados. Del total, llama la atención que solo el 8,2% se realizaron a trabajadores con estudios universitarios, mientras que la gran mayoría, el 70,76%, fueron a personas con estudios de ESO o inferiores y un 20,89% tenía Bachiller o Formación Profesional.

Son datos del Observatorio de las Ocupaciones que realiza el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), vinculado al Ministerio de Trabajo, que ofrece un balance anual de la situación del mercado de trabajo malagueño, además, con perspectiva de género.

De hecho, distinguiendo entre hombres y mujeres, de los 401.969 contratos realizados a personas con un nivel formativo de ESO o inferiores, el 57,81% fueron a varones, mientras que en el caso de los 46.578 contratos a aspirantes con formación universitaria, el 64,62% fueron realizados a mujeres.

En cuanto a los motivos que explican ese porcentaje testimonial de contratos realizados a la población con una alta formación académica, el decano de la Facultad de Estudios Sociales y del Trabajo, Francisco Lozano, advierte de una tendencia que no refleja la estadística y es la de ocultar una parte importante del currículum para evitar ser rechazados por una «sobrecualificación» al optar a ofertas laborales que requieren una baja cualificación.

«Cuando un joven con una titulación universitaria, en principio necesita trabajar, a lo mejor para seguir estudiando o por lo que sea, y quiere un puesto de baja cualificación, no pone la titulación universitaria que tiene porque eso probablemente le perjudique», explica Lozano, que señala que es una cuestión «oculta» en la estadística, ya que no incluye un estudio cualitativo que muestre por qué el empleado se presentó al puesto de trabajo concreto en el que fue contratado.

Por ello, Lozano sostiene que el porcentaje del 8,2% se alinea más con el número de universitarios que realmente han sido contratados «para los puestos para los que están preparados», lo que da una idea de la calidad de las ofertas laborales que ofrece actualmente la provincia de Málaga. «Lo cual es un gran problema», opina el decano.

Principales ocupaciones

De hecho, el estudio de SEPE ofrece también un ranking de las ocupaciones más contratadas a lo largo del año 2024, haciendo de nuevo una distinción entre hombres y mujeres.

En el caso de ellos, la ocupación principal es la de camarero, seguido de los peones agrícolas, los albañiles o los conductores asalariados. En el caso de las mujeres, igualmente el puesto de camarera es el que ofreció más contrataciones, seguido del de personal de limpieza, vendedora en tienda y almacén o ayudante de cocina, que requieren una cualificación entre media y baja.

En el caso de los puestos que requerían una cualificación alta, el informe destaca en primer lugar a los monitores de actividades recreativas y de entretenimiento, seguido de otros técnicos y profesionales de apoyo de actividades culturales y artísticas, actores y agentes y representantes comerciales.

En esta línea, el decano de Estudios Sociales y del Trabajo recalca que ante la falta de ofertas laborales en su campo formativo, muchos universitarios optan por buscar oportunidades en el extranjero lo que, en su opinión, genera finalmente un doble problema, el de la sobrecualificación y el de la pérdida de capital humano.

«Porque si el mercado de trabajo no es capaz de absorber el capital humano cualificado que está saliendo de las universidades, pues lo más normal es que se vayan», añade Francisco Lozano. «Estamos invirtiendo mucho en fondos públicos, en formar a nuestros jóvenes, y ahora muchos, una vez que están formados, no encuentran nicho de mercado que se ajuste a su cualificación. Con lo cual, o bien tienen que ocultar su sobrecualificación o bien van al extranjero».

Una brecha de género del 12,8%

El Observatorio de las Ocupaciones que realiza el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) dedica un apartado de su informe sobre el mercado de trabajo en Málaga en 2024 a analizar la brecha de género, que en la provincia de mantiene por encima de la media nacional. En el ejercicio anterior, la diferencia entre la tasa de empleo masculino y femenino se extiende en 12,84 puntos porcentuales frente a los 10,36 puntos porcentuales a nivel nacional, «lo que indica que a pesar de los esfuerzos la desigualdad persiste», valora el estudio. El año más crítico fue 2018, cuando la brecha de género en Málaga llegó a ser del 16,55% mientras que, curiosamente, el año más bajo fue 2022, con la salida de la pandemia, cuando este margen se estrechó hasta el 8,44%. «La tasa de empleo femenina en España fue de 47,24 %, y en esta provincia fue de 42,88 %, lo que supone una diferencia de 4,36 puntos porcentuales. En estos 10 últimos años, Málaga ha mantenido una de las tasas de empleo femenino más bajas nacionales, con diferencias significativas en 2016 (5,23 %) y 2024 (4,36 %)», detalla el informe del Ministerio de Trabajo. En general, la tasa de empleo se situó el año pasado en el 49,1%.

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