Crónicas de la ciudad

La Laguna de Los Prados, coladero de vándalos

13 meses después de la primera denuncia, el Gobierno central continúa sin poner coto al coladero de amantes de la basura en que se ha convertido este humedal protegido

Entrada vandalizada a la Laguna de Los Prados, este mes.

Entrada vandalizada a la Laguna de Los Prados, este mes. / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Asegura en su página web Sepes, la entidad pública empresarial adscrita al Ministerio de Vivienda, que su objetivo es trasformar metros cuadrados de suelo público «en lugares habitables», así como actuar «con ejemplaridad y agilidad». 

Ninguno de estos loables fines se aprecian, hoy por hoy, en un terreno de su propiedad: la Laguna de los Prados, 16 hectáreas junto al polígono industrial Guadalhorce incluidas, desde 2007, en el Inventario de Humedales de Andalucía. 

Por falta de agilidad, lo cierto es que pronto será inhabitable para las incontables especies animales que viven en ella. 

Quizás, todo se deba a la incongruencia de que el Ministerio de Vivienda sea el propietario de un espacio natural en el que se prohíbe construir; es tan pertinente como nombrar a Trump director del Instituto Cervantes o poner a Puigdemont, al frente de la selección española de fútbol. 

¿No sería más lógico que la laguna dependiera del Ministerio de Transición Ecológica, la Consejería de Medio Ambiente de la Junta o el Área de Medio Ambiente de nuestro Ayuntamiento

Hace 13 meses, en marzo del año pasado, La Opinión se dio una vuelta para comprobar que se había convertido en el ‘canal de desagüe’ de los vándalos a motor: camiones y furgonetas entraban a su aire en los terrenos protegidos para depositar cerros de escombros varios. 

Vuelven los vándalos

Esta sección se dio una vuelta este mes para constatar que el problema continúa a todo trapo: había una suerte de ‘butrón’ por la calle Carlo Goldoni y en la Carretera Azucarera Intelhorce, un nuevo tramo de valla desaparecido, ideal para que quepan por él vehículos y organismos pluricelulares con Seguridad Social y DNI

Primeros metros de acceso a la Laguna de los Prados, un denso cañaveral tras las lluvias.

Primeros metros de acceso a la Laguna de los Prados, un denso cañaveral tras las lluvias. / A.V.

Lo único que impide ahora mismo que los daños sean mucho mayores y la basura se extienda como antes ha sido obra de la Naturaleza: las lluvias de estos meses han convertido la laguna en un denso cañaveral que actúa de barrera defensiva; cuando puede, porque hay ya caminos abiertos en los que aparecen espurreados restos de todo tipo. 

Adentrarse por la laguna es revivir la película ‘Los últimos de Filipinas’ pero con aroma de Los Ruices

¿Qué hacer con este humedal? La lógica aconseja que se hagan cargo de él expertos en Medio Ambiente de la administración que sea. Quizá entonces, como buena parte de su fauna, empiece por fin a remontar el vuelo

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