Parque del Oeste: el legado artístico de Stefan von Reiswitz

En 1955, arribaba a Marbella el joven alemán Stefan von Reiswitz, nacido en Munich en 1931. Dos años más tarde, se asentaba definitivamente en Málaga capital, ciudad que sólo dejaría unos tres años antes de morir, pues a raíz de un accidente se trasladó a su ciudad natal, donde murió en 2019.

En Málaga, el joven Stefan desarrollaría toda su carrera artística como pintor, grabador y escultor, relacionado con las tempranas corrientes artísticas de vanguardia en la ciudad. En este sentido, fue miembro del Grupo Picasso y cofundador del taller de grabado El Pesebre, así como del Colectivo Palmo.

En 2001, el Palacio del Obispo albergó una gran exposición sobre su amplia obra y en 2006, la Diputación organizó otra gran muestra en la Alameda Principal, centrada en su escultura, que tiene como sello de identidad una fusión perfecta entre arqueología, mitología y humor, sin abandonar la modernidad.

Precisamente, más de 40 esculturas de sus esculturas se encuentran repartidas por los 74.000 m2 del Parque del Oeste, una presencia en la que tuvo mucho que ver el antiguo gerente del parque, el economista bilbaíno Miguel Otamendi, gran admirador del artista. 

Por este motivo, y como adelantó este diario, el Círculo de Amigos del Parque del Oeste ha propuesto que esta zona verde sea catalogada y promocionada como Parque Museo, con carteles informativos, visitas guiadas en español y alemán, y que se facilite la llegada de los autobuses turísticos. «Con lo expuesto, se podría conseguir un mayor reconocimiento y valoración local, nacional e internacional», argumentaba el pasado mes de marzo, en un escrito para la concejala de Servicios Operativos Teresa Porras, el fundador del Círculo, el gestor cultural José Antonio Sierra. 

Justamente, el pasado mes de abril regresaba al Parque del Oeste la malagueña Alicia von Reiswitz, la mayor de los tres hijos de Stefan von Reiswitz. Alicia, que vive en Estrasburgo, recalca que para su padre «era algo muy importante el contar con esto».

Como explica, trata de visitar el Parque del Oeste «por lo menos al menos una vez al año», y ha seguido su evolución desde que fue inaugurado en 1992. «Recuerdo ir con el arquitecto del parque, que tenía un coche manual sin pedales e iba a mucha velocidad», señala con una sonrisa.

Para Alicia von Reiswitz, la conversión de esta zona verde en parque museo, por la amplia obra de su padre, es algo muy necesario para sacar este meritorio rincón de Málaga del anonimato. 

«En el Parque del Oeste no hay ni una palabra sobre Stefan von Reiswitz, salvo su nombre en pequeños rótulos de las esculturas», contaba en marzo José Antonio Sierra a este diario. 

A este respecto, la propia hija del escultor recuerda que habló por teléfono con el alcalde, Francisco de la Torre, «hace dos o tres años» y también le ha escrito, «para poner algo, una pequeña biografía sobre mi padre; y tampoco hay carteles sobre las esculturas de él, mientras sí hay sobre los patos y murciélagos que hay en el parque, algo surrealista», argumenta. 

Alicia von Reiswitz recuerda que al alcalde le pareció muy buena idea, pero no hubo ningún avance. A su juicio, falta mucha labor de promoción del Parque del Oeste. «Hace 10 o 15 años había un cuento para niños sobre el Parque del Oeste; pero ha desaparecido del todo», lamenta, al tiempo que recuerda que «cuando van a amigos a Málaga, en información turística no le pueden decir nada del Parque del Oeste». 

La hija del escultor piensa que, en otros rincones del mundo con obras parecidas, pero en menor cuantía, «hacen un montón de publicidad, y aquí no se encuentra por ninguna parte». 

Una obra ‘en capilla’

Por otra parte, Alicia von Reiswitz muestra la preocupación de su familia por el destino final de la obra conservada en la casa taller de Málaga capital; no sólo la de su padre, sino también de su madre, la primera mujer del artista bávaro, la pintora naif Marina Barbado, fallecida en 1974. 

Alicia calcula que de su padre puede haber «entre 100 y 200» piezas escultóricas de pequeño formato, más algunas grandes, así como una treintena de cuadros. De su madre, que pintó muchos rincones de Málaga, unos 200 lienzos. 

«Nosotros, si alguna institución compra algo siempre es bienvenido; la más grande preocupación es la conservación de una obra que es verdaderamente muy coherente y muy original, y para eso no tenemos la posibilidad de hacerlo ni sabemos cómo; por eso también donaríamos cuadros, si es seguro que iban a encontrar un sitio para exponerlos de cuando en cuando». En su opinión, lo propio sería que la obra artística de su padre permaneceria en España. 

También considera que podría implicarse la Universidad, porque falta «hacer un inventario de lo que hay, si bien señala que «quizás, el primer paso sea el parque museo», recalca.

Por último, reconoce que a la familia le gustaría ver también en Málaga una exposición homenaje al inigualable Stefan, el malagueño de Baviera.

Respuesta del Ayuntamiento

Fuentes municipales indicaron el pasado viernes que el Área de Cultura no ha recibido, por parte de la familia, la petición oficial de la cesión/ donación de obras de arte. "Cuando se reciba, se estudiará".  

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