El obispo de Málaga aún está grave pero su evolución sigue siendo "positiva"

El estado de salud del obispo de Málaga, Jesús Catalá, que permanece ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de la clínica Vithas Málaga desde este pasado 29 de abril, continúa evolucionado de manera "positiva y favorable", "dentro de la gravedad", según el parte médico de este domingo, del que se ha hecho eco de forma oficial la diócesis, a través de un comunicado.

El Obispado ha recordado de que el martes 22 de abril Catalá fue intervenido de un pólipo en la vejiga en una operación programada que resultó satisfactoria. Una semana después, el 29 de abril, Catalá volvió al quirófano para ser intevenido de próstata y presentó una infección; y en la tarde de esa jornada volvió a la mesa de operaciones "con buen resultado", manteniéndose desde entonces al paciente en la UCI.

Es decir, que el prelado, que el pasado 22 de diciembre cumplió 75 años, fue operado en tres ocasiones en el plazo de una semana. La última operación se complicó con una infección que derivó en una septicemia, por lo que Catalá fue sedado y sometido a un tratamiento de antibióticos de amplio espectro con el que día a día, parece estar respondiendo, aunque aún está grave y sigue en la unidad de críticos.