La ayuda de Málaga a Valencia prosigue tras la DANA

«Si mañana, por desgracia, hay una situación de emergencia, respondemos en 24 horas», comenta el cooperante internacional malagueño Antonio Paneque, presidente de la ONG ASAEC y coordinador de las campañas de la Unidad de Respuesta Rápida de Málaga.

Este dispositivo, nacido a raíz de la riada de Campanillas en 2019, volvió a ponerse en marcha el pasado otoño, con la DANA de Valencia y los daños causados también en la provincia de Málaga.

Como recuerda, lograron movilizar a entre 800 y 900 voluntarios y han distribuido cerca de un millón de kilos de ayuda de todo tipo, empezando por alimentos y productos de higiene y de limpieza.

Pero no puede hablarse todavía en pasado porque, como señala el malagueño Iván Bravo, que ha coordinado ‘in situ’ toda esa ayuda en Valencia en cuatro ocasiones en los últimos seis meses, «ahora mismo sigo coordinándome con personas de Alfafar, Paiporta, Algemesí, Catarroja...; siguen necesitando ayuda», recalca.

Por este motivo, hace unos días, acudió a Málaga un camión de Valencia para cargar 5.000 kilos de ayuda en la nave de 1.500 m2 que la Unidad de Respuesta Rápida tiene en el Polígono El Viso, que cuenta con remanentes de la campaña de la DANA.

«Han cargado latas de conserva, mucha leche, botes de verdura en conserva, fruta enlatada, arroz, productos de higiene personal y papel higiénico», cuenta Iván Bravo, que señala que estos productos se repartirán en pueblos como Algemesí, Paiporta o Benetúser. Iván Bravo resalta que la intención es que en mayo, «vuelvan otra vez».

Para Antonio Paneque, la clave de una buena distribución de la ayuda radica «en una buena vertebración», comenzando con «una sola nave y un solo responsable» y luego, con el contacto entre voluntarios de Málaga y de Valencia, para contar con puntos de almacenamiento y distribución: al principio, colegios, más tarde hasta naves que habían quedado inservibles, cedidas por sus propietarios.

«Es una manera de organizarse la sociedad mucho más rápida, lógica y coherente que la propia administración», recalca Antonio Paneque, que destaca que los voluntarios «invierten en lo más bonito que tiene un ser humano que es su tiempo».

En los pueblos de Valencia, Iván Bravo recuerda que, además de canalizar la ayuda de Málaga ha hecho de todo, desde retirar barro hasta organizar una brigada de cuatro grupos de comida, «con unos 40 cocineros de Málaga, gracias también a empresas malagueñas y a la Unidad de Respuesta Rápida; porque allí no solo comía el pueblo, también los voluntarios, los militares, bomberos, policía...».

"He seguido enganchado porque he visto la realidad"

Iván Bravo, que lleva 30 años ligado a la hostelería, también repartió comida a personas mayores en sus casas y las pasadas navidades colaboró en una campaña que repartió «unos 15.000 juguetes».

Y aunque no vuelve a Valencia desde entonces, continúa canalizando la ayuda: «He seguido enganchado porque he visto la realidad de lo que están viviendo allí». Y la realidad sigue siendo la de vecinos «que se han quedado sin ningún ingreso», además de que continúa habiendo problemas con el agua potable.

Mientras la ayuda a Valencia continúa seis meses después de la tragedia, la Unidad de Respuesta Rápida irá a contar su experiencia a la Universidad de Málaga, «porque hace falta que se sume más gente», para la próxima vez que sean imprescindibles, recuerda Antonio Paneque.

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