Patrimonio

Cultura no protege Nereo en la revisión de la carpintería de ribera

Protege la actividad de tres astilleros de la provincia pero no los edificios

Nereo ve incumplimiento de la sentencia firme del TSJA y pedirá la suspensión

Vista de los Astilleros Nereo de Pedregalejo.

Vista de los Astilleros Nereo de Pedregalejo. / L. O.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Málaga

La Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía ha resuelto incoar el procedimiento para inscribir en el Catálogo General de Patrimonio Histórico Andaluz la carpintería de ribera como Bien de Interés Cultural. Se trata del cumplimiento de la sentencia firme del TSJA, de 2019, por el que la administración autonómica debía revisar esta protección -desde 2008 circunscrita a la actividad de carpintería de ribera de Pedregalejo-, por entender el tribunal que la Junta de Andalucía había vulnerado de forma «clara» el principio de igualdad, dado que en 2003 protegió tanto la carpintería de ribera como los astilleros sevillanos de Coria del Río, mientras en Málaga protegió la actividad y dejó desprotegidos los Astilleros Nereo.

Según ha podido saber este periódico, en esta revisión del procedimiento los astilleros de Pedregalejo continúan sin protección arquitectónica. En concreto, Cultura extiende la protección a la actividad de la carpintería de ribera que en la provincia de Málaga se desarrolla en tres astilleros: los de José Pedro González (Almogía), José Cruz (Torre del Mar, Vélez-Málaga) y los Astilleros Nereo de Pedregalejo.

La Delegación Cultura, sin embargo, concluye que ninguno de los tres talleres merece protección, al no contar con «una tipología identificatoria ni construcciones tradicionales características que puedan llamarse propias o típicas de esta actividad».

En el caso de los Astilleros Nereo los describe como «varias naves que conforman un patio en el barrio de Pedregalejo». La Junta precisa que la carpintería de ribera se puede realizar «en cualquier edificio que reúna los accesos y el espacio necesarios para ello».

La resolución de la Delegación de Cultura no sigue la recomendación del Servicio de Protección del Patrimonio Histórico, de la propia Junta, que en un informe de 2012 llamó la atención porque la protección de la carpintería de ribera en Málaga no contemplara «ningún ámbito o espacio material de desarrollo de las mismas», y aconsejó revisar y actualizar esta protección. El TSJA consideró este informe de «indudable relevancia» para fundamentar su sentencia.

Reacción de Astilleros Nereo

Para Alfonso Sánchez-Guitard, de Astilleros Nereo, tras seis años de espera para que la Junta cumpla la sentencia firme, «la ha incumplido, ha utilizado los mismos argumentos que su abogado, cuando perdió el juicio; eso no es cumplir la sentencia», argumentó.

El representante de Nereo recordó que la sentencia obligaba a Cultura a revisar y actualizar la inscripción, sin perjuicio del resultado final; «pero antes de resolver el procedimiento ya determina que no hay que vincular el espacio con la actividad de la carpintería de ribera», criticó.

Para Alfonso Sánchez-Guitard la resolución de Cultura es una muestra de «mala voluntad política» de la Junta de Andalucía, que tiene como objetivo «justificar el proyecto urbanístico» de la extensión del paseo marítimo, que supondría demoler los astilleros.

Por todo ello, anunció que presentará alegaciones; además, pedirá al TSJA la suspensión de la resolución de Cultura, para que determine si cumple o no la sentencia; y no descartó «la vía penal» ante una presunta prevaricación.

Además, recordó que Nereo cuenta con la protección del Ministerio de Cultura, al estar incluido en el Plan Nacional de Patrimonio Industrial, «mientras que los astilleros de Coria, protegidos por la Junta, no lo están».

Con respecto a la no protección del inmueble, Alfonso Sánchez-Guitard hizo hincapié en que la naturaleza principal de la carpintería de ribera es estar «en el rebalaje», como ocurre con Nereo, porque «las maderas necesitan ser curadas junto al mar» y también sumergirlas en el mar para su correcto tratamiento.

Por último, en este sentido, puso de manifiesto la postura del Ministerio de Cultura, expresada en 2017, de que los talleres de Pedregalejo «deberían conservar la salida directa al mar, sin obstáculos para permitir la botadura de los navíos en el sitio» , y considera que trasladarlos «es incompatible con la protección de los valores culturales atribuidos a los Astilleros Nereo».

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