Economía

Los aranceles propagan la incertidumbre entre las empresas andaluzas de EEUU

La piedra natural y el aceite representan un alto porcentaje de la presencia de Andalucía | Cosentino celebra en su sede de Nueva York, una nueva edición de ‘La Feria’, con la participación de Málaga

Cosentino ha celebrado la Feria en Nueva York.

Cosentino ha celebrado la Feria en Nueva York. / l.o.

Francisco Reyero

Nueva York

Las importantes compañías andaluzas que desde hace años exportan al mercado estadounidense y otras pujantes que intentan asentarse en él ofreciendo nuevos productos y servicios, están sintiendo la convulsión de la nueva administración Trump. Los partidarios del presidente, partidarios hasta la sumisión, creen que su política de aranceles punitivos, que él justifica para defender la producción interna y hacer renacer la manufactura doméstica, obedece a un «plan geométricamente diseñado por un genio». En cambio, el mundo y los históricos aliados de la Casa Blanca contienen la respiración porque desde que, a comienzos de abril, Trump anunció las nuevas cargas impositivas sobre productos a comercializar en Estados Unidos, sus amenazas han ido variando. ¿Hacia dónde va Trump y, sobre todo, a qué situación se dirige Estados Unidos y con él, el mundo?

Grandes compañías como Apple han presionado para excluir los productos electrónicos de la guerra comercial Estados Unidos-China. La marca creada por Steve Jobs ensambla y monta el 80% de su producción a la sombra de Pekín y cuando Trump subió los aranceles a China de manera exponencial, la compañía de la manzana se hundió en la bolsa y el presidente se vio obligado a reconsiderar su posición. El poder de presión de Apple, claro, no es frecuente y a la mayoría, pequeñas, medianas y grandes empresas, les toca sufrir la incertidumbre y también la impotencia.

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El Ayuntamiento de Málaga participa en Nueva York junto con la empresa Cosentino y la firma malagueña New Malaka. / l.o.

No hay pronóstico claro

Analistas versados en la política de Washington y conocedores de las dinámicas de Wall Street, no se atreven a pronosticar cómo acabaran estas amenazas comerciales del republicano. En estos momentos, todos los productos que quieran acceder al mercado estadounidense están obligados a asumir un 10% arancelario añadido por Trump a comienzos de 2025; globalmente, el resto de aranceles -la teatral pizarra del día 2 de abril que ufanamente el presidente mostró en los jardines de la Casa Blanca como la vacuna contra la decadencia del país- están aparentemente en pausa hasta el mes de julio. ¿Qué puede suceder? Realmente, nadie lo sabe. La batalla abierta con China, donde se ubica la fabricación de un porcentaje colosal de productos que abastecen al mercado mundial (y de manera significada estadounidense) se va a notar en las estanterías de norteamericanas, «el tráfico marítimo tiene su ritmo. China ha parado los envíos y retomar el flujo llevará un tiempo y, especialmente, nos obliga a asumir un daño económico», advierte el representante de una compañía andaluza con implantación en Estados Unidos.

Trade, la institución autonómica encargada de velar por los intereses comerciales de las empresas andaluzas en el extranjero, con oficinas en Nueva York, Miami y Los Ángeles, observa con atención los movimientos del mercado norteamericano. Y según señala, «se posiciona como aliada de las empresas regionales con presencia en Estados Unidos, dando servicio (promoción, contactos, información) a un número equivalente al de las exportadoras regulares que operan allí». En 2024, este brazo regional de apoyo empresarial atendió a 747 compañías y llevó a cabo 146 acciones. En 2024, la facturación de las exportaciones andaluzas fue de 3.318 millones de euros, «un 2,8% menos que en 2023, debido a la bajada del precio del petróleo en los mercados internacionales, que provocan una bajada del 40% en capítulo de combustibles», según difunde Trade en una nota.

Cosentino ha celebrado la Feria en Nueva York. | FIRMA

El concejal Carlos Conde, en la acción desarrollada en Nueva York. / l.o.

Los sectores de la piedra natural y el aceite representan un alto porcentaje de la presencia empresarial andaluza. Cosentino, el gigante del mármol almeriense, cerró el ejercicio anterior con casi 1.500 millones de facturación. El 56 por ciento se esa cantidad se comercia en Estados Unidos y Canadá. La sociedad, que lleva un cuarto de siglo en USA, no ha trasladado a sus precios este primera tanda de aranceles -los productos y diseños están muy valorados por los compradores estadounidenses de elevado poder adquisitivo- y también mantiene el plan de abrir una fábrica de producción propia en Jacksonville, Florida, en un futuro cercano. Cosentino ha estado presente en la SuperBowl y se despliega con 67 centros, desde Richmond hasta Hawai. La pasada semana, durante tres días, ha llevado a cabo, en su sede de Nueva York, una nueva edición de La Feria, una recreación de una tradicional feria andaluza, con flamenco, viandas y vinos de la tierra, para reunirse y socializar con sus clientes y socios.

Aceite de oliva

En cuanto al aceite de oliva, Antonio Rubiales, el responsable comercial de Acesur, líder agroindustrial, comparte su preocupación ante los movimientos arancelarios. La compañía tiene más de un 10 por ciento de su mil millonaria facturación en Estados Unidos, «en torno a 185 millones de dólares, con unas oficinas principales en Suffolk (Virginia). Hace años cuando comenzamos a implantarnos, trabajábamos con socios locales pero hemos ido asumiendo pasos de la cadena de producción y distribución, con integraciones verticales. La producción de aceite de este país es ínfima y el mercado ofrece muchas posibilidades».

Rubiales analiza cómo pueden llegar a afectar los aranceles a los productores andaluces de aceite, según «cómo salgan de perjudicados países competidores, como Italia y, en otra medida, Túnez, por ejemplo».

Ángel Barriopedro, director de Américas del Grupo Osborne, es el encargado de comercializar, entre otros productos del catálogo de la compañía de El Puerto de Santa María, el Jamón 5J. Su producto estrella que se ha servido, en distintas ocasiones en los Oscar de Hollywood y que han probado presidentes como Obama o Trump. «La mayoría de nuestras ventas, en torno a un 85%, van destinadas a restaurantes».

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Espacio Cosentino City New York. / l.o.

El precio de una pieza de unos 7 kilos es de aproximadamente, 1.000 dólares, 7 kilos. Si la transacción es por ecomerce, que representa un 10 por ciento de nuestras ventas el precio del jamón es de 1.600 dólares. El 5% restantes va a tienda. A la espera de las nuevas decisiones sobre aranceles, intentamos repartir la subida del 10% entre todos los agentes de la cadena, de manera negociada. Nuestro empeño es dar conocer el jamón: a primera vista algunos clientes creen que es «prosciutto». Los italianos llevan vendiendo ese producto en Estados Unidos unos 80 años, pero cuando el cliente prueba el 5J y observa la diferencia, se da cuenta que es comparar un «coche Seat con un Ferrari». «Llevamos a cabo cursos de cortadores de jamón e intentamos encontrar los mejores profesionales, sabiendo que nuestros principales clientes están en Los Ángeles, San Francisco, Washington, Chicago, Miami, Las Vegas y Nueva York». Barriopedro explica que «una ración de 50 gramos en un restaurante tiene un rango de precio de entre 60 y 70 dólares. Y compite con muchos otros starters, desde ensaladas de todo tipo a variados tartares. Si el precio final sube de manera significativa por los aranceles tendremos dificultades».

La nueva situación de inestabilidad provocada por Trump, se añade a las particularidades del mercado estadoundiense, inmenso y diferenciado por estados. Antonio Hidalgo, con base en Florida, distribuye vino andaluz, significadamente su manzanilla familiar, La Gitana, «hay todo tipo de legislaciones. Hay condados que son secos, donde no se puede beber alcohol. Hay una herencia cultural de los años de la Prohibición. De los estados de la unión, hasta 17 tienen grados de monopolio, más duros o más blandos. Con estas circunstancias y cuando llegue el verano y venza la pausa arancelaria, no sabemos qué va a pasar».

Participación de Málaga

El Ayuntamiento de Málaga participó precisamente en la acción conjunta de promoción del destino Málaga en Nueva York junto con la empresa Cosentino y la firma malagueña New Malaka y que se desarrolló del 6 al 8 de mayo, en el Espacio Cosentino City New York.

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