Crónicas de la ciudad

El grupo escultórico de Málaga de la profecía autocumplida

En el entorno de los Jardines de Picasso y a punto de cumplir el cuarto de siglo, prosigue la fuga de un grupo escultórico vandalizado, cuyo artístico título parece cumplirse al pie de la letra.

Vista parcial del grupo escultórico de Joaquín Ivars, esta semana.

Vista parcial del grupo escultórico de Joaquín Ivars, esta semana. / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Hace unos días comentábamos cómo, en los Jardines de Picasso, la falta de mantenimiento propicia que algunas esculturas vegeten, mientras aguardan que un alma sensible del Ayuntamiento se acuerde de esos aires semitropicales. 

Alejados de los focos turísticos más céntricos, los antiguos jardines de la Fábrica de la Aurora fueron un símbolo de la apertura democrática en Málaga; pero hoy están para pocos trotes. 

Esta sección volvió a visitarlos esta semana para constatar que el grupo escultórico de Berrocal, con el que homenajeó a Picasso, vuelve a acumular roña en las partes limpiadas por el Ayuntamiento (donde no alcanzó a limpiar se mantiene la roña original). 

Además, a pocos metros, la escultura abstracta realizada en 1972 por Ramón Calderón, «Primer homenaje monumental en España a Pablo Picasso» -como informa la obra- continúa en buen estado de oxidación. 

Idéntica absorción de óxido puede apreciarse en ‘El árbol de la amistad’, obsequio del año 1979 de la ciudad norteamericana de Mobile a su ciudad hermana, Málaga. Qué duda cabe que la amistad entre las dos ciudades está más que oxidada.

Detalle del primer homenaje a Picasso en España (izq.) y de 'El árbol de la amistad', esta semana, en los Jardines de Picasso.

Detalle del primer homenaje a Picasso en España (izq.) y de 'El árbol de la amistad', esta semana, en los Jardines de Picasso. / A.V.

El grupo que se nos va

Estas obras de arte llevan bastantes años con este ‘look’ tan precario; pero sin duda, el estado más deplorable del entorno es el que exhibe un grupo escultórico en los jardines a la espalda del Centro comercial Larios. 

Se trata de una obra de 2001 del artista malagueño y profesor de la UMA Joaquín Ivars y lleva por título ‘Entre, espacios para desaparecer’; desde luego, la obra está cumpliendo su palabra y, sin prisa pero tampoco sin pausa, no hace sino desaparecer por capítulos.

Puede verse lo que queda de ella desde la avenida de la Aurora y la calle de Walt Whitman. Las parejas de planchas rectangulares desperdigadas por la hierba han perdido todo significado, ya que estaban unidas por parejas, gracias a sendas chanclas de bronce que hacían de puente. 

Vista general del grupo escultórico de Joaquín Ivars, esta semana, con los Jardines de Picasso al fondo.

Vista general del grupo escultórico de Joaquín Ivars, esta semana, con los Jardines de Picasso al fondo. / A.V.

Suponemos que las chanclas habrán tenido el mismo final que los cables del AVE, así que el grupo escultórico luce totalmente descontextualizado, por lo que algunos usuarios lo confunden con asientos más bajos de lo normal.

Las chanclas fueron retiradas de la circulación hacia 2013. Doce años después, cabe preguntarse por qué el Ayuntamiento no las reemplaza, aunque sea con un material más barato. Y, en todo caso, por qué no limpia lo que queda. En julio del año pasado, esta sección ya dio fe de que muchas de las piezas estaban vandalizadas. 

El grupo se nos va, sí, pero el Consistorio también hace simbólico mutis por el foro

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