Sin casa, tras el incendio de un piso del IMV en García Grana

Manoli Dueñas, de 62 años, acababa de llegar a Benalmádena, donde trabaja de camarera de piso, cuando una vecina le llamó para decirle que su vivienda, en la plaza de la Biznaga, en García Grana, estaba ardiendo.

«Imagínate cómo volví, pensando en mis niñas», recuerda. En su casa se encontraban esa mañana del pasado 3 de mayo su hija de 31 años y su nieta de 19.

Como explica, fue esta última la que enchufó un móvil y esta conexión parece que fue el origen del incendio. «Mi hija estudió riesgos laborales, fue valiente y salió en seguida para coger un extintor del pasillo; pero estaba vacío; fue por todas las plantas y todos estaban vacíos, así que fue llamando puerta por puerta para avisar del fuego a los vecinos», explica.

La falta de extintores hizo que el fuego campara a sus anchas y, pese a la llegada de los bomberos, la casa quedara totalmente destrozada. «Con los extintores funcionando el incendio habría sido menor», subraya.

Cuando Manoli llegó a la plaza de la Biznaga vio cómo a su hija le estaban poniendo oxígeno en una ambulancia. Tanto su hija como su nieta terminaron en el Hospital Regional por inhalación de humo, cuenta.

Casi un mes después, Manoli Dueñas sigue de baja laboral por ansiedad, «tomando diazepan todos los días» y se ha ido a vivir a casa de otra hija. Su preocupación aumenta porque, asegura, no ha recibido ninguna llamada del IMV en la que le expliquen qué va a pasar con su vivienda en alquiler.

«Lo único que me han dicho es que debo 24.000 euros y que tengo que hacer un plan de pago; algo a lo que estoy dispuesta», recalca.

Manoli Dueñas muestra a La Opinión la vivienda calcinada, al tiempo que avisa que todavía quedan escombros en el alféizar de alguna ventana. «Me da una pena de mi casa, hacía poco que la había pintado», explica.

En el interior se aprecian las huellas del fuego, desde el suelo destrozado a agujeros en el techo y un dormitorio, origen del incendio, hecho un amasijo de escombros y ropa. Como explica, la ropa que ha podido llevarse a casa de su hija sigue oliendo a humo, a pesar de haberla lavado varias veces. «Yo quiero mi casa y nadie me dice nada», lamenta.

Respuesta del Ayuntamiento

El concejal de Vivienda, Francisco Pomares, explicó que Manoli Dueñas mantuvo una reunión el 12 de mayo en el IMV «y le dijimos que le contestaríamos cuando tuviéramos el informe del perito del seguro». También explicó que esta inquilina no cuenta con seguro del hogar, por lo que «hemos tenido que tirar del seguro de la comunidad y ya se ha arreglado la parte comunitaria, y parece que los daños a terceros; a vecinos que sí tienen seguro».

Francisco Pomares señaló que, al no contar con seguro del hogar, Manoli «tendrá que afrontar los arreglos de la vivienda», además de la deuda de 24.000 euros con un plan de pago, «porque lo primero que tiene que hacer es ponerse al día», al tiempo que señaló que en ese piso entran dos sueldos.

El concejal señaló que el IMV sólo se haría cargo de los arreglos si la inquilina no pudiera hacer frente a los gastos y renunciara al piso. «Hay una lista de espera bastante grande y con gente dispuesta a pagar el alquiler sin ningún tipo de problema», indicó.

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