Sequía
Málaga consigue reducir su consumo de agua y la dependencia de los embalses
Emasa distribuyó un 6% menos de agua en 2024 con respecto a 2022, el último año sin restricciones antes de la sequía - Se ha extraído un tercio menos de agua procedente de los pantanos -Se monitorizará el acuífero del Bajo Guadalhorce

Una persona sostiene un vaso de agua. / Junta de Andalucía

Las lluvias intensas del pasado invierno permitieron dieron a Málaga un suspiro y aflojaron el yugo de una grave sequía prolongada a lo largo de tres años. Eso sí, aunque la escasez no es severa, esta prevalece de forma moderada, por lo que es imprescindible no bajar la guardia. Con todo, las medidas de ahorro de agua y las obras y proyectos de mejora en recursos alternativos a los embalses han dado sus frutos, con una reducción del consumo de la ciudad y una menor dependencia a los pantanos.
En 2024, el consumo de la ciudad consiguió reducirse un 6% con respecto a 2022, el último año que la ciudad estuvo sin restricciones por la sequía. El año pasado Emasa distribuyó un total de 42,2 hectómetros cúbicos frente a los 44,9 hectómetros cúbicos contabilizados hace tres años. Es el balance que ha dado a conocer la concejala de Sostenibilidad Medioambiental, Penélope Gómez, que ha valorado "la labor de los malagueños, su concienciación y el buen uso del agua", que ha contribuido a la reducción de ese consumo.
Esa tendecia a la reducción del consumo -que incluye el doméstico para también los usos industriales, comerciales...- se mantiene, por ahora, en lo que va de año, según los registros de Emasa para os tres primeros meses del año. En ese período se ha registrado ya una reducción interanual del 8,2% en el consumo, distribuyendo 9,4 hectómetros cúbicos.
Así, el consumo medio por habitante y día en la ciudad se sitúa en 169 litros, una cifra que se mantiene por debajo de la dotación máxima de 225 litros acordados por la Comisión para la Gestión de la Sequía en las Cuencas Mediterráneas Andaluzas fijada en la última reunión del 25 de marzo, así como la restricción de 180 litros que se impuso en octubre de 2024 en lo peor de la sequía.
Cae la dependencia de los embalses
La capital de la Costa del Sol ha conseguido, además, reducir su dependencia del agua embalsada, reduciendo en un tercio el suministro que parte de los pantanos. Esta reducción se sustenta en la puesta en funcionamiento de recursos hídricos "alternativos" para el abastecimiento urbano, como lo define el consistorio, que consisten principalmente en una importante red de pozos entre el Bajo Guadalhorce y los ubicados en Fahala y Aljaima, así como el Azud de Aljaima.
Los recursos procedentes de las presas que fueron tratados en la planta de El Atabal sumaron 39,1 hectómetros cúbicos, un 33,1% menos respecto a los 58,4 utilizados en 2023. En cambio, el volumen de agua obtenida de pozos y del azud de Aljaima se incrementó en 2024 en un 158,5% al alcanzar los 16,2 hectómetros cúbicos frente a los 6,2 del ejercicio anterior.
Por tanto, entre todas las fuentes de captación (embalses, pozos y azud), el total de agua bruta que llegó a El Atabal fue de 55,3 Hm3, un 14,5% menos que los 64,7 registrados en 2023. Detrás de este decremento también está reducción de los aportes que desde la capital se venían realizando a la Axarquía desde 2022 con un flujo de 9 Hm3 anuales y que fueron suspendidos por la Comisión para la Gestión de la Sequía en abril de 2024.
Hay que tener en cuenta que los seis pozos del Bajo Guadalhorce cubren el 50% de lo que consume la capital frente al 20% que aporta la batería de pozos de Fahala y Aljaima. Estos pozos, que se abrieron durante períodos de sequía anteriores en los 50 y los 90, se tuvieron que recuperar y reformar para poder usarse de nuevo debido a su abandono, por lo que Gómez adelanta que se mantendrán en funcionamiento de forma indefinida.
Según la concejala, estas medidas de ahorro y de apertura de nuevas fuentes de suministro permitieron a la ciudad evitar cortes de suministro como ocurrió en otros municipios ede la provincia.
Monitorización del Bajo Guadalhorce
El Ayuntamiento de Málaga ultima la contratación de un proyecto de monitorización del acuífero del Bajo Guadalhorce que abastece a los seis pozos que se han recuperado y que suministran un caudal de 800 litros por segundo - 1.300 si suman Fahala y Aljaima-.
Esta monitorización permitirá conocer el estado del acuífero que, según Penélope Gómez, por su ubicación cercana al mar, se produce una "surgencia" y el agua que no se aprovecha acaba en el mar. No ocurre así en Fahala y Aljaima, unos pozos
"No es como los acuíferos de la zona media, que está en terreno más impermeable y que se deja acumulado y conforme vas tirando, vas agotando. Aquí va recargando por la propia cuenca del río. Pero vamos a monitorizarlo de todas maneras para que no sufra y no se agote", sostiene Penélope Gómez.
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