La inflación en el turismo

Viajar o alojarse en un hotel este verano será un 16% más caro que en 2024

En contra de la tendencia a la moderación del IPC general, los vuelos y los paquetes turísticos se han encarecido en más de dos dígitos

La fuerte demanda internacional impulsa los precios

Turistas en Málaga capital.

Turistas en Málaga capital. / Álex Zea

María Jesús Ibáñez

Barcelona

A las puertas de las vacaciones de verano, los precios de los paquetes turísticos, de los vuelos nacionales e internacionales y de los hoteles y hostales están este 2025 más caros que nunca. Si ya el año pasado coger un avión o reservar una habitación costaba entre un 10% y un 35% más que antes de la pandemia, ahora los precios turísticos se encuentran, en algunos casos, un 16% más caros que el año pasado. Y eso que, en líneas generales, la inflación lleva unos meses bastante moderada en España, hasta situarse en el 2,2% el pasado abril, gracias, en buena parte, a que los alimentos, los carburantes, la luz y el gas han contenido sus costes respecto a un año atrás.

Así las cosas, el comportamiento de los precios turísticos está escapando a una inflación que parecía estar finalmente bajo control. ¿Qué ha pasado? ¿Cómo se explica que siendo la alimentación y los transportes más baratos se haya encarecido tanto el turismo? La clave responde a una fórmula tan antigua como la ley de la oferta y la demanda, apuntan los expertos: como esta última está tan disparada (hasta niveles de récord e impulsada sobre todo por el peso de los visitantes internacionales), los precios no han tardado en repercutirlo. Es una tendencia que responde a una dinámica propia y muy particular del sector, una inflación oculta que evoluciona en sentido contrario a la general.

Según los últimos datos del índice de precios al consumo (IPC), los publicados el pasado 14 de mayo por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el incremento del 13,7% que registraron los precios en abril de los paquetes turísticos nacionales (esto incluye viajes y excursiones organizadas, con transporte, alojamiento y guía incluidos) es el mayor desde agosto pasado, en pleno apogeo vacacional. Esta subida, que multiplicó por cinco la media intermensual del índice general, se produjo por la coincidencia con la Semana Santa, pero choca, justamente, con la bajada que experimentaron ese mismo mes, por ejemplo, los carburantes, que se abarataron un 3,9%, o la electricidad, que descendió un 2,3%.

Desde las vacaciones de Pascua de 2024 –que el año pasado cayeron en marzo–, los billetes para vuelos nacionales y para vuelos internacionales se han encarecido un 16,5% y un 16,4%, respectivamente. Las reservas en hoteles u hostales salen ahora un 13,5% más caras respecto a 13 meses antes, mientras que los paquetes turísticos internacionales cuestan un 14,9% más. Los cámpings y albergues son entre un 4,4% y un 6,3% más caros.

El sector, que no deja de ver con preocupación estas subidas de precio porque pueden desincentivar a posibles clientes y le resta competitividad frente a otros destinos, atribuye el aumento a factores como la proximidad que hay este año entre Semana Santa y el inicio del verano, lo que va a hacer que la temporada alta sea algo más corta. La parte positiva, destacan, es que una subida generalizada de los precios turísticos juega a favor de los destinos domésticos. Además, para protegerse ante nuevas subidas de precio, los ciudadanos están optando, cada vez más, por reservar con antelación, lo que facilita una mejor planificación para los hosteleros.

Seguiremos viajando

«El 72% de los españoles prevé mantener el presupuesto para viajar este verano y esto son datos muy positivos para el turismo en España», explicaba esta semana Eduardo Prieto, director general de Visa España, que anualmente elabora una encuesta sobre las previsiones vacacionales de sus usuarios. Según este estudio, recogido por la Cadena Ser, el presupuesto de los que viajan por España asciende a 900 euros de media, mientras que el gasto de los que han decidido visitar algún país europeo se eleva a 1.475 euros de media. Para viajes extracontinentales, el gasto suma los 2.500 euros.

Eso significa que el presupuesto ha aumentado un 40% desde 2021, según revela el Barómetro de Vacaciones que ha realizado la empresa de estudios de mercado Ipsos para la aseguradora Europ Assistance. Entre quienes viajarán este verano, dos de cada tres españoles lo harán dentro del propio país. Los destinos más populares serán la playa (57%) y, en segundo lugar, las ciudades (42%). Esta última opción es más valorada por los españoles que por la media europea (28%), donde la playa también lidera las preferencias, seguida por las ciudades, el campo y la montaña.

La preferencia por el turismo nacional, constata el informe, solo se repite en países del sur como Francia, Italia o Portugal, donde más allá de los precios, las similitudes culturales y climáticas también juegan a favor del entorno doméstico.

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