Crónicas de la ciudad

El Camino del Colmenar y los 'resbalones' del tráfico

La Junta de Andalucía cumplió su palabra y acabó con la inseguridad peatonal, al poner aceras en el tramo más peligroso de esta carretera. El problema ahora es que ha abierto la puerta a la inseguridad de los conductores

Los vecinos denuncian que, cuando llueve, los chinos de relleno se desparraman por la calzada, en el nuevo tramo con aceras del Camino del Colmenar.

Los vecinos denuncian que, cuando llueve, los chinos de relleno se desparraman por la calzada, en el nuevo tramo con aceras del Camino del Colmenar. / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Aseguraba a este firmante un arquitecto malagueño que, demasiadas actuaciones públicas se diseñan en los despachos, hasta el punto de que, en ocasiones, los autores de estos proyectos -muchas veces adornados con el verbo barroco y oscuro de los expertos- ni siquiera se toman la molestia de pisar el terreno; o al menos, esa es la impresión, por el resultado final de las obras. 

En el Camino del Colmenar, los vecinos de Monte Dorado llevaban desde 2005 reclamando que un peligroso tramo de 220 metros de esta carretera, entre paredes de roca, tuviera de una vez por todas aceras; dado que tenían que jugarse el tipo andando por la calzada o bien, dentro de un canal de aguas pluviales; si querían protegerse un poco del paso veloz de coches y camiones. 

El autor de estas líneas anduvo el tramo varias veces, y el milagro es que, en todos estos años, ningún peatón -que recuerden los vecinos- cayó en acto de servicio. 

Tras un reportaje en agosto de 2023 en La Opinión, con vecinos mayores de Monte Dorado exponiendo el físico, al día siguiente la Junta de Andalucía anunció que arreglaría el tramo, mientras que el Ayuntamiento de Málaga lo recepcionaría para mantenerlo.

En septiembre del año siguiente, 2024, muchos de los vecinos que salieron en el reportaje volvieron a aparecer en La Opinión para celebrar el comienzo de las obras, después de 19 años de reclamaciones. 

Los chinos

Y lo cierto es que, finalizadas las obras autonómicas, la Junta ha acabado, felizmente, con la inseguridad peatonal en este tramo; pero también que un deficiente diseño de la solución, provoca ahora resbalones en el tráfico rodado, con especial peligro para motos y ciclistas. 

Como ya explicó en este diario Miguel Campos, expresidente vecinal de Monte Dorado y portavoz del PSOE en Ciudad Jardín, el canal de pluviales, en lugar de haber sido cubierto, enrejado, o vaya usted a saber la solución, ha sido rellenado con chinos. 

Los chinos de relleno en el Camino del Colmenar terminan en la calzada pero también en la acera, denuncian los vecinos.

Los chinos de relleno en el Camino del Colmenar terminan en la calzada pero también en la acera, denuncian los vecinos. / A.V.

Con esta solución, el canal deja de tener uso, pero con cada tromba, el agua sigue bajando por donde siempre bajó, los chinos se almacenan cuesta abajo y terminan desparramándose por la calzada.

El resultado es que conductores y ciclistas deben estar alerta, ante el riesgo de accidente. Por cierto, los vecinos piden al Ayuntamiento que ponga las farolas pendientes y recuerdan que aún quedan tramos sin aceras. Sigue quedando trabajo por hacer en este rincón de Málaga. Ánimo.

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