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Educación

Colegio El Monte: 100 años educando en familia en Málaga

El Colegio Sagrada Familia El Monte FESD de Málaga celebra el centenario del edificio que Guerrero Strachan diseñó en la ladera del monte Gibralfaro. Por sus aulas han pasado generaciones de malagueñas y malagueños. Fue internado, estuvo bajo la bandera francesa durante la II República y la Guerra Civil y hoy continúa ofreciendo una educación en la que el alumnado es el protagonista del aprendizaje

Patio del colegio El Monte desde el que se contempla el emblemático edificio de Guerrero Strachan.

Patio del colegio El Monte desde el que se contempla el emblemático edificio de Guerrero Strachan. / La Opinión

Susana Fernández

Susana Fernández

Málaga

El Colegio El Monte de Málaga está de cumpleaños. Y no uno cualquiera. Durante este curso, celebra que hace 100 años inauguraron el edificio que Guerrero Strachan construyó en un monte en el que por entonces sólo había eucaliptos. Hoy, es uno de los colegios más antiguos de Málaga, por el que han pasado generaciones de malagueños y malagueñas, pero que destaca por sus innovadores proyectos. Un centro en el que el alumnado es protagonista y la comunidad educativa se define como una familia.

Los actos de celebración del Colegio Sagrada Familia El Monte FESD han comenzado con una eucaristía que se celebró en la capilla del propio colegio y un encuentro de nuevos y antiguos estudiantes. Como explica su director, Carlos Pérez-Rioja Navarro, una oportunidad para que «la familia de El Monte se reencuentre y recuerde su historia».

La ceremonia estuvo presidida por Francisco Javier Garzón OP., coordinador de pastoral de la Fundación Educativa Santo Domingo, y concelebrada por Jean Maurice, capellán del colegio, de los padres Oblatos, Antonio Eloy Madueño, que fue capellán, y el párroco del Santuario de la Victoria al que pertenece el colegio, Alejandro Escobar.

El acto contó con la asistencia del alcalde de Málaga, Francisco De la Torre, que fue reconocido como miembro de honor del Centenario, y el concejal del distrito Centro, Francisco Cantos.

Foto de familia del inicio de los actos del centenario del Colegio El Monte de Málaga.

Foto de familia del inicio de los actos del centenario del Colegio El Monte de Málaga. / La Opinión

Los principios en la calle Madre de Dios

Este colegio ubicado en la ladera del monte Gibralfaro pertenece a la Fundación Educativa Santo Domingo, pero su origen es francés.

Fue la Congregación de la Sagrada Familia de Burdeos la que, tras asentarse en Málaga en 1867, abrió el primer centro en la calle Madre de Dios.

Allí llegaron a estudiar unas 300 alumnas. Era una institución educativa femenina, aunque en infantil sí había niños. De hecho, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, pasó por las aulas de Madre de Dios, que se mantuvieron hasta mediados de los años sesenta.

«Cuentan las crónicas que el boca a boca hizo que cada vez hubiera más alumnas y se pidió que pudiera haber internas. Pero allí no tenían sitio», explica Elena Carmona Aurioles, antigua alumna y directora de El Monte durante 18 años.

El lugar elegido para levantar un nuevo colegio fue el monte al que las religiosas iban a pasear. Era ya la década de 1920 y en el Camino Nuevo aún no había ni una casa. Pero el entonces obispo, don Manuel González, les dijo que aquel sitio era el ideal.

Diseño de Guerrero Strachan

Aunque costó convencer al dueño de los terrenos para que los vendiera, en 1924 se colocó la primera piedra y en 1925, Fernando Guerrero Strachan empezó la construcción.

En la actualidad, el edificio forma parte del legado en Málaga del célebre arquitecto junto a otras grandes obras como la sede del Ayuntamiento, el hoy Gran Hotel Miramar o el Seminario, que se construyó en los mismos años que El Monte.

Panorámica del colegio, que se levantó en el monte Gibralfaro a mitad de los años veinte del siglo pasado.

Panorámica del colegio, que se levantó en el monte Gibralfaro a mitad de los años veinte del siglo pasado. / La Opinión

Cuenta con protección arquitectónica de grado 1, combina el estilo herreriano o escurialense con influencias afrancesadas y destacan los zócalos de azulejos que luce en el vestíbulo o sus baldosas hidráulicas.

En estos 100 años sólo ha necesitado una reforma importante, en 2007, para reforzar el forjado de la segunda planta, donde vivían las hermanas desde 1966.

Así lo explica Elena Carmona, profesora y directora ya jubilada, que ha recopilado la historia del colegio con motivo del centenario.

Para financiar esa obra que afectaba a la estructura, el colegio tuvo que vender parte de la parcela de monte en la que se encontraba una gruta natural dedicada a una Virgen de Lourdes muy venerada. Hoy, la imagen está en la capilla del centro.

Carlos Pérez-Rioja, director actual, junto a Elena Carmona e Isabel López, anteriores directoras de El Monte.

Carlos Pérez-Rioja, director actual, junto a Elena Carmona e Isabel López, anteriores directoras de El Monte. / La Opinión

Internado y etapa ‘francesa’

En este siglo de vida, los cambios en el día a día de la institución han sido muchos más. Desde que en 1926 abrió sus puertas como internado femenino al que acudían alumnas de toda la provincia, hasta ahora que acoge a unos 650 alumnos y alumnas desde Infantil a 4º de ESO.

La antigua directora recuerda como curiosidad los numerosos planes de estudio, desde el de 1903, que estaba vigente cuando empezaron, impartiendo Enseñanza Primaria, Bachillerato y Magisterio. Una época en la que las alumnas tenían que ir a examinarse al Vicente Espinel.

Hasta 1966, la orden de la Sagrada Familia de Burdeos mantuvo los dos colegios, el de la calle Madre de Dios y el de El Monte. En este último, además del internado, estaba la llamada ‘escuelita de Jesús Maestro’, gratuita para dar servicio a las familias con pocos recursos.

De los primeros años en El Monte, también ha quedado como parte de la historia la época de la II República, cuando el centro decide ponerse bajo la tutela del Consulado francés e izar la bandera francesa «bien visible» ante la quema de conventos e iglesias que se produjo.

De hecho, como recuerda Elena Carmona, El Monte optó por convertirse en laico y varias familias malagueñas se hicieron cargo de la titularidad mientras las religiosas adoptaban una indumentaria seglar.

La capilla del Colegio El Monte, uno de sus rincones emblemáticos.

La capilla del Colegio El Monte, uno de sus rincones emblemáticos. / La Opinión

Tras la Guerra Civil y los primeros años de la posguerra, el colegio estrena una de sus estancias más admiradas, su capilla, obra de Enrique Atencia Molina y su hermano Manuel, que fue el constructor.

Fundación Santo Domingo

Estos son algunos de los hitos en la historia de esta institución educativa, cuya principal enseña es la familia: «Es lo que trajo la orden de la Sagrada Familia de Burdeos en su momento y se mantiene», afirma Carlos Pérez-Rioja.

Las familias forman parte de manera muy activa de la comunidad educativa, al mismo tiempo que el claustro, formado por unos 40 docentes, siente también esos lazos y los antiguos alumnos continúan muy unidos al centro.

Entre esos estudiantes que han pasado por El Monte hay algunos nombres destacados como el alcalde, la poetisa María Victoria Atencia, la empresaria Mari Francis Peñarroya o el humorista Tomás García.

El carácter familiar se ha mantenido pese al cambio de gestión que se produjo en 2016, uno de los hitos más recientes. Al disminuir la presencia de religiosas de la orden de Burdeos, se decide pasar a formar parte de la Fundación Educativa Santo Domingo, de identidad dominica y con más de una treintena de colegios en toda España.

El profesorado es ya todo laico y la hermana Dori, que atiende la conserjería, es la única religiosa que sigue en El Monte.

Igualmente, también fueron cambios destacados la implantación de la educación mixta y la llegada de profesores varones. El primero fue Eduardo Bermúdez, que aún sigue en el colegio impartiendo Educación Física desde hace 35 años.

Ya sólo queda una religiosa de la Congregación de la Sagrada Familia de Burdeos en el colegio.

Ya sólo queda una religiosa de la Congregación de la Sagrada Familia de Burdeos en el colegio. / La Opinión

La pedagogía actual

El director actual, que es también el primer hombre con este cargo en la historia de El Monte, afirma que otro hito es el cambio en la pedagogía que se ha producido en los últimos años y su proyecto educativo.

En este sentido, la atención individualizada y el que el alumno sea el protagonista de la educación son las principales claves, como destaca Eva Jiménez Tenza, directora pedagógica de Infantil y Primaria.

«El Proyecto Senderos motiva mucho al alumno, le saca toda su potencialidad», explica la docente sobre la forma en la que trabajan en Infantil. Así, los niños no tienen una única clase, sino que van cambiando en función de la actividad que van a realizar.

Además, prestan especial atención al alumnado con necesidades especiales con herramientas como el Proyecto Brotes para la atención temprana. «Todos los profesores de Infantil y Primaria están formados para detectar dificultades y potenciar el aspecto neurológico del aprendizaje», explican.

Igualmente, hace un par de cursos pusieron en marcha el Aula Nupa para los alumnos de Infantil, un novedoso espacio de relajación y estimulación sensorial que tiene entre sus beneficios un aumento de la concentración.

Carlos Pérez-Rioja, director de El Monte, y la directora pedagógica de Infantil y Primaria, Eva Jiménez, en el aula de naturaleza.

Carlos Pérez-Rioja, director de El Monte, y la directora pedagógica de Infantil y Primaria, Eva Jiménez, en el aula de naturaleza. / La Opinión

El edificio, pese a sus 100 años, está perfectamente adecuado a estos proyectos innovadores y, además, permite tener espacios al aire libre como el aula de la naturaleza donde no es raro ver una ardilla mientras se estudia cualquier materia.

La internacionalización del alumnado es otra de sus apuestas de los últimos cursos a través de los proyectos Erasmus. Este curso harán tres movilidades de alumnos y otras tantas de profesores.

El vínculo con el barrio

La relación del colegio Sagrada Familia El Monte FESD con el barrio de la Victoria y con Málaga en general es muy estrecha: «Tenemos una relación estupenda con los negocios del barrio, así como con las cofradías», comenta Carlos Pérez-Rioja.

En concreto, el vínculo es especialmente intenso con el Santuario de la Victoria y con la Hermandad de la Humildad. Con esta última colaboran en campañas solidarias y la hermandad también contribuye a ayudar a las familias del colegio con menos recursos.

Durante el curso, la solidaridad está muy presente con iniciativas como la recogida de alimentos y productos en Navidad o el voluntariado de alumnos en el comedor de Santo Domingo.

La vocación de servicio y la fe marcarán el centenario. De hecho, el lema de esta celebración es ‘Cien años sirviendo a la comunidad’. Así, habrá actividades como una verbena en la que la recaudación se destinará a causas del barrio o una procesión en la que quieren que su Virgen recorra el trayecto desde El Monte hasta la calle Madre de Dios.

Además, están intentando que el edificio que acogió el primer colegio luzca una placa como recuerdo de sus orígenes.

En cuanto a sus retos al cumplir los 100 años, les gustaría poder ofrecer algún día la etapa de Bachillerato. Pero más allá de lo académico, en El Monte quieren seguir «construyendo personas y estando al servicio de la comunidad;que nuestros alumnos sean buenas personas que colaboren y que aporten algo a la sociedad», concluye Carlos Pérez-Rioja.

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