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Crónicas de la ciudad

Descubriendo el pasado: el enigma tras la inscripción en la histórica calle San Juan de Málaga

En el año 2000, las obras de rehabilitación de la iglesia descubrieron en la fachada un curioso texto del pasado de Málaga. Tres expertos aportan algunas curiosidades sobre él.

La inscripción en la iglesia de San Juan, ayer.

La inscripción en la iglesia de San Juan, ayer. / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Los entendidos en epigrafía, la ciencia que interpreta las inscripciones, hablan del «paisaje epigráfico» de la antigua Roma, una ciudad repleta de letreros en latín.

Esto es algo que también se puede apreciar en Pompeya, donde se han localizado unas 2.500 inscripciones relacionadas con las elecciones anuales, antes de que el Vesubio las interrumpiera para siempre.

Pese a que el analfabetismo era lo que imperaba en la Málaga de la Edad Moderna, ahora sabemos que también en nuestra ciudad las paredes servían para fijar órdenes oficiales, con el fin de recordarlas al paisanaje y que nadie se fuera de rositas.

En la calle San Juan, en la fachada de la iglesia, cerca ya de la esquina con la calle Calderón de la Barca, contamos con una muy curiosa.

El destino quiso que se localizara después de la colocación de una placa conmemorativa de la Cofradía de la Paloma, por lo que una parte parece que se ha perdido.

No obstante, sobrevive un trozo muy curioso, incompleto también por el final: «El Gobernador de esta/ Plaza se prohibe a los panaderos y rrevendones de qualquiera clase/ bendan mas paren en la Calle y».

El texto apareció en el año 2000 durante las obras de restauración de la parroquia, informa Alicia Marchant, coordinadora de un trabajo para ‘Isla de Arriarán’.

Otra vista de la inscripción de la iglesia de San Juan.

Otra vista de la inscripción de la iglesia de San Juan. / A.V.

Los investigadores

Esta sección ha consultado con tres investigadores, para saber un poco más. El historiador José Villena, experto en la Málaga de Felipe III, descarta que sea del XVII, puesto que en esa época había corregidores. Como explica, con la llegada de Felipe V, en el XVIII, esta figura se sustituye por la del gobernador político y militar, que solía ser un militar de alta graduación. De hecho, precisa que el texto no se refiera a la ciudad sino a «esta plaza», que es «terminología castrense».

Coincide en su análisis el historiador y profesor Víctor Heredia, quien además señala que el tipo de letra le hace pensar en que sería «de finales del XVIII o principios del XIX». Además,subraya que el texto lo que prohíbe es la · «reventa callejera». Según la segunda acepción de la RAE, un «revendón», una palabra en desuso que se empleaba en Andalucía, es el que revende.

Por último, el profesor de Historia del Arte de la UMA, Francisco Rodríguez Marín, recuerda que el pan, «al ser un producto básico se regulaba». En cuanto a la ubicación del texto, remarca que cuadra muy bien en una vía tan comercial como sigue siendo la calle San Juan.

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