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Crónicas de la ciudad

El jardín de la hermana Sabina abandona el abandono

Nueve años después de la inauguración de un monolito en memoria de esta monja del Cottolengo, la zona verde deja atrás la orfandad urbanística que la había dejado hecho un secarral.

El jardín de la Hermana Sabina, en obras este mes  y con nuevo parque infantil.

El jardín de la Hermana Sabina, en obras este mes y con nuevo parque infantil. / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Como alguna vez hemos comentado, en ocasiones la única oportunidad de que un rincón de Málaga salga del abandono lo da el desarrollo inmobiliario.

Así, lo cierto es que de poco han servido las movilizaciones de protesta de los vecinos del Pasaje Ferrería de Heredia, en El Bulto, de los últimos 15 años.

Ni siquiera, la constatación de que la parcela en cuestión, a veces un depósito de coches abandonados e incendiados, pertenecía una parte a Adif y la otra al Ayuntamiento de Málaga. Tampoco, el compromiso en el pleno de tener la parte municipal en un estado decoroso.

Sin embargo, ha bastado que se instalen las grúas en una parcela adyacente para que, después de 20 años, el Pasaje Ferrería de Heredia deje de parecer un vertedero diario.

Como contamos hace unos días en esta misma sección, el solar empleado como aparcamiento solía estar manga por hombro, en especial la zona próxima a la trasera de las casas del Bulto; el muro del Cottolengo y un ficus junto al gran bloque de los vecinos, bajo el que se arracimaban basuras de todos los pelajes y tamaños.

Pero, desde que llegó la grúa -al menos las dos veces que lo ha pateado esta sección- el pasaje estaba en un estado a años luz del estercolero de siempre.

Lo cierto es que, por fin, se está desbloqueando una situación de abandono y la consiguiente suciedad, que no sólo afectaba al pasaje Ferrería de Heredia, sino a todo el entorno. También a la vecina calle Orfila, donde desde hacía años languidecía el Jardín de la Hermana Sabina.

Detalle del nuevo parque infantil en el Jardín de la Hermana Sabina, este mes.

Detalle del nuevo parque infantil en el Jardín de la Hermana Sabina, este mes. / A.V.

La superiora del Cottolengo

Esta zona verde se encontraba en un abandono total, y eso que homenajeaba a la hermana Sabina Zamalloa, una religiosa vizcaína, al servicio del Cottolengo, de la que fue su superiora y que falleció en 2013.

Tres años más tarde, en 2016, el Ayuntamiento descubrió un monolito dedicado a esta monja ejemplar. El problema es que el jardín pertenecía a una promotora y no había sido recepcionado por el Consistorio.

Nueve años después del homenaje, la situación por fin se ha desbloqueado y el secarral en el que se había convertido la zona verde ha dado paso a un jardín más organizado, en el que campea ya, asomado a la calle Orfila, un nuevo parque infantil.

Es de esperar que, cuando terminen las obras, regrese al jardín el monolito o al menos el panel de cerámica de la hermana Sabina, ya por fin en un sitio digno.

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