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Día de Todos los Santos

"Salvemos nuestras tumbas": el proyecto que rescata la memoria de los cementerios de Málaga

El proyecto no se encarga del mantenimiento material de los cementerios, sino de la preservación histórica y genealógica de las sepulturas en Internet a través de la colaboración ciudadana

Cementerio de San Sebastian, en Casabermeja.

Cementerio de San Sebastian, en Casabermeja. / La Opinión

Chaima Laghrissi

Chaima Laghrissi

Málaga

Este 1 de noviembre, los cementerios de toda España estarán más abarrotados que nunca con personas que recuerdan a sus seres queridos en el Día de Todos los Santos.

En este sentido, un vídeo que se ha hecho viral esta semana reflexionaba sobre si en esta era en la que no tenemos tiempo "ni para tomarnos un café, ¿tendremos tiempo dentro de 20 años para seguir el ritual de Todos los Santos y adecentar a nuestros muertos?".

Cada año, cerca de 200.000 tumbas desaparecen en los cementerios europeos por abandono, olvido o falta de mantenimiento. Detrás de cada una hay una historia, un nombre, una familia. Con el fin de que la memoria de estas sepulturas no se pierda, nació "Salvemos nuestras tumbas", una iniciativa impulsada por la plataforma de genealogía Geneanet.

El proyecto ha logrado movilizar a una amplia comunidad de ciudadanos que, cámara en mano, se dedican a fotografiar e registrar sepulturas antiguas o deterioradas para preservar su memoria digitalmente.

Cementerios de Málaga

En Málaga, los lugares registrados hasta ahora incluyen el Cementerio San Miguel de Málaga, el Cementerio Inglés, el Parque Cementerio de Málaga, la Iglesia de Santiago Apóstol, la Catedral Basílica de la Encarnación.

En Ronda, Santa María la Mayor y el Cementerio San Lorenzo. Comares, el Cementerio de Comares; el Cementerio de Frigiliana; el Cementerio de Gaucín, Marbella y el Cementerio de Marbella.

Cementerio de Frigiliana el Día de Todos los Santos de 2024.

Cementerio de Frigiliana el Día de Todos los Santos de 2024. / Ivan Vieito Garcia

En las iglesias, las fotos no solo son de sepulturas, sino también de placas conmemorativas. El proyecto ''Salvemos nuestras tumbas'' no se ocupa del mantenimiento físico de los cementerios, sino de preservar digitalmente la información de las lápidas: nombres, fechas, inscripciones y ubicación, antes de que desaparezcan por deterioro, abandono o renovación.

Los fotógrafos voluntarios deben evitar alterar las tumbas. Si es necesario, pueden retirar objetos superficiales como hojas para leer las inscripciones, actuando siempre con respeto, prudencia y sentido común, sin causar daños y respetando a las familias propietarias.

Cuando hablamos de “conservar en línea”, recordamos que no todas las sepulturas cuentan con concesión perpetua. Muchas desaparecen, y otras están tan dañadas que ya no se puede leer la información que permite identificar a las personas. Fotografiar las tumbas y subirlas a Geneanet permite mantener viva su huella digital antes de que desaparezcan.

Cómo participar en el proyecto

Cualquiera puede sumarse. Basta con tener un teléfono móvil y descargar la app Geneagraves (disponible para iOS y Android). A través de ella, es posible fotografiar lápidas, sincronizarlas con una cuenta Geneanet y permitir que sean registradas para que los datos —nombres, fechas e inscripciones— no se pierdan en el olvido.

Desde su lanzamiento, voluntarios de más de 100 países han contribuido con imágenes de cementerios de todo el mundo, incluido España, donde ya se han documentado sepulturas en múltiples localidades para que la historia no sea olvidada.

Todo el trabajo se realiza de manera voluntaria. Personas interesadas en la genealogía o en la conservación del patrimonio local visitan los cementerios, fotografían las tumbas y suben las imágenes a la base de datos de Geneanet, de modo que cualquier usuario del mundo puede consultar esos registros de forma gratuita.

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